viernes, 3 de enero de 2020

CAFE DEL CENTRO GT





Ayer, luego de unos sueños intranquilos me vi convertido en un enorme sibarita, junto con mi gran amiga Karla Solis. 
Así que luego de unos schirmps, vino Chardoney, ensalada de lechuga con zanahoria y no sé qué más le puso la chef Priscila, nos encaminamos a tomar un café latte.
Hace unos bastantes años, yo trabajé para una empresa de impresiones digitales que brindaban una buena impresión a sus clientes, pero a mí no tanto. Una de esas empresas era BBDO y por allí en el Topacio Azul platicábamos de música y libros con un amigo llamado Mario, que ahora ha invencionado un espacio fuera de lo común para entretenerse con libros y detalles en un café que precisaba en el Centro Histórico.
El café está blindado contra el ruido urbano y se puede escoger de la librera el libro que más nos magnetice. Gracias Mr. Mario por tan interesante espacio, y Karlita por esa necesaria purificación de mots just.

Picto—grafías

Hace años, Javier Payeras me dio el consejo de leer el ABC of Reading de un exiliado norteamericano en Paris, llamado naturalmente: Ezra...