miércoles, 8 de abril de 2009

DIBUJOS DE NIÑO (2)

La inteligencia viste de inocencia la violencia.
G. Antuan Suárez

· Mi primer recuerdo es el de dos siluetas que huelen familiarmente. Huelen a mí. Al fondo se presiente la luz del patio, pero el cuarto esta en penumbras. Veo a mamá y a papá solamente como dos sombras y lloro porque papá me quita a mi mamá. Ella es y será sólo mía. Eso es lo que siento, porque aún no se concibe el pensamiento, eso es lo que siento como primer impulso.
· Mi héroe favorito siempre fue Jesús, por sus milagros.
· Mi segundo héroe fue mi papá, por la atención desmedida que me ponía sólo a mí las pocas veces que llegaba al año. Fue el que me dio mi primer libro en una tarde polvorienta en los límites de un barranco. Recuerdo el sol como una yema de un huevo y sobre la tierra como terciopelo viviente. El libro era Oliver Twist.
· Mi primer dibujo fue mi primer poema a mi madre. Fue en una casa donde un hombre hablaba de Dios. Recuerdo tanto ese dibujo porque fue cuando memorice la tierna sonrisa de mi madre.
· Recuerdo mucho a Dios, lo recuerdo inflamado en llamas como si estuviera en el infierno, pero son sus rayos divinos. Lo recuerdo tanto porque me hacía milagros todos los días. No eran milagros difíciles, eran tan fáciles que hasta me dejaba hacerlos con el.
· No tengo una sola foto de mi papá. Tengo una foto de mi mamá, de antes, y cuando vi una foto de kafka en el librero de mi abuelo pensé que era hermano de mi mamá. Era tan delgada y tan irreal que parecía una escritora a punto de volar.
· Mis amigos eran grandes héroes también, entre todos había uno que le gustaba leer como a mí y hablábamos de las galaxias perdidos en una terraza, tirados en el suelo.
· Una vez hable con el diablo luego de regresar de la iglesia. Vi para el techo y como acostumbraba ver rostros en las paredes viejas, vi la cara del diablo y le pedí que dejara de hacer daño. Muchos años después se hizo mi amigo y me enseño a jugar con las palabras, era tan natural para él hablar verdades y mentiras y que parecieran una igual a la otra.
· El primer libro grande que leí fue la Biblia, y también fue el más pequeño, porque podía guardármela entre las uñas.
· De niño dibuje a mis padres, y fue mi primer novela.
· Para Semana Santa con mis hermanos mirábamos las películas de Jesús, que luego supe que no eran de él, sino de unos señores con barba que hacían cara de buenos.

Lester Oliveros Ramírez
*Dibujo de Diego Solares (4años)
Guatemala 8/04/09

lunes, 6 de abril de 2009

RECETA IMPROBABLE PARA HACER UN BUEN POEMA



Primero, usted sabe, hay que recordar que fuimos niños. Haga un dibujo con los ojos cerrados, luego intente dibujar con palabras eso que hizo a ciegas. Mire, no es difícil, cierre los ojos lentamente y vea algo, luego trácelo. Si, ya sé que suena raro, quizás usted nunca lo ha hecho antes, pero siéntase en libertad. Si ya hizo el dibujo, no se aterre, así dibujábamos de niños, y la poesía es eso, un trazo sin coherencia aparente. Le cuento que algunos poetas ni saben lo que escriben. Pero, usted ya tiene entonces la base de todo, ahora sólo le hace falta mezclar palabras como, amor, aire, vacío, rosa, perfume, agua, fuego, pasión, y con esto digo que se pueden usar todas aquellas palabras que nos parezcan indescifrables, no olvidaré decirle que también puede escribir palabras que no conozca muy bien, o palabras inventadas, han hecho buenos poemas con palabras inventadas. Luego de eso, olvídese de todo, y regálelo a alguien que quiera de verdad.

domingo, 5 de abril de 2009

ESCRITO EN DOMINGO





Hasta el aire cambia.
He ido marcando con cruces de fuego tu cuerpo.
He dicho que quiero y he logrado recorrerlo, como un pobre nerudiano. Quiero y deseo, odio y amo, soy un pobre y vicioso ser, estoy un poco hambriento por conocer.
¿Te gusta darle vueltas a las cosas? ¿Mira entonces como esta el mundo? No todos morimos hasta el final.

sábado, 4 de abril de 2009

CONJURO I



Conjuro I

Conjuro por el cielo de plata
la mañana dorada
el medio día rojo
la noche blanca
y las horas de agujas de pino,
/
Conjuro por tu corazón agridulce
tu torso salado
tu alma triste
el espíritu de mis padres juntos
y el miedo a los calendarios sin mi,

/
Conjuro por vos y tu boca escarlata
por vos con tus ojos brazas
por vos con tus ojos venéreos
por vos con tu cuerpo sin alas
por vos y tus trenzas de lana
por vos que ahora mismo te despedís
como si fuera para siempre o nunca
por vos con su memoria
y la historia de todos los de corazón cocido
por esa foto juntos
por ese misterio que sembraste en todos
por el caudal de tiempo por dejar correr,
/
Ahora te conjuro
de una vez y para siempre
para que los domingos sean de gracia
los lunes de ave
los martes de barco y puedas izar vela
los miércoles te alcancen la horas
y te busquen los puertos
los jueves empieces por el sol y no te llore la luna en las rodillas
los viernes termines siempre en una cena mayor
y finalmente,
los sábados podas amar como ni un dios
ha podido en las religiones del hombre:
sin condiciones, sin preguntas y sin ropa.

viernes, 3 de abril de 2009

MI PRIMERA NOVIA


El primer día de clases me quede llorando. Recuerdo que la maestra era una chica que nunca había tenido un hijo, y me ignoraba. Uno de los niños que estábamos sentados en la mesa de plástico color rojo me miró sin compasión, el de la par se rió, el de enfrente me pegó una patada y empecé a sangrar. Lo recuerdo bien, era un niño fornido, sucio de las piernas con unas botitas de punta, como las de los vaqueros. La maestra me tomó del brazo y me llevó a la clínica. Vi los largos patios. Sentí el olor de la soledad por primera vez. Era un olor a sangre. Me sentaron en una silla y una enfermera me examino la boca. Llamaron al otro niño, al que me había pateado y le dijeron, entre la maestra y la enfermera que eso no se hacía, que si lo volvía a hacer que no le iban a volver a dar una paleta. A mi me hicieron sufrir con alcohol etílico y una venda. No me dieron paleta.
Meses después vendría mi recompensa, una niña se acercó y me quito los lentes, como en una película, y me dio un beso. Nunca supe porqué. Algunos de mis amigos, creyeron que a ella también le habían pegado por llorar delante de todos.

lunes, 30 de marzo de 2009

SAVAGE FICTION


Entre la treinta y cinco avenida y quince calle, a la par de una casa de esquina, vive un hombre que caza perros, los mata y luego los limpia de vísceras y piel, para terminar haciendo una parrillada de chucho que se puede oler desde la catorce calle o desde la diez y seis, según la dirección del viento. En la casa de esquina, de la que hablo, vive un compañero de escuela (con el que jugábamos fútbol cuando las calles todavía eran de tierra), que vigilaba la metódica carnicería de su curioso vecino. Una tarde me invito a su terraza y pude ver la grotesca forma de vida de este hombre. Su cocina era una fogata rodeada de piedras y blocks, en los que aún permanecían, en desorden, todas las vísceras de su último almuerzo. La gente, que inventa mejor que los escritores, decían que el hombre se llamaba Jorge, que había perdido la razón por la droga, además conocían a su familia y decían que un hermano compasivo de su estado le había dado ese terreno para que el viviera como quisiera. Jorgito vivía como un ex –combatiente, o peor aún, como si aun estuviéramos en guerra y no hubiera otra forma de sobrevivir que comiendo perros. Los vecinos le huían porque además regaba sus propios excrementos en la acera de su casa. Su casa, donde dormía, su refugio, la mayoría de las veces era hecha con ramas de árboles y nylons, que según la temporada, cambiaba estratégicamente de lugar. Desde la terraza de la casa de esquina, vimos a un hombre de unos treinta y cinco años trabajando en sus herramientas de trabajo, como se habría hecho dos mil o tres mil años en la era primitiva. Era un salvaje viviendo entre una sencilla colonia urbanizada. Outsider, alejado de todos, solo y valiente. Era moreno, callado y solitario. Con la piel de los perros hacia bolsos y cinturones.
En una ocasión lo vi bajando por la Casa del Niño No.4. Ya llevaba su cena en una bolsa. Supimos que camina por toda la zona cinco en busca de perros callejeros. No vimos nunca como los cazaba. Me imagino que por las buenas, con pan o huesos, esos perros siempre andan hambrientos. Todavía vive a la par de la casa de esquina, la casa de mi compañero de escuela, ahora que todos nos alejamos de la zona cinco, los únicos asustados son los perros.

