jueves, 22 de marzo de 2012

UN POEMA INSERTO EN CADA NOMBRE

javier payeras maurice echeverría, juan carlos lemus maya cuc choc carolina escobar sarti, claudia navas y alejandra flores alejandro marré alejandro Sandoval alexander socop alexis herrera alquijay alfonso huerta allan martínez alan mills álvaro sánchez ana lucía mendoza andré chocó andré gribble andrea grimaldi andrés asturias ángel elías ángel lópez santizo anna cosenza bernardo euler (lilo) byron quiñónez camilo v. rodríguez carlos gonzález carolina pineda césar moncrieff césar ramiro garcía chris kummerfeldt daisy cárdenas dana palacios darvin gonzález diego fernando ochoa diego josé xoyón diego silva eddy roma edgar gonzález edgar navarro edgar quisquinay edna sandoval eduardo juárez eduardo moreno el davilosky engler garcía eny roland hernández erick gonzález erick gramajo estuardo castro estuardo mendoza felipe bagurb fernando ortiz fernando quisquinay francisco nix francisco rodríguez frank pineda gabriel woltke gabriela navassi gabriela xon gerardo josé sandoval germán albornoz gustavo abril gustavo maldonado héctor cárdenas isabel de los ángeles ruano javier uclés jimena palencia jody garcía jonathan salazar jorge cabrera jorge letona jorge mario pérez jorge rodríguez josé gerardo muñoz josé joaquín lópez josé roberto leonardo josé wolff josué david romero juan carlos rodríguez juan diego asturias juan diego oquendo juan pablo barrios juan pablo mondragón juan pablo romero julio enrique pellecer julio prado karen girón katheleen rosas kathya archila kerin barahona leonel juracán leslye tánchez lester oliveros lourdes aguilar lucía de león lucía macip lucía ochoa figueroa lucía reinoso lucía silva luis alberto lópez luis arroyo luis calderón luis castillo luis de león díaz luis fernando alejos luis fernando pereira luis herrarte luis hurtarte luis méndez salinas luis villond luixs giromp marco valerio reyes mariano cantoral marilinda guerrero mario contreras mario morales mario santizo marlon azurdia marlon francisco martes (marlon santos) maru luarca mercedes asencio morena pérez joachin nancy morales nathalie szejner norma chamalé olga molina oswaldo j. hernández pablo bromo pablo hernández paola garcía aquino paula rebeca morales pedro martínez pep balcárcel rafael romero rebeca eunice vargas braghiroly Numa arriaza rebeca vargas renato buezo roberto díaz roberto wagner rocío marysol conde rodolfo gonzález galeotti rudy girón ruth vaides samara pellecer sergio espada silvia fortin súa agapé tania hernández tushte vanessa alcayaga vanessa ramos vania vargas víctor sales walter gonzález wendy garcía william ajanel wingston gonzález pablo bromo juan pablo dardón julio serrano rosa chavez regina josé galindo sandra monterroso julio hernandez cordón luz mendez de la vega y muchos muchos más...

martes, 20 de marzo de 2012

UN CUENTO PUBLICADO EN MARTESADAS/ TETRAHIDROCANABINOL/LSD

TETRAHIDROCANABINOL/LSD
(Por Lester Oliveros)


Pero hay demasiados presos pidiendo lo mismo, muñeco y
Dios mantiene la línea ocupada.

Julio Prado, La joya II

Cuando fui al concierto de Héroes del Silencio (allá por el año 96), llevaba puesta una playera que yo mismo había hecho con Carol Wojtyla de cabeza; como unos años antes habían fotografiado a Sinead O´connor.

El Papa no pudo ver muy bien el concierto: unos días antes, había llovido y la playera, después del mosh, quedo completamente llena de lodo.

A ese concierto entre gratis, porque con un grupo de jonkis trepamos una pared y no nos importó, para nada, que hubiera guardias de seguridad dándole toque eléctricos a los anarquistas. La Sirena Varada sonaba desde el Walkman que llevaba escondido y mi puro de mota, calada tras calada, iba relajándome, volviéndome a las alucinaciones de la amistad, hasta que me sentí preparado para resistir la avalancha de música. Uno de mis amigos llevaba un habanoMonte Cristo, para fumarlo con esa canción de la Chispa Adecuada.

Bajo el efecto del cannabis las primeras canciones de Bohemia Suburbana las canté en un estado de levitación. Una amiga que había descrito a Herman Hesse como nuestro hermano lobo, me dio unos besos profundos, sentados