sábado, 26 de septiembre de 2020

CANTINA SECRETA



A: S. P.//D.L.

Empezaba a dejar las iglesias
y Herman Hesse ocupaba mi tiempo libre.
Debajo de Dios
de la mano de Pearl Jam
contra la espuma
extendí mi alma.
Me llegó un día
la maña de escribir versos diabólicos
hasta la puerta de un budista calvo
que nos ofrecía con cinismo café o te
mientras nos leía sus epitafios asturianos.
Llego el 2000
una crisis interna me marcó
ya no contra la espuma
y pude ver en Peñalba
la carroña de los buitres
leyendo a Huidobro.
Todo es muy confuso.
II
Lo último que me regaló
luego de compartir café en MacDonalds
y versículos de la Biblia
fue una carterita de fósforos
que tuve que recoger del suelo.
La verdad es que
cuando se cambió de nombre
y cambio de vestuario
parecía que ya hubiera muerto
y muchos lo tomaron por un resucitado.
Pero a pesar de ser poeta
y de llenar su casa con libros y libros
hojas escritas a mano y discos de argentinos desquiciados
todavía le faltaba esa fama de fantasma que deseaba
ese halito de extraño
ese arquetipo de personaje de Tim Burton.
Pero todo esto es más confuso aún que antes.
III
Hoy volví a ver al poeta
en su bicicleta clásica
fuera de complejos viaja
como un garçon de Aix-en-Provence
en los años 20
con su jirafa dentro de si
y en la mano una pipa de opio
botella y baguette bajo el bigote.
Sus libros nadie los encuentra en las librerías.
Sus poemas nadie los lee bien.
El ya no es él de nuevo.
A él ya no le importa eso, ni eso, menos eso.
Escribe en servilletas con las que se termina limpiando.
Escribe a escondidas en esas servilletas que regala.
Todo le importará menos en dos minutos.
Y publica sin su nombre.
Y publica sin su seudónimo.
Cuando ve a un amigo lo ignora como antes que era otro.
Cuando ve a un enemigo lo desprecia menos
por su reflejo
que nada es posible para alejarlos reclama
a los amigos
lejos de su casa
lejos de su cuarto
lejos de su cantina secreta de gato y muerta con placa.
Aquel que no se aleja sufre su desprecio de cow-boy inofensivo.
Solo así se salvará contra todo eso que dicen de él.
Del pobre poeta incomprendido.
Solo le pido a los niños que no sean como él cuando sean grandes.
Pero todo esto es más confuso hoy todavía que antes.

*Tim Krabe

Traduciendo el fuego/ ENTREVISTA A LAURENT BOUISSET

 



 

Por este verano rezagado, por esta pandemia remota, pues me dio de nuevo el deseo de andar preguntándole a la gente que conozco de cerca (y de lejos), este tipo de curiosidades mías, pero que a la larga pues han dado cierta luz por allí o por allá. Está vez, veremos de cerca al traductor Laurent bouisset que es un poeta y traductor nacido en Lyon en 1981,  que vi en persona en la penumbra espectral del Gran Hotel en uno de sus recorridos por estas tierras magas de Latinoamérica.  Antes, solo hacía tres preguntas para mi blog, hoy creo que se me pasó la mano, ya verán ustedes el final de esta conversación a distancia con la persona que traduce del español al francés a varios poetas guatemaltecos y expansivamente de toda la región hispanohablante. 

 

1.    ¿Nos gustaría nos contara un poco de cómo fue su primer acercamiento con la poesía escrita en español?

Alba Marina Escalón, amiga traductora viviendo en Guatemala, me mandó su traducción al francés del poema “Síncopes” de Alan Mills. Eso ocurrió en el año 2008. Recibí una descarga eléctrica leyendo ese texto violento, directo, abrasivo, musical. Nunca había leído un poema guatemalteco, antes de leer a Alan. Ese primer golpe me dio ganas de conocer más lo que se escribía en Latinoamérica, especialmente en Centroamérica (para empezar).

2.    ¿Cuánto tiempo dedica a la traducción diariamente o es por temporadas?

Traduzco cuando siento la necesidad de hacerlo. No es un oficio obligado sino una pasión devoradora, por eso no tiene reglas. No puede tener reglas. No quiero que tenga reglas. (La voluntad de traducir nace de la admiración que tengo a veces por un texto literario, si no me interesa el texto no lo puedo traducir, si no me interesa nada durante un periodo, no traduzco nada, si me interesan muchos textos, traduzco mucho, no hay regularidad entonces.)