viernes, 27 de marzo de 2009

UN HOTEL A MEDIO DIA

Te recuerdo con tu vestido de luto, con flores, caminando por el cementerio. Llorabas y decías en tu llanto que no es posible que los hijos se mueran antes que los padres. Ya habías ido a muchos entierros en tu vida, pero ahora estabas dormida como soñando con la eternidad. El vestido de la muerte tiene flores tatuadas. En tu rostro no se adivinaba la angustia. Tus brazos descansaban luego de sostener hombres en brazos y dominarlos con un grito, luego de pelear contra la vida y cortar a machete las envidias de mujeres. Eras como una reina en harapos en aquel tiempo, pero la vida se dejo comprar por lo único que le ofreciste. Ahora ninguno puede creer que estés muerta. Yo pienso que duermes, creo que duermes y sueñas. Es imposible no recordarte sonriendo entre los indios en medio del mercado de Solola y verte bañándote en camisón a la orilla de Atitlán. Todo lo que me contabas del parque central y la catedral, la forma en que hablabas de cada calle, esas mismas calles que ahora perciben tus fantasmas entre las putas y los bolos y algún asesino sin fe, borracho, con una 48 entre el cincho. Toda esa Guatemala inventada que me regalaste cuando íbamos de compras. Madre. Patria Guatemala, gorda y franca, viva te quiero, estabas entre la sexta y la décima calle esperándolo, y luego bebieron unos tragos y el te llevo a un hotel. Un hotel a medio día. Cuantas semanas sin comer ni beber, y la calle en un sólo grito. Salieron a la hora con el alma tranquila y las manos entrelazadas.

sábado, 21 de marzo de 2009

CONVERSACION POR MSN con una Musa Colombiana de Rio Negro.


Para Karol Rojas hasta Colombia,
porque aprendió a volar sin más plumas que las manos.

Los escritores somos feos. No entiendo porque pueden cometer el sacrilegio de tomarle una foto a Gabriel García Márquez. Creí que nadie podría comprar una foto de algún escritor latinoamericano. A mi me gustaba ver fotos de paisajes, y por qué no, también de prostitutas de lujo con el conejito de PlayBoy, y algunas de cantantes mexicanas y Venezolanas, talvez algunas de esas modelos de Nuestro Diario, pero los escritores somos feos porque estamos llenos de sarro y de cálculos llenos de cascarones de barcazas antiguas como si fuéramos caracoles o cangrejos ermitaños, llenos de telarañas, llenos de musgo y ciegos de tanto leer libros, llenos de piedras de tantos subterráneos, y llenos de mujeres mutiladas y cabezas cortadas de mareros o sicarios con los ojos abiertos y sonrientes, llenos de calles y chicles.
Estamos llenos de una pasta negra parecida al petróleo y llenos de desperdicios. Estamos aislados de tanto estar tan cerca somos una cárcel muy bien transpuesta contra las urbes y las ciudades repletas de publicidad barata y anuncios de prestamos inmediatos, estamos solos y estamos perdidos, nos tratamos de matar a veces por diversión, estamos hundidos, hundidísimos, y perdidísimos, al final somos un poco mártires y lo malo es que nos gozamos con la idea de la inmortalidad en una sociedad que no sabe ni quienes somos y de qué sirve leer o la literatura, pero regresamos a nuestras pequeñas locuras y somos felices, vamos a la playa, le digo a todos, vamos, vamos. Vamos mujer, vamos a la mar, a verte entre la espuma y entre los corales, bucearte en fuego celestes y brazos azules, quiero verte empinada contra una burbuja y que sientas como brotan de la tierra los demonios con escamas.
Somos como dos extraterrestres, vos inventas señales matemáticas, y yo trato, desde otra galaxia a jugar con los planetas como canicas, me gusta mandar muchas estrellas fugaces a tus ojos, quemarte un poco con mi oficio, tratar de encontrarte entre mis juguetes favoritos.


Me encontraras en todas partes y no solo llegan estrellas fugaces a mis ojos, llega el mar que tu presientes y la luna que te habita como carroza y como habitación mediterránea.

La vía Láctea es muy interesante en el verano, cuando los patinadores siderales tratan de hacer slices entre todos; bailarinas cósmicas desnudas de luna, juegan con los Ovnis, pero eso es en verano, en invierno pienso en vos, y entonces salto de planeta en planeta y llego hasta tu tierra.

Me voy con vos, me voy con vos hasta desnuda, sin más pertenencias que la memoria

Es que estoy jugando con palabras, le digo, y la dejo escribir en el Messenger otra
línea.

Sueño Vangelis con una Foto de Antigua Guatemala


He llegado muchas veces a la Antigua[1]. He llegado como esperando una revelación. He llegado solo o acompañado. He dormido en pequeños hoteles para mochileros donde hemos bebido vino con los amigos y luego la luna se nos vuelve como una almohada llena de plumas de ganso. Me he enamorado en la antigua. He bailado. He caminado por sus calles. He sufrido de angustia, quizás ebrio, quizás harto y con dinero. Pero siempre he sentido algo por el parque. Alguna vez me quede por horas en el parque viendo salir de los pechos de las sirenas toda el agua de la tierra. He visto contemplativamente la catedral y sus santos parados y quietos, de piedra, antiguos y serenos. Como la música de Vangelis las copas de los árboles trascienden ante un tiempo inventado, las agujas y la música son parte de la temporada, pero las flores violáceas de la Jacaranda caen en un vuelo lento como aeroplanos etéreos, siguiendo siempre el instinto de las pasiones o del recuerdo, locas en alucinaciones cartográficas, lejanas de toda matemática, abstractas y sin lujuria, sino con esa música intermitente que las aves también respetan. El olor a mundo. El sabor de los planetas violados por los colores y el silencio. Las grandes estrellas que se refugian en el agua o los caminos con giros de serpiente. Los puentes que logra la flor son impredecibles y también, como dicen los poetas anodinos, imprescindibles para entender el parque y sus mujeres sonrientes. El bullicio es leve, el mar alcanza la plaza y nos baña con su fresca espuma de plumas.

[1] Antigua Guatemala, Zacatepequez.

jueves, 19 de marzo de 2009

TRAGEDIA Y SACRILEGIO (SOBRE UN INCIDENTE EN FACULTAD DE HUMANIDADES)




En el año 2003 entré a la Universidad de San Carlos de Guatemala. Ese mismo año quise participar en la Huelga de Dolores. Todavía se hacía talacha y muchos adolescentes sin empleo, algunos que ni soñaban con entrar a la universidad, eran parte del grupo de encapuchados. Pero también se inscribieron jóvenes escritores y algunos curiosos que buscaban la experiencia Sancarlista. Íbamos a todos lados. Yo me fui hasta el puerto sin pagar, sólo, y con mi bote morado. Era una experiencia extraña ir encapuchado, algunas colegialas le daban a uno dinero por quitarse la capucha y los más vivos hasta les dábamos un beso. Los compañeros de la asociación eran un grupo de buenos estudiantes, uno de ellos escritor, el otro bufón y los demás alegres bebedores. Invitábamos a bailar a las compañeras y los sábados era alegre tomarse los tragos con toda esta pandilla de ingenieros del lenguaje, pero que veían en el fondo la Huelga de Dolores que ya no tenía una razón de ser, y a falta de una clara función social, se volvía año con año una premeditada forma de sabotear al sistema, traicionar los ideales de una utopía, y volverse una quimera para entretener con mal gusto, glamour sucio, y vulgaridad.
De todo esto me recordaba al ver, frente a la Facultad de Humanidades a un grupo de encapuchados con togas negras retando sin tregua a un estudiante. El espectáculo era una tragedia y sacrilegio. Nadie quería quedarse a ver como terminaba aquello. Uno de los estudiantes de arte salió con la playera rota gritándoles a los del Honorable Comité de la Huelga de todos los Dolores ¡Concientes inconsecuentes! , poco después los encapuchados de negro habían desaparecido. También nosotros nos habíamos retirado comentando todo eso. De alguna manera sabía que eso no terminaría allí. Unos días después, para la lectura de boletín, los mismos de negro llegaron a disparar frente a la Facultad de Humanidades.
Al finalizar el año 2008, muchos estábamos preocupados de que fueran a privatizar la universidad, hoy seguimos preocupados, porque vemos con impotencia como se derrumba algo que otros levantaron con tanta sangre y sacrificios. El mundo esta podrido, pero sabemos que los gusanos se vuelven mariposas, que la mierda sirve de abono y que la destrucción gradual es necesaria para dar paso a la nueva creación.