3.    ¿Traduce solo al español o en otras lenguas?

Traduzco principalmente el castellano (casi no hay excepciones, pero la palabra “casi” significa que pueden ocurrir excepciones a veces).

4.    ¿Nos podrías contar como empezó su vocación de traductor?

De regreso a Francia, después de un viaje a Guatemala (en el año 2010), sentí la necesidad de compartir algunos poemas guatemaltecos con los lectores franceses. Creamos entonces el blog Fuego del fuego con mi amigo el pintor Erick González y empezamos a difundir traducciones, imágenes, videos, etc.

5.    ¿Cuánto ha tenido que estudiar para la traducción específica del español?

Estudiar puede tener muchas formas… Soy profesor de literatura en Francia, pero la traducción, la aprendí más bien en los bares de Guatemala, tomando cerveza Gallo y escuchando a los amigos artistas de Erick González hablar y hablar durante horas de la guerra y del arte (entiendo un poquito más lo que decían cada día, paso a paso). También aprendí escuchando críticas sobre mis traducciones (a veces mis propias criticas años después) y tratando de mejorarlas, porque nunca se termina un trabajo de traducción, casi siempre se queda a medio camino, insuficiente en esencia y perfectible.

6.    ¿Cuál es la mayor traducción a nuestro idioma que ha realizado?

Sentí mucha necesidad de traducir los poemas políticos póstumos de Manuel José Arce. Tuve que trabajar mucho para hacerlo (están el blog ahora) y sigo pensando que debería volver a corregir mis versiones al francés de esos poemas inspirándome un respeto inmenso. El poema “Verdadera historia” de Luis Alfredo Arango forma también parte de los textos más importantes que tuve la suerte de leer (y traducir); me conmueve cada vez que lo vuelvo a leer; me parece estupenda la manera que tiene de sintetizar tantos elementos históricos y culturales en muy pocos versos.

7.    A cuantos poetas o narradores guatemaltecos ha traducido y, ¿si se permite una infidencia, cual le ha inducido alguna dificultad por el lenguaje y esas palabras sin traducción?

No me interesa contar… No conozco el número exacto, y me gusta la idea de no conocerlo. Están todos en el blog Fuego del fuego: Luis Alfredo Arango, Roberto Monzón, Luis de Lión, Otto René Castillo, Vania Vargas, Rosa Chávez, Javier Payeras, Javier Masaya, Humberto Ak’Abal, Julio Serrano Echeverría, Luis Carlos Pineda, Eduardo Villalobos, Regina José Galindo, Manuel José Arce, Francisco Morales Santos, Mario Roberto Morales, Rafael Cuevas Molina, Julio Palencia, Rafael Romero, Alan Mills, Lester Oliveros Ramírez, Lucía Escobar, etc. Traduciendo el libro “Rabia” de Regina José Galindo (lo van a publicar el 2 de octubre del año 2020 en Francia), tuve muchos problemas para entender bien algunas palabras perteneciendo a la jerga guatemalteca, como “buitreada”, “subírmela a tuto”, “coches” para decir cerdos, etc. También estuvo difícil de encontrar una palabra francesa para decir “marera”, sin perder el contexto socio-cultural de la palabra. (Pero te doy cuatro ejemplos cuando te podría mencionar cincuenta. Traducir es siempre una batalla. Siempre hay que esforzarse un montón para lograr encontrar una solución menos peor, así es… Sin la ayuda de algunos amigos de Guatemala como Erick González o Alba-Marina Escalón, o los hondureños Jose Manuel Torres Funes o Litza Solís, no podría hacer lo que hago. No podría precisar mis traducciones. Me quedaría a medio camino.)

8.    ¿Sigue estudiando español, o algún otro idioma?

Sigo estudiando castellano escuchando hablar a mi esposa mexicana diario (habla mucho). Sigo estudiando platicando con ella, tratando de recordar cómo utiliza las palabras, cómo percibe la realidad también, desde su perspectiva latinoamericana.

9.    ¿Cuáles son los escritores que usted más lee (o relee), a nivel mundial?

El escritor que más he leído es Dostoyevski, yo creo. Actualmente estoy leyendo a un escritor húngaro llamado Dezső Kosztolányi y al poeta griego Cavafy, ambos muy profundos e interesantes.

10. ¿Quién es su traductor más respetado en Francia (o en otro lado del mundo)?

Diría seguramente André Markowicz por su traducción inmensa de Dostoyevski al francés. (Sintió que Dostoyevski había sido traducido de manera equivocada y se puso a hacerlo otra vez.)

11. ¿Nos quisiera contar alguna anécdota de cómo ve el lector francés la obra de poetas y narradores guatemaltecos y algo que le hayan dicho sobre su interés en traducirnos?

No me viene a la mente una anécdota precisa (me vendrá mañana, yo creo), pero de manera más general te puedo decir que los poemas guatemaltecos que traduzco han sido y siguen siendo leídos aquí en Francia. Sin las reacciones que puedo percibir, no hubiera seguido, tal vez… Siempre he notado que la fuerza de los textos traducidos para Fuego del fuego provocaba emociones muy vivas en Francia. Varias revistas me pidieron textos (Nouveaux Délits, Décharge, Teste, Fracas, etc.). Una editorial publicó el poema “Síncopes” de Alan Mills sobre papel; otra está al punto de publicar “Rabia” de Regina José Galindo. Me recuerdo también como Ana Minski, joven escritora francesa, grabó lecturas de Regina en su Soundcloud: https://soundcloud.com/mita-ghoulier/trois-poemes-de-regina-jose-galindo Cathy Garcia, escritora francesa, lo hizo también en su Youtube: https://www.youtube.com/watch?time_continue=3&v=Qk-e-7tzpnA&feature=emb_logo Emmanuelle Pépin, bailarina francesa, improvisó de manera impresionante después de una lectura bilingüe de los textos de Regina (para la revue Teste de Toulon); parecía evidente, mirando los movimientos ultrasensibles de su cuerpo, la universalidad vital de los textos guatemaltecos viajando muy bien desde su país traumado de escritura hasta la Francia actual. Los intercambios culturales me parecen, más que necesarios, indispensables para el futuro del arte y de la vida humana en nuestro continente (nuestro planeta, podría decir).

12. Solo como curiosidad, ¿ha leído la traducción de los cuentos de Edgar Allan Poe que hiciera Cortázar, y qué le ha parecido?

No la conozco, lo siento, la voy a leer cuando pueda. Conozco la traducción de Poe que hizo nuestro gran poeta Charles Baudelaire – muy buena por supuesto, impresionante.

13. ¿Conoce algunos escritores latinoamericanos en Francia, o en otro país de Europa?

Conozco a Jose Manuel Torres Funes, escritor hondureño viviendo en Marsella muy cerca de mi casa, Luis Miguel Hermoza, escritor peruano viviendo en Paris, Alan Mills en Berlin, Miroslava Rosales, poeta del  Salvador en Alemaña también, y Luis Carlos Pineda en España. ¿Quién más? ¿A quién estoy olvidando?

14. ¿Cómo es un día normal en su vida con relación a su trabajo intelectual?

Me levanto muy temprano, como a las 4 o las 5 de la mañana, le regalo un pedazo de pepino a nuestro cuyo peruano y me pongo a trabajar a su lado, escribiendo, leyendo, traduciendo, hasta las 8, las 9 o las 10 de la mañana cuando no voy a dar clases y mi hija de seis años tiene la muy buena idea de dormir mucho. 

15. ¿Nos podría contar alguna anécdota sobre lo que le ha parecido atrayente, curioso o extraño de la construcción gramatical del idioma español con relación al francés?

Mira… no sé qué contestarte, pero siempre me ha parecido extraño un detalle sintáctico muy preciso y sin importancia ninguna: los franceses ponen un espacio antes de los signos dos puntos (:) o punto y coma (;), y los hispanohablantes nunca (si no me equivoco). ¿Por qué será?

16. ¿Hay apertura en editoriales independientes o consagradas para los escritores latinoamericanos?

Es difícil publicar poesía, pero con paciencia y mucho trabajo logramos realizar algunos proyectos alentadores (como la publicación de Regina por ejemplo, por la editorial des Lisières: https://www.editionsdeslisieres.com/les_livres.html#Rage)

17. Estoy muy agradecido por tomarse el tiempo de responder estas preguntas, pero ¿cuál sería la pregunta que quisiera le hagan y qué respondería?

Después de 16 preguntas, siento la necesidad de tomar un café más bien (sin hablar). Gracias a vos también por tu interés en lo que trato de hacer con Fuego del fuego.

 

Oliveros.Pandemia 2020

*Fografía Wikipedia. Tragafuegos indio en Bélgica. Para que la llamarada se produzca se sopla el combustible a través de la llama en presencia de oxígeno.

Picto—grafías

Hace años, Javier Payeras me dio el consejo de leer el ABC of Reading de un exiliado norteamericano en Paris, llamado naturalmente: Ezra...