Guatemala 19/03/09

lunes, 16 de marzo de 2009

LA PUERTA ROJA


Mi madre le daba comida al Bacho, cada vez que éste llegaba muy borracho pidiendo una moneda. Era típico, era un borracho sin un centavo, sucio de banquetas y con los pómulos reventados, moreno, melancólico y mañoso. De vez en cuando, le hacía el favor a mi madre de irle a tirar la basura, otras veces, la dejaba tirada en la esquina. Muchos borrachos de la zona cinco se juntaba en La Puerta Roja, una cantina multitudinaria a donde llegaban borrachos de todas las colonias, hasta de Jardines, pues las conversaciones eran sobre dolores renales, medicinas naturales para curar la cirrosis, sopas especiales para la cruda, licores clandestinos, fechas de difuntos ilustres, amigos en común y las nostalgias de los años en una vida de parrandas humildes y visiones excesivas. A mi me gustaba llegar a comprar a esa tienda porque los bolos eran buenos y siempre andaban regalando su pisto a los patojos. Me contaron que una tarde llegó un bolito como el Bacho y se veía muy mal, estaba pálido y sin un len; a su lado estaba un finquero muy conocido por sus bromas y al ver al bolito le ofreció, no un trago, sino siete, advirtiéndole que si no se tomaba los siete de un solo, los tenía que pagar el mismo, pero si se los tomaba todo serían a cuenta de el. El bolito aceptó y se echó el primero, el segundo, y así hasta llegar al séptimo, se le vio feliz de haberle ganado el reto al orgulloso finquero. El finquero le dio la mano y dándole un abrazo estaba, cuando el bolito no se contuvo y con un sonido gutural devolvió los tragos con un vomito sangriento que le dejo manchado el pecho al finquero, que oyó el ultimo suspiro del bolito en el oído. Esta historia era comentada mucho después de todo, y los bolitos ya no aceptaban retos de ninguno, tomaban en pachitas el alcohol puro para sanar heridas, porque las heridas de ellos eran muy profundas y no habrían cicatrizado ni con todo el tiempo del mundo.

Todavía cuando llego a la zona cinco veo al Bacho, ese borracho inmortal que se terminará bebiendo todo el ron de La Puerta Roja. A veces hablaba que caminaba sobre la bruma, que su reino no es de este mundo, que puede hablar en otra lengua, pero todos sabemos que es el alcohol de la mala vida.


Guatemala 13/03/09

martes, 10 de marzo de 2009

CARTA Y BALA 9mm.


Moi je t'ai donné la tua donna.
Berlusconi a Sarkozy, en secreto.

Nicolas Sarkozy es presidente de Francia desde hace dos años. Lo conocemos porque se casó con Carla Bruni, una modelo e insipiente cantante de nombre seductor, que además muchos recuerdan muy bien por sus fotos desnuda. También sabemos de Sarkozy, que no fue muy bien recibido cuando tomó posesión de la presidencia pues en toda Francia hubo levantamientos de jóvenes de diferentes tendencias políticas. Hace unos días, me quede muy pensativo por la carta y la bala de 9mm, que le enviaron. Dicen que las frases son fuertes y con una mala ortografía, también la aducen a un enfermo mental.
Quedo en el olvido
François Mitterrand y Chirac, quienes jugaron un papel importante para América Latina. Mitterrand, escritor y amigo incondicional de las revoluciones, siempre extendió la mano a las minorías en Latinoamérica, y quedo registrado en varias notas de prensa a lo largo de esos años.
Yo no sé de política internacional. Sé lo que he encontrado en las notas de prensa de los escritores que armonizan con esta región del mundo. Siempre he creído que Francia es una buena amiga, porque se ha mantenido atenta a lo que pasa en Guatemala y sobre lo que ocurre en la sociedad. Tasso Hadjidodou, es una personalidad importante en este discurso sobre la cooperación francesa. Muchos franceses se han quedado a vivir en Guatemala y han motivado el arte y la cultura con verdadera dedicación.
Me gusta lo que leo del pueblo francés, sueño con Paris mientras escribo esta sencilla nota, y espero que el pueblo más culto de la tierra, donde el amor se refleja en el Sena, donde tantos hermanos latinoamericanos recobraron la esperanza en la humanidad, vuelva tras los pasos de un gobierno inteligente.

sábado, 7 de marzo de 2009

JESUS ERA POETA


Jesús era poeta. Tenía a los profetas, los salmos y el Eclesiastés. Era poeta cuando sanaba paralíticos con sólo decir las palabras. Las palabras no eran las que sanaban sino la poesía.

martes, 3 de marzo de 2009

La Mujer del tamaño del Mundo



Para los Iletrados, santos corrompidos.

Tenía tres bocas, dos de ellas comían imágenes de luz. La otra, la última, hablaba lo que las dos bocas primeras veían.
Eras habían pasado, talvez siglos, tras ella y delante de ella; mas ahora veía con desinterés la llegada del fin del mundo. Tenía entre las piernas una luz tierna de donde salían jinetes manchados de menstruaciones. Con una de la bocas, que también eran ojos y oían, la bestia hurgaba entre los pelos del prominente clítoris buscando pequeñas perlas que brotaban entre un flujo pestilente, que llenaba la tierra de un profano olor a muerte, desde la mañana hasta el anochecer. Grandes y maravillosas palabras decía la bestia desde sus dos orificios. Todos los hombres del mundo la veían pasearse con su cuerpo desnudo por los cinco continentes, y en todos los rincones de la tierra oyeron las palabras obscenas que le salían del culo a la ramera como pedos pútridos. Cuando se cansaba de hablar pestes, se volteaba sobre el mar y parecía una isla. Pero en los peores días de la tierra mato con sus pezones prominentes a muchos valientes que trataban de vencerla con sus encantos beligerantes. Muchos temerosos también murieron, pero sus cuerpos nunca fueron encontrados, pues se cuenta que la hembra monstruosa caza de noche hombres miedosos, pues son ellos los únicos que jamás han visto a una mujer desnuda ni por casualidad. Dicen también, la mayoría de mujeres vividas, que esta inconcebible mujer libertina, hacía en otros tiempos poemas de amor para el príncipe de los mortales. Los hombres que jamás conocieron mujer, le temieron hasta desaparecer. A mí, que me ha tocado escribir tan extraña historia, me consta su locura, pero el que tenga oídos para oír, oiga.


Lester Oliveros Ramírez 03/03/2009

sábado, 28 de febrero de 2009

SHARK LIKE GIRL



Desde que la conocí sabía que sería muy breve. Ella estaba de vacaciones, y al mismo tiempo, trabajando de voluntaria para una organización que se sostenía con donativos de gente de todo el mundo, aunque principalmente de Norte América. Yo trabajaba por un sueldo simbólico y aprendía mucho sobre la gente que trabajaba de una forma lamentable en el basurero municipal de la ciudad. Aprendí mucho de los niños de esa área y mucho más del coraje de las madres solteras y las adolescentes con ilusiones.
En éste lugar agradable tuve el trabajo más idílico y lúdico que jamás imaginé: contar cuentos. Atendía una biblioteca donde organizaba cientos de historias para niños y donde encontré unos relatos alucinantes que luego leíamos y comentábamos. Me sorprendió que a la mayoría le gustara estar en la biblioteca y eran los maestros, para mi sorpresa, a los que no les gustaba la lectura y muchas veces lograban que llevar a sus alumnos a leer fuera el acto más inútil del día. Aún así organizaba lecturas en público y lamenté algunos comentarios fuertes de algunos compañeros.
Una tarde llegó a la biblioteca esta muchacha norteamericana con su saludable sonrisa y sus ojos de niña traviesa y me regaló una pulsera artesanal. Iba con una niña del proyecto y se rieron como cómplices sin decirme nada más. A mi me pareció una de esas extranjeras alocadas que pasan por el mundo coleccionando souvenirs, aunque luego pensé que debía tener los ojos más dulces que había visto en la vida, y que no era un brillo para dudar, sino para confiar en el mañana. Así que al otro día, pese a mi timidez, la saludé y le mostré la pulsera como si fuera un pacto de fraternidad. Me sonrió, y pude ver su desordenado cabello rizado brillando como una corona áurea como la de los Cupidos de alguna pintura del renacimiento. Trabajamos con los niños y servimos comidas a las madres y en un receso terminamos uno a la par del otro. Lo primero que le pregunté fue su nombre, hice una broma con su apellido por algunas declaraciones de Michael Moore; luego, al final, llegó corriendo hasta donde estaba y me dijo en su español atípico, que si podía llegar a Antigua para una fiesta.
El día convenido me dijo que su madre iba estar con ella en la fuente del parque. A mi me pareció extraño que una norteamericana invitara a sus padres a la fiesta, pues ninguna amiga anterior lo había siquiera considerado. Ella estaba frente a esa monumental fuente de piedra con sirenas sosteniéndose los pechos, por donde saltaba, de cada pezón, un chorro de agua. Al verme sonrió aliviada. Me presentó a su madre y a sus amigas y no me sentí tan incomodo como me imaginé y enseguida fuimos a Deja-Vu, Café de una amiga, en donde, para mi buena fortuna, planeaba una exposición de algunas acuarelas que pintaba en la biblioteca en los ratos libres. Tomamos agua mineral y la señora se centro en temas políticos y yo le respondía sin desconfianza lo más honesto que podía. Con mi malísimo ingles trataba de ordenar frases cortas. Ellos eran considerados y parecían entenderme, lo mismo que yo hacía con su español, así que nos considerábamos mutuamente. Ida estaba muy feliz. Me contó que estaba dudando que yo llegara, porque un año antes había invitado a otro amigo y no había llegado. Yo no estaba muy seguro de lo que estaba haciendo y pensé en seguida que tendría que ser amable hasta la media noche, porque no sabía como preguntarle a Ida si su madre nos iba acompañar a algo más que al agua mineral.
Les enseñé mis acuarelas y quedaron muy impresionados. Realmente les gustaban los colores, pero no sé hasta que punto me lo merecía, para mi eran experimentos fáciles con temas infantiles. Para esa fecha tenía una invitación a presentarlas, nada menos que en la Embajada de Estados Unidos, por medio de Elisa Bonfoid, una elegante mujer que también había elogiado mis pinturas hasta compararlas con las de Pablo Picasso. Para ser honesto eran replicas automáticas de los tonos de algunos cuadros del gran pintor, que además admiraba, y sobre todo, no quería ofender con colgarme yo mismo un titulo que no merecía. Era entonces un complot de visitantes y extranjeros fascinados. Yo nada más me quedaba callado, viendo con curiosidad a estos norteamericanos que tenían el dinero para estar en los Champs Elysees en Paris, y por lo tanto no les importaba estar escondidos en una ciudad a punto de derrumbarse.
Mi ansiedad cesó cuando Ida me dijo que iba a dejar a su mamá a un Tuc-Tuc. Caminamos con Becka y Robyn (que por cierto era un nombre de mujer), y llegamos a la Sin Ventura. Me di cuenta en seguida que necesitaba una cerveza. Vi a Becka y me asombró la perfección cinematográfica de sus facciones, era de esas jóvenes que uno ve en cualquier película norteamericana. Era bella. Me enteré que la amiga, había sido su maestra en el último grado de la High School, y no era para nada atractiva, sino un tanto varonil. Poco después apareció Ida. Me di cuenta además que sería una noche bizarra porque estaba sin querer, solo, rodeado de extranjeros, con una amiga que aún no conocía. Como sucede siempre le pregunte sobre muchas cosas que pensaba escribir luego, y me dio mucho gusto que me entendiera en español pues mi torpeza con el ingles era evidente. Aún no me había contado sobre su novio, ni sobre su vida en Carolina del Norte, ni sobre su gran cariño a los niños en el proyecto en la zona del basurero, ni sobre su vocación romántica, pero cuando empezamos a bailar empezó un gran reloj la cuenta regresiva de nuestro breve amor de dos días.
Hoy la recuerdo, porque entre todos los amores que he tenido, nunca tuve uno más breve, en la mejor época de mi vida.

Lester Giovanni Oliveros Ramírez
Guatemala 27/02/09

miércoles, 25 de febrero de 2009

PURO HUMO (a proposito de la ley anti-tabaco)






Los prometeos modernos, son dueños del fuego y del poético humo de tabaco por muy poco, en la antigüedad les hubiera costado la vida antes de desarrollar un cáncer.
Yo empecé a fumar desde que empecé a leer a Julio Verne (podría decir que desde que empecé a leer), y eso fue hace mucho. Mi primer cigarro lo encontré tirado, aún encendido, y al hacer el golpe, vaya que me golpeó. Tosí por mucho tiempo aún con el cigarrillo en la mano. Hasta que una noche encendí un Marlboro mentolado y fumé libre de tos, aunque asediado, a los tres jalones, por un mareo embriagante que podía perder a cualquiera en una siesta mortal. Ahora lo recuerdo, mi primer cigarrillo fue un cigarro que mi papá dejó tirado. Antes de eso aprendí en la escuela a fabricar un cigarro casi real hecho de papel bond y crayones de colores. No todos los niños hacían esto. Yo lo veía en mi padre los fines de semana en los que llegaba con unas cervezas entre pecho y espalda y su cigarro Rubios entre los dedos.
El humo de cigarro siempre me resulto agradable. Me gusto también el nivel que confería. Todos los traiditos de las películas fumaban con un desinterés de gente mayor. Para un niño, ser mayor es una utopía. Uno cree que nunca podrá envejecer y ser respetado de verdad. El cigarrito entonces hacía su parte. Pocos amigos fumábamos, pero seriamos después los valentinos de nuestros propios largometrajes. Repetíamos los gestos y las formas de fumar de la gente grande, y tratábamos de hacer el número mayor de golpes sin sacar el humo. Otros intentaban guardarse el cabo de cigarro en la misma boca cuando pasaba el supervisor y muchos aprendieron a encenderlo con una mano. Eran trucos que no se aprendían en los ambientes domésticos, sino a plena calle entre rufianes con fama de maleantes. De alguna manera esotérica terminé caminando con gente mayor. Uno de mis amigos era un poeta que le gustaba ir al café Condesa en Antigua y escribir anuncios de publicidad inspirado en las bugambilias, o se entretenía en el bullicio desordenado de aquel calor humano. El cigarrito sabía muy bien entre un poema, talvez acompañado de una cerveza. Una cosa lleva a otra. El gusto se incomoda con el tabaco, y la cerveza lo limpia dejando una sensación de juventud en el paladar. Me gusto esta combinación de alquimia que me llevaría a trasmutar el viento en oro, o el fuego en tiempo. El cigarro además, se podía leer. Cuantas cosas leí en los cigarros y luego terminaba escribiendo. El cigarro es hablador. Confiesa muchos secretos del fumador. Algunas mujeres que fuman saben que el tabaco las acerca a algo espiritual. Una de mis tías es agnóstica y es la única que puede, como ninguno en la familia, leer el cigarro. Aún así nunca imaginó que en estos tiempos, el gobierno de Guatemala prohibiría un derecho de poca gente, hasta el punto de inventarse multas y penas mayores, que relevan en gravedad a la misma marihuana.
"Creo que fumar en pipa ayuda a pensar con serenidad y objetividad sobre todos los asuntos humanos"
Albert Einstein.

martes, 24 de febrero de 2009

MIEDO Y DESEO



Niña, tus manos son llamas, tus ojos como oscuras noches interiores. La vida es como un rugido de días y noches; la muerte silenciosa. Busqué en otros tiempos un claridad divina y encontré a una mujer desnuda sonriente en una cama. Me gusto desde pequeño hundirme en la semántica y perderme al borde de tu cuerpo, tímido y efímero. Oigo al final de todo los ecos vagabundos, la mirada de muchos niños sin zapatos, sostenidos por la desesperanza que es un pezón muy duro.
Niña, mi pequeña gatita, éste mundo es un desierto habitado por fantasmas, espejos que recortan partes de tu cuerpo y te limitan. Hacer lo correcto es transgredir la historia, morir un poco cada día es como beber un vaso de veneno diariamente. Al final lo que mata es otra cosa, algo oscuro que llevamos todos dentro. Un millón de años atrás murió una estrella, su luz aún no ha llegado a la tierra, una noche veremos esa llama nueva en la negra inmensidad. Y tú ahora tienes en los ojos miedo y deseo. Camina un poco por la memoria, recoge una hoja de un árbol y quédate por un segundo sintiendo lo que llevas dentro. Tal vez sientas el tiempo pasar y la luz del sol te recuerde que tienes tan sólo una noche y un día juntos. Lo demás, desdoblamiento, reflejo, pedazos de vidrio con mercurio.


Guatemala 24/02/09
Lester Oliveros.

viernes, 20 de febrero de 2009

POLLO CAMPERO Y UNA GOTA DE NOSTALGIA


Yo recuerdo que el hombre era como una sombra. Una sombra que entró con pies humanos, enfundado en un gabán sucio y mal oliente y con sus manos oscuras, sin detenerse a saludar, robó una pieza de Pollo Campero del plato de mi abuelita. Ella no dijo nada hasta verlo salir. Todos los que estábamos en la mesa lo vimos correr por séptima avenida y perderse para siempre en una esquina.
Ahora que mi abuela ha muerto, recuerdo que fue ella quien nos llevó por primera vez a Pollo Campero. Nos consintió con un postre de tartaleta. Fue en el Campero de la Sexta donde vimos el desfile de Paiz desde una ventana, donde mucha gente se fue sin pagar al ver que llegaba Mikey Mouse saludando a los niños que eran toda la multitud, pues hasta a mi abuela le brillaron los ojos aquella noche de publicidad y promoción inocente de todos los productos de esta empresa. Siempre que he vuelto a Campero recuerdo aquel episodio. A mi ya no me convence el sabor del pollo, ni el servicio; mi madre lo adora, porque como a todos, algo nos recuerda ese sabor alquímico de los años de amor verdadero.

No volvimos a ver al disipado hambriento, quizás era Dios que también se disfraza de vez en cuando para provar las nuevas promociones.

BOLETIN MES DE FEBRERO /Maurice Echeverria: El Surfer/ Ronald Flores: Pesadilla /Octavio Paz: Piedra de sol (fragmento) Comentario.




jueves, 19 de febrero de 2009

LOS PREMIOS, LOS VIAJES DE COLOM Y UN FANTASMA COMUNISTA


-Ayer, quiero contarles así en secreto, conocí a otro militante revolucionario que ya lleva unos años en la vida cotidiana de la ciudad. Habla con nostalgia de las estrategias de guerra, y dice con orgullo que era de la URNG. Me cuenta que trabaja ahora de cocinero y sirve muchos desayunos y muchos almuerzos al día. Me dice que se levanta a las cuatro de la mañana porque su empleo esta fuera de la capital, y que lo primero que oye, para empezar el día, es la bendita marimba. Se ve atlético y resuelto, aunque ya es un hombre maduro. Lleva una gorra con tres estrellas, una carita del Che, y un puño de banderitas a donde pudo viajar. Dice que conoció a Manuel Marulanda, a uno de Sendero Luminoso y que vio de lejos a Fidel Castro en la Habana. Habla aún de empezar un movimiento revolucionario porque cree que en Guatemala todavía no hay justicia. Tenía voz de líder. En un momento éramos como cuatro, al rato había diez personas comentando sobre todo. Imaginé una posible tertulia sobre libertad, arte y humanismo. Llevaba un libro de Pablo Monsanto, del cual, una señora leyó un párrafo con gusto. Todo esto paso en un momento, frente a una humilde venta de libros usados, tirados, viejitos, célebres, dormidos sobre la tierra.

-La Orden del Quetzal fue entregada a Raúl Castro, presidente de Cuba. Fidel estaba ocupado en disfrutar de la lectura que tanto le gusta.
Esto dice mucho del gobierno guatemalteco. En primer lugar que apoya a Cuba en su ideal político; por otro lado el presidente guatemalteco a viajado ya a cinco países en el mundo y a penas esta empezando su gestión; dice también que acaba de dividir al país en dos bandos, los que creen y los que no creen (por decirlo de forma divina). El presidente Alvaro Colom además ha pedido disculpas por unas tropas que se prepararon en Retalhulehu para invadir la Bahía de Cochinos y que fue un fracaso, así que el presidente mejor hubiera llegado con otro cuento, tal vez con el que uso su antepasado aventurero, diciendo que se había equivocado de ruta, que en realidad iba camino a la India. No sé si Fidel merecerá la Orden del Quetzal, no sé si la merecerá Raúl, pero una cosa si sé, que fue una noticia surrealista. Encontré un blogger que quería la orden del Quetzal, otros siete muchachos diciendo que ellos también la querían, y uno más sagaz invento su propia Orden. No creo que el gobierno este haciendo completamente bien su trabajo, se puede sentir en las calles. Tengo treinta y dos años de vivir en Guatemala, en esta región con una historia interesante para cualquier poeta o escritor en ciernes porque es una historia triste y violenta y eso es lamentable. Tengo el corazón partido después de treinta y dos años porque mi familia es una muestra de los divididos que estamos y que no nos detenemos a tratar de cambiar el rumbo, no por política, como le dije al amigo comunista, sino por humanismo, por amor tal vez.

-Por último, el amigo socialista y cocinero me dijo que el CACIF esta pensando la posibilidad de quitar las prestaciones. Lo esta pensando bien. Dice el amigo muchas cosas asombrosas, y al final habló que las maras las trajo un grupo de Israelíes cuando el gobierno de Guatemala les dio asilo. Quién sabe, es la primera vez que yo oigo eso.

viernes, 13 de febrero de 2009

ERNEST HEMINGWAY A PESAR DE LA MUERTE





Para colmo, el mal tiempo. Se nos echaba encima en un solo día, al acabarse el otoño. Teníamos que cerrar las ventanas de noche por la lluvia, y el viento frío arrancaba las hojas a los árboles de la place Contrescarpe. Las hojas se pudrían de lluvia por el suelo, y el viento arrojaba lluvias al gran autobús verde en la parada de término, y el Café des Amateurs se llenaba y el calor y el humo de dentro empañaban los cristales. Era un café tristón y mala sombra, y allí se agolpaban los borrachos del barrio y yo me guardaba de entrar porque olía a cuerpo sucio y la borrachera olía a acre.

Ernest Hemingway, Paris era una Fiesta.



Al terminar de leer Sun Olso Rises, de Ernest Hemingway en aquel Café Oro en medio de árboles y una agradable brisa, sentí lo que todos sienten por Hemigway: una gran devoción por un trabajo honesto, claro y sencillo. No había sentido interés de leer más de una vez algún libro, salvo Los Miserables de Víctor Hugo, tres veces, por el puro placer de revivir lo que había vivido a la primera leída.
Fiesta, el título en español que le asignaron a esta obra de Hemingway, la leía por segunda vez, y al terminarla entendí que debía ser uno de esos libros que jamás olvidaría.
La novela tiene un argumento sencillo. Podría ser la crónica de un viaje, la descripción de la fiesta de Pamplona, y la historia de lo efímero de la felicidad humana. Un grupo de expatriados norteamericanos son los protagonistas de esta historia; y una mujer liberal, glamorosa, y tan perdida como los otros que nunca se da cuenta del conflicto que desata en Robert Cohn y el narrador. Hemingway escribió esta novela con recuerdos de un viaje que hiciera el mismo a España, y al terminarlo le puso de epígrafe un verso de Eclesiastés y una frase que le dijera Gertrude Stein en una tarde que Hemingway la encontró de un humor terrible y le dijo “Todos ustedes sois una generación perdida”.
Hemingway había sido periodista del Toronto Star y enviaba cuentos a un periódico alemán, que era el único sitio donde le pagaban por unos poemas obscenos y sus primeros cuentos. Vivió en un cuarto en el que tenían el peor toilette que hayan visto. Todo lo soportaba por el gusto de escribir. En ese cuarto escribió Sun Olso Rises, y luego lo corrigió lejos del Paris sucio y adorable de esos años.
Me costo muy barato El Viejo y El Mar, de esos ejemplares que vendían hasta en la sexta avenida de la zona 1, en papel periódico, que valían ocho o diez quetzales. Toda la experiencia de un hombre a bordo de su propia barca en contra de todo, hasta del destino, y de cómo lucha con un formidable, hermoso y sobrenatural pez hasta la muerte, el desfallecimiento, y logra vencerlo con paciencia y técnica. Con un conocimiento de sus limites y de lo que puede hacer el pez por liberarse de eso que lo somete, y luego cómo el viejo debe pelear cuerpo a cuerpo contra la ira de los tiburones, solo, viejo, y sin más herramientas que su miserable remo. Una metáfora grandiosa donde se mostraba una destreza narrativa y técnicas mágicas como la del Iceberg, en la cual se escondían tres cuartas partes de la historia para darle fuerza al relato.
Muchos escritores latinoamericanos, entre ellos Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa y el bueno de Gabo Márquez, hablan en diferentes notas de prensa de su profunda admiración por su trabajo, por sus enseñanzas, por la disciplina que les enseño desde sus libros, y por el secreto conocimiento de las técnicas para recrear la ficción.
En Contra Viento y Marea, el escritor Vargas Llosa resalta párrafos de su libro A moveable Feast, en el que relata como escogía los lugares para escribir y el poder que ejercían las apuestas de caballo y las carreras. Sus viajes a África y el gusto por los deportes al aire libre. Vida la de Hemingway, galardonada con el placer de vivir en lugares disímiles y que a la vez, en sus obras cobran unidad, una unidad espiritual de la naturaleza humana.
Pero una de las más breves y cariñosas notas fue la de Gabriel García Márquez: nos habla de Hemigway en Un hombre ha muerto de muerte natural, sobre la muerte del escritor norteamericano luego de pegarse un tiro de escopeta. Gabo tenía un día de estar en México cuando fue notificado por un amigo. Recuerda la tragedia como algo que le marcó un antes y un después en su trabajo. Fue en esas notas de prensa donde me presento a su mentor con una admiración grande por la orfebrería de su lenguaje, y me enamoré de su prosa.
He leído Por quién doblan las campanas, A través del río y entre los árboles, todos o la mayoría de sus relatos, la entrevista que le hizo Georges Plimpton, del Paris Review. Que hoy estoy por terminar y es donde el maestro habla con tanta naturalidad de sus secretos de mago. Leí también Adiós a las armas, y finalmente Paris era una fiesta, que fue por mucho tiempo mi libro de cabecera, el que leía cuando algo me salía mal, cuando me sentía muy solo como una moneda de centavo en las manos de un millonario, cuando me cuestionaba la existencia, cuando quería escribir algo que valiera la pena tan sólo para mi. Allí estaba el libro que empezaba recorriendo Paris con una soltura juvenil y un amor tan intimo, un goce de cada trago de cerveza, cada sorbo del jugo de las ostras, cada conversación en las terrazas de Deux Magotts, cada lugar que nombraba de la ciudad francesa me llevo a inscribirme en los cursos de francés y a mirar ha Francia como destino, cuando toda mi familia idolatraba Norteamérica y hacía hasta lo imposible por ir a Los Ángeles. Ya antes pude sentir en Víctor Hugo ese pulso universal de Paris, y algunos textos de varios escritores latinoamericanos residentes en esta ciudad y revelados por un libro carísimo que sacó a la venta Editorial Norma, se llamaba La Ciudad de las Palabras y eran fotografías de un tal Daniel Mordzinsky, sin nada de novedoso y mucho de pretensión, pues los escritores nos son modelos de pasarela y algunos como Sábato o Nelida Piñon, y un Cesar Aira, salían como recientemente sacudidos por los sueños de una noche interminable (sin mencionar al triste tigre de Cabrera Infante que parecía un simio sabio sentado sobre una pila de libros). Sólo a mi se me ocurrió gastar plata en ese libro; pero me quedaron los textos de muchos latinos, entre ellos , Cortazar enfundado en la piel de un grizly y con unos lentes como lupas y con un texto a su manera, de que uno no elige la ciudad, sino la ciudad lo elige a uno, y que Paris es un ente vivo, viviente, donde la gente y el paisaje es una ósmosis que crece… y así se va el peludo, hasta su Rayuela donde la Maga encuentra al Horacio que le huye.
Tengo en lista de espera Muerte en la Tarde, y Tener o no Tener del Hemingway inolvidable, y espero leerlos antes de que se me termine el vino de la botella, es decir, es otro de mis propósitos para éste año, aparte de publicar unos cuentos.

viernes, 6 de febrero de 2009

MODA Y VANIDAD



Salvador Dalí fue uno de los grandes creadores españoles contemporáneos. Leí su biografía muchas veces y siempre me sorprendía más lo que no estaba escrito sobre él, o que talvez, yo no había encontrado aún en ningún libro. Fue un excéntrico y a los excéntricos les gusta el escándalo. Pude ver una de sus manifestaciones surrealistas en el Chien Andaluz, luego en YouTube pude encontrar unas entrevistas donde el artista, ya de mucha edad, defiende su teoría de la formación de todo por el acido oxiribonucleico, levanta las manos, se pone de pie, grita su nombre a la cámara y agita su báculo amenazador. Lo he visto saliendo de un huevo gigante de la mano de Gala, untándose un pomo de pintura de óleo en la cabeza y pintando tranquilamente. Dicen que fascinó a Alice Cooper porque entre todos los rockeros de aquella época, Dalí, que se hospedaba en ese hotel, era el que más escandalizaba a los huéspedes normales.
Lo que me han dicho de Salvador Dalí es, que de niño le gustaba tirarse de las escaleras y hacerse daño. Me contaron que las maestras siempre lo notaron como alguien muy anormal por esta práctica. También me dijeron que cuando miraba a alguno de sus compañeros comiendo chocolate le tiraba un puñetazo sin avisarle nada (esto no sé si es cierto). Me han dicho que murió virgen, que se masturbaba pese a los años, que le gustaba el dinero más que las mujeres, y también me dijeron que rompió una bañera en New York porque no estaba como el la quería para su muestra de arte.
Uno de los cuadros que más admiré de Dalí, cuando era su fan, era La Girafa en Llamas. Hay muchos cuadros grandiosos pero la publicidad siempre nos recordará La Persistencia de la Memoria, ese reloj de gelatina que se dobla sobre sí mismo.
No estoy seguro si todo lo que han hablado sobre Salvador Dalí es cierto, pero si fueran mentiras, creo que aún podemos inventar una más: Dalí no era de este mundo.

Muchos amigos de mi generacion teniamos algunos gustos en común: la musica de los Heroes del Silencio, Herman Hesse y Salvador Dalí, lo demás era moda o vanidad.


Guate 6/02/09

martes, 3 de febrero de 2009

Anti-AMOR



No todos los que pintan prostitutas logran semejante efecto.
Maurice Echeverría, las damiselas.

Las mujeres de Picasso las tengo muy presentes. Una de ellas, Dora, aparece en mi memoria con trazos silenciosos en la oscuridad de la noche, sin una sola estrella y una música sagrada. Muchos de los cuadros que el artista pinto sobre ella son una orgía de colores, armonizados, pero el que recuerdo es negro. Es cierto eso que dicen que cada mujer es distinta, cada una tiene una estética personal, una moral y un conflicto que la hace bella y vulnerable. Pablo Picasso siempre dijo que la pintura era más fuerte que el, y las mujeres eran parte de ese poder al que Picasso se rendía. En Surviving Picasso, Anthony Hopkins protagonizo dignamente a uno de los grandes pintores universales, que logró con su pintura un poema de cada mujer, un breve respiro de belleza en cada lienzo, y a Marie-Thérése Walter o a Jacqueline Roque las pinto en su mejor época, eternas para siempre en el amor incomprendido y egoísta, un antiamor que ni era sufrido, ni benigno, ni daba de sí, sino todo lo contrario y por eso era seductor, inextinguible y cegador. El minotauro que era Picasso conquisto lo imposible, en el año 1907, Les Mademoiselles d´Avignon, cambió la forma de ver el arte; fue su gran cuadro del exorcismo, porque pinto a las únicas mujeres anónimas, de las que no podría hacer un solo poema pues les faltaba un nombre y una historia. Ese cuadro es una elegía del amor libre.

miércoles, 28 de enero de 2009

TIEMPO LIBRE (READYMADE ANONIMO)







¿Será posible que los verdaderos artistas estén escondidos, felices, gozando solitariamente de sus creaciones, y de lo que imaginan? Es posible que los verdaderos artistas, sean anónimos artesanos que disfruten de doblar cucharas y tenedores, cuchillos y espátulas de cocina, posiblemente para hacer escorpiones, hormigas o tarántulas, avispas niqueladas, insectos blindados y sencillos, jamás imaginables a la hora del almuerzo.
Imaginé a Duchamp, si, a Marcel, ese que siempre me fascino, o mejor dicho, me extravió en un sin fin de conjeturas equivocadas al tratar de discernir (diría un sabio), su esencia, ese arte que a simple vista no era más que una rueda de bicicleta clavada a un banco de madera (o eso era lo que yo creía). Incluso llegué a pensar que ese no era arte sino una burla, un vil juego diabólico para hacerme creer que Goya era menos, o que Velásquez con tanto genio no había sido tan listo como yo pensaba. (Aquí comienza mi extravío) Fui directamente a la biblioteca donde he visto el más hermoso arte en láminas intactas (…la biblioteca del IGA), encontré a todos en fila, pero quise enajenarme un poco con Miró (no lo entendía, no sabía por qué razón aquello era arte… y me gustaban los colores, era un comienzo, si, y las formas, pero esas explicaciones de críticos y marchantes no las podía traducir a mi lenguaje). Fue leyendo a Andre Breton, ese manifiesto un poco desordenado..., y que una tarde se me prendió el foco, ¡eureka! Era lo primero, ¡era una broma! Marcel Duchamp tenía un sentido del humor profundo y elemental. De pronto vi la cabeza de toro de Picasso hecha con un sillón de bicicleta y un timón encontrados en la basura (jajaja), era increíble que el arte mayor estuviera despojado de erudición, de retórica (de pajas diría nuestro profesor). La rueda de bicicleta y horquilla montada sobre un banco no era más que una carcajada contra el establishment (...lo establecido pues, y también, si quieren, contra el merchandising, o eso que llaman los rockeros devotos: la comercialización. Es difícil de explicar, pero es sencillo al ver como el arte se vuelve elemental, minimalista, tan claro que parece complicado que sea posible.
A propósito de todo esto, hoy por mañana recibí un correo. Lo enviaba una compañera de clase. Ella adjunto fotos de unas suntuosas y mínimas esculturas hechas con puras cucharas, tenedores y cuchillos, que algunos ni les ponemos atención a la hora de la comida, pero, que éste anónimo artesano, herrero, que trabajó para la familia de esta compañera, vio como una posibilidad para crear con ellas algo de belleza. Me recordó a Duchamp, que se paseará por estas líneas algo conmovido. No sabemos el nombre del herrero. No queremos saberlo por ahora, creo que se perdería un poco de la magia por la que perdura El Lazarillo de Tormes, por poner sólo un ejemplo.


Foto adjunta de un Escorpión y una Hormiga, hecho con los materiales antes citados de acero inoxidable.

jueves, 22 de enero de 2009

HABITOS DE LOS ESCRITORES / SIMETRIAS ( I PARTE)


Cuando García Márquez nació, Juan Rulfo ya tendría 11 años, pero con el tiempo habría varias simetrías asombrosas en ellos. Una fue, que los dos nacieron en pueblos igualmente remotos; los dos, al paso del tiempo, se vieron involucrados igualmente en la literatura y finalmente en el cine. Pero, la que más vale para esta nota, es su marcada personalidad y hábitos. Es de todos sabido que tanto el colombiano como el escritor mexicano, por una falta de ortografía arrancaban la hoja de la máquina de escribir y la tiraban al basurero hecha una bola despreciable. Pero este simple hábito, dio de que hablar con el tiempo. El escritor bueno, se conoce más por lo que tira que por lo que publica, diría García Márquez en alguna entrevista, explicándose.
Rulfo, por su parte, y mucho antes que García Márquez, fue animado por sus amigos, uno de ellos, Efrén Hernández, quien lo aconsejo a que ya no siguiera destruyendo sus manuscritos. Así fue como Rulfo logró publicar Un pedazo de Noche, un fragmento de una novela que luego destruyó, y de la que solo sobrevivió lo publicado. Ahora es muy estudiado y quedó como signo, de lo que habría por venir con Pedro Páramo. En Colombia, unos años más tarde, un desgreñado y joven periodista se disponía a viajar a Italia, por la inverosímil enfermedad de un Papa; y mientras limpiaba su cuarto tropezó con unas hojas mecanografiadas, que revisó de prisa y juzgó que no merecían la eternidad… Así que las tiró al tacho de basura. Por suerte, estaba con él un amigo que trabajaba para un periódico, quien al ver aquello, las sacó del basurero y emprendió la lectura quedando asombrado del escrito, que inmediatamente pensó en publicar. García Márquez dijo que no se hacía responsable del título, que era solamente un monólogo de Isabel viendo llover en Macondo, y así quedó. Hoy día es uno de los cuentos más leídos y más hermosos de la literatura latinoamericana, y, a más de eso, es por el cuento que García Márquez ha recibido tantos elogios. Estos dos sucesos, relacionados, son una muestra de la verdadera vocación y una ejemplo real de los niveles que se exigían a si mismos. Luego, en el tiempo que llegó Márquez a México, su amigo y escritor, Álvaro Mutis, le prestó los únicos dos libros que publicaría Juan Rulfo, El llano en llamas y la novela Pedro Páramo.
- Lease esa vaina y aprenda a escribir -le dijo Mutis.
La novela de Rulfo dejó en un estado de encantamiento a García Márquez; se cuenta que podía recitar largos fragmentos de memoria. Finalmente García Márquez y Juan Rulfo se conocieron personalmente por su apasionado afecto al cine.

lunes, 19 de enero de 2009

EL ADIOS DE GEORGE


Sé que los seres humanos y los peces podrán coexistir en paz.

George W. Bush, opinando sobre asuntos exteriores

29-09-00



Así como muchos dirigentes latinoamericanos sueñan con una era que ya ha dejado su saldo de mártires y victimas, así, el presidente George W. Bush, soñó con impulsar a Norteamérica con las antiguas políticas torcidas en una época que ya no correspondía a la guerra, a la tiranía, ni a la mentira, ni al fanatismo.
El mundo lo sabe, y en cualquier lugar se referían a éste presidente como a un despreciable vampiro. Vi muchos dibujos en los que le sobresalían los colmillos y llevaba un aura transilvanica y le brillaban los negros y petroleados ojos satanicos.
Conocí la postura de los estudiantes alemanes, suecos y Franceses y, pude ver como los estudiantes europeos llegaban a odiar a los norteamericanos y en algunos casos los oía ofenderse por el conflicto de Bush en el medio oriente. Una rubia de ojos azules trató de defender la postura de su país y Janek, un alemán de metro noventa, la interrumpió casi gritándole que ya no podían seguir engañando a nadie y que era una gran mentira eso de las armas de destrucción masiva. El grupo de norteamericanos se fue, entre insultos y bromas. Julie, una amiga francesa me dijo que nadie quería a los norteamericanos en Europa desde hacía mucho tiempo. Yo le respondí que en Latinoamérica tampoco se les veía con buenos ojos.
El 43 presidente de los Estados Unidos es hijo del otro George, que también tuvo mucho que ganar en la guerra del golfo Pérsico y los bombardeos a Iraq, en donde también estuvieron de acuerdo muchos países por la liberación de Kuwait. Desde esa guerra la gente en la calle ya sabía que era un misil Patriot, cuales eran los jets F14, y muchos datos sobre la madre de las guerras (Um M'aārak), pero el más importante de todos fue su labor promocional. Luego de esa guerra a ninguno le cabía duda de que Estados Unidos tenía el ejército mayor y mejor armado del mundo, pero también, el más ignorante. Y esto preocupo a mucha gente.
Luego del 11 de septiembre para Estados Unidos ya nada fue igual que antes. Se dieron cuenta que para estar seguros no hacía falta cámaras ni guardias, ni armas, sino irse a vivir a otro planeta y cercarlo de poliuretano. Enfermaron de paranoia, y las victimas fueron los ciudadanos inocentes de una guerra entre poderes y muchos dólares. La crisis no sólo es económica en este país, es moral y es interna. George olvido a las generaciones jóvenes y más de 16 millones de adictos a las drogas heredaran los puestos de trabajo en el futuro sin contar con los alcohólicos, mal preparados, inválidos del alma y cercenados de la conciencia.
Particularmente aplaudo a la sociedad norteamericana por su decisión en el 2008. Obama es de raza negra, brillante, sobrio y con una visión general, herencia de la misma historia de los estadounidenses. Estos últimos días de diciembre leí Luz de Agosto, una novela que describe la muerte gradual de una sociedad racista, ignorante y desafortunada, y se basa en la vida de Christmas, un hombre aparentemente blanco, pero que llevaba en sus venas sangre negra, lo que lo arrastra en busca de la muerte. La novela es de William Faulkner y retrata la historia norteamericana que no nos revelan en Friends o en Seinfeld. La historia verdadera de los Estados Unidos, aún esta por verse, no lo puedo imaginar, luego de un presidente semi analfabeto (según palabras de Michael Moore), ahora ocupara el cargo un brillante estadista, el primer afroamericano, casado con una abogada de Harvard, Michelle LaVaughn Robinson, doctorada tres años antes que el futuro presidente.
El retiro de George será abominable. Imagino que en lo que menos va a pensar es en los muertos, en la conciencia, o en absurdos remordimientos para románticos e idealistas…, me recuerda mucho a los glamorosos dictadores latinoamericanos. El arma de destrucción masiva, como lo ha comprobado la sociedad norteamericana fue la ignorancia y el poder.
In god we trust.

Guatemala 19/01/09
Lester Oliveros R.

jueves, 15 de enero de 2009

MAS SOBRE LOS POBRES, EL NUEVO PREMIO NOBEL DE LITERATURA, Y LA CRISIS MUNDIAL II




“Cómo es posible por una parte, por ejemplo, comportarse como si nada en la Tierra fuera más importante que la literatura, y por otra parte darse cuenta de que la gente sólo quiere vencer al hambre y que necesariamente consideraran que la cosa más importante es lo que puedan conseguir al final del mes. Debido a esto es que él (el escritor) se confronta con una paradoja: mientras lo que él quiere es escribir para aquellos que pasan hambre, luego descubre que sólo aquellos que tienen los recursos para comer son los que notarán su existencia”
Stig Dagerman , The Writer and Consciousnes.


Es muy curioso, pero para los pobres jamás ha existido una política en la que puedan confiar; nunca ha habido crisis para ellos, pues siempre viven en ella y a fuerza de milagros para sobrevivir se han acostumbrado a los desvelos, y es seguro, que no han notado que ahora los pueblos del primer mundo se quejan como niñas, y otros, en la bolsa de New York, ya se orinaron en los pantalones.

Es natural, los pobres no saben ni de religión, ni de política, y mucho menos de alzas y bajas en las divisas extranjeras. Esto los salva de mucho, y los condena al mismo tiempo.
Los marginados de la tierra están preparados para lo que viene. No hay más que ver sus bunker y oler sus habitaciones, hechas para la guerra miserable del abandono y la tristeza. Son ellos los que salvaran a muchos del suicidio, pues saldrán de los barrancos con una doctrina de calma sobrenatural. Mientras en Wall Street se tiran del piso noventa, y en Japón celebran con Sake, en algunos asentamientos humanos habrá también alegría. Los pobres no se encolerizan contra naciones enteras, ni contra banderas, ni contra ideologías, a penas pueden manejar el odio de los demás.
Si así no fuera, los pobres saldrán de sus favelas con armas inútiles a tratar de asaltar a sus hermanos. Saquearan lo que puedan y esperaran la hora más sola y silenciosa, y trataran de volverse mucho más malévolos que los mismos explotadores de quienes irán por venganza. Pero los pobres también rezaran para que les vaya bien. Los pobres no saben de teología pero si saben lo que es el hambre, y cualquiera que sepa lo que esto es, sabe que en esa región no hay ley ni culpa, sino un inevitable deseo de sobrevivir.
Esta crisis no es para pobres. Los únicos que se han quejado son los más ricos de la tierra. Los pobres ya saben de carencias, solo es cuestión de tiempo para que incluyan en su dieta nuevas y más exóticas recetas. Lo que nos violenta la conciencia, es imaginar tan solo la mirada de los niños del futuro en su nuevo reino destruido.

PD.
El nuevo premio Nóbel de Literatura es Jean-Marie Gustave Le Clézio, es el decimocuarto francés que gana tal premio. En su discurso fluyen los campos de guerra, el gusto por los libros y una esperanza aguda para superar esta temporada criminal. Por cierto, menciono a Juan Rulfo por El Llano en Llamas y Pedro Paramo; también menciono a Miguel Ángel Asturias.

Guatemala 15/1/2009

miércoles, 14 de enero de 2009

A proposito de la Paz, el Cristo Negro, Hemingway y los Pobres.



Pero París era una muy vieja ciudad y nosotros éramos jóvenes, y allí nada era sencillo, ni siquiera el ser pobre, ni el dinero ganado de pronto, ni la luz de la luna, ni el bien ni el mal, ni la respiración de una persona tendida a mi lado bajo la luz de la luna. Pero París era una muy vieja ciudad y nosotros éramos jóvenes, y allí nada era sencillo, ni siquiera el ser pobre, ni el dinero ganado de pronto, ni la luz de la luna, ni el bien ni el mal, ni la respiración de una persona tendida a mi lado bajo la luz de la luna.
Ernest Hemigway, Paris era una Fiesta


Aunque le enoje a todo el mundo, el pobre tiene los cielos abiertos como el niño. El pobre puede que no tenga para comer pero no sufre enfermedades. El pobre es bueno por naturaleza y no tiene que inventarse dos conciencias. El pobre no tiene dos caras, con una le basta y le sobra para levantarse en las mañanas. El pobre no es tan pobre como cuando llega a tener algo, entonces si se vuelve pobre si no comparte lo que tiene. Picasso decía que el quería llegar a tener suficiente dinero para disfrutar la vida como cuando era pobre, y lo hizo. García Márquez que siempre le faltaron cinco centavos para todo, cuando tuvo todo, le dio por la nostalgia y escribía de cuando era pobre; lo mismo le pasó a Hemigway que dijo al final de su última novela, que aquellos tiempos en Paris “de cuando eran muy pobres y muy felices”.
Es la doctrina de un hombre que vino al mundo en un pesebre, que no es más que un chiquero donde dormían los animales de trabajo, siéndolo todo, el hijo de Dios; y de tan bueno, murió en una cruz sudando sangre. Los ricos son pobres sin memoria. Quiera Dios mover al mundo a la fraternidad, al verdadero sentido de la vida. Facundo Cabral, o tanto escritor viajero, sabe que nunca necesitaron dinero para vivir una vida abundante, tan solo dejarse llevar por lo que mas querían. La pobreza para Jesús siempre fue una oportunidad para que no se acabara el cielo. Una vez dijo que el reino de los cielo se había acercado, como nunca invito a pedir, invito a tocar, invito a buscar, porque todo aquel que busca haya, al que toca le abren, y al que pide se le da, dijo. No me puedo imaginar una doctrina más lejos del capitalismo que la religión cristiana. Por eso, no me puedo imaginar a predicadores con guardaespaldas, ni a profetas con Hummers, ni a iglesias donde se predica el dar sin compartir con los más necesitados. Para la Madre Teresa todos los pobres eran santos, en medio de los basureros de Calcuta, logro volverse ante el mundo amiga intima de Dios.



14/1/2009

martes, 13 de enero de 2009

7 CARAS CONOCIDAS





Esto me dijo mi madre un día “mira hijo en el mundo hay siete caras conocidas, es que de uno hay siete caras iguales regadas por otros países, por otras tierras, siete caras iguales que sos tu, y que seria algo así como una breve inmortalidad, ínfima omnipresencia, débil, todopoderosa”.
Yo imaginé a muchos como yo que hablaban en otra lengua, pero que todos éramos diferentes -no necesariamente iguales por dentro -quizás por fuera nuestros rostros eran iguales, repetidos, pero por dentro éramos otros, hechos por diferentes obsesiones y deseos, insatisfacciones o pasiones disímiles que nos daban diferentes satisfacciones.
Todo se fue confirmando en reuniones de trabajo, en fiestas de fin de año, o en cafeterías o discotecas, alguien, siempre me decía, vos te pareces a alguien que yo conozco, es que son iguales. Me decían el nombre de la persona y definitivamente no lo conocía. Eso me pasaba siempre, hasta que llegue a jugar con la posibilidad de que un doble mió, mejor educado que yo, sin ningún afán de reconocimiento andaba por todos lados haciéndome quedar bien sin darse cuenta. Pensé que talvez el pensaba algo sobre mi “por ahí anda uno como yo, menos educado que yo, que me esta haciendo quedar mal”. Entonces, para confundir un poco a todos esos amigos de farra que me dirían que me parecía a alguien que ellos conocían, me cambiaba de look: compré unos lentes oscuros, me deje crecer el pelo, me deje crecer la barba, y cuando eso no funcionó me rape, me colgué aretes en las orejas, me puse aretes en la ceja, me pinte los ojos de negro como T.S. Eliot, me ponía ropa vieja, y aún así, había siempre alguien que decía que yo me parecía a alguien que conocía. Era frustrante, pero luego lo tome a broma, cuando le conté a mi madre y me recordó lo de las siete caras conocidas. Me recordó que por el mundo había siete caras conocidas, siete yo que hablaban diferentes lenguas, pero entonces caí en la cuenta, que según la frecuencia de mis apariciones, todos mis caras conocidas por algún infortunio de la economía estaban aún en Guatemala.

PD. Estoy leyendo La Casa de las bellas Durmientes de Kawabata, espero terminarla antes de que empiecen las clases en la Universidad y venga Aquiles, la mar, la guerra y los valientes versos de Homero.


Guatemala 13/1/09
Lester Oliveros Ramírez

jueves, 8 de enero de 2009

CUENTO SIN PERSONAJES




Esas sombras desaparecen en mi cuento sin personajes.
A.Marre

La casa de tres pisos, angosta y blanca como si la acabaran de construir, transportaba en graderías en espiral un aliento a humedad y cosas olvidadas. Desde la terraza el viento era perpetuo y uno podía ver como los carros pasaban de este lado de la calle y por la avenida. Imaginó la soledad y luego la vivió, era tan evidente la ciudad llena de casas y terrazas similares, desde donde se podía ver el mundo naciendo y los pechos de la tierra arrojando nubedales y copos de fuego. Lazos cruzados de esquina a esquina donde colgaban la ropa las inquilinas y los solitarios inventaban conexiones. Irresponsables de todo, ellos también habían bebido su vino barato y habían jugado juegos criminales con el afán del buen sexo, y besado el piso en el éxtasis del erotismo. Desde la terraza mohosa con manchas de líquenes y hongos, el mundo era un cuadro de Mondrian y el cielo una fugaz feria de algodones de dulce. Los cuartos estaban intactos. Las camas muy limpias, y los pisos brillaban. Las cosas que no se usan nunca se gastan, y los hombres que nunca nacen siguen siendo inmortales. En la esquina sin nadie camino el viento y paso de largo por los semáforos. Por los puentes y los desniveles vagabundeaban mariposas. Un esqueleto de una mujer flotaba sobre el viento y los claveles secos se volvían puro polvo como el humo. Era una casa nueva. Sus puertas no habían sido forzadas, sus camas no habían sido golpeadas ni habían aflojado las junturas de los empalmes, ni los tornillos, ni los clavos habían cedido a la furia de los amores. Era nueva y blanca. Los únicos habitantes de este mundo eran las cosas húmedas y recónditas acumulando polvo y tiempo, y el viento iluminado que subía diariamente las escaleras y se tiraba de cabeza contra el pavimento azul.

Guatemala 8/1/2009

domingo, 4 de enero de 2009

JE REVIENS

A LÁ MAISON DE LA MÉRE
[1].


Entre.
Adentro estaba yo mirando para afuera,
soñando con el más allá, imaginado rutas,
inventando reencuentros e infinitos extravíos
que dibujaba en cuadernos usando palabras.

Todo estaba intacto,
la música reciente del despertar,
las camas sin recuerdos, las paredes blancas,
los rincones llenos de cabellos revueltos,
el techo manchado de esperanzas golpeadas.

Todo el recuerdo era de crímenes,
–los parientes de la noche sin aves,
familias perdidas en la semántica del odio –,
sangre nebulosa flotando en las pesadillas engavetadas,
las manos guardadas para futuras
muestras de amor.

Encontré que no había lugar para mí,
algo sutil y místico que había expulsado,
he vuelto sólo para acompañar a mi fantasma viendo para la calle,
le he motivado para que de el primer paso, o que salte
vestido de rojo, o pintado de algún color sangriento,
y me ha visto tan sonriente, familiar y antiguo,
rodeado de cosas materiales, infinitamente mohoso y húmedo,
como un rincón frente a la luz que permanece oculto.
Me fui.


Guatemala 04/1/2009
[1] Regreso a la casa de la madre.

Picto—grafías

Hace años, Javier Payeras me dio el consejo de leer el ABC of Reading de un exiliado norteamericano en Paris, llamado naturalmente: Ezra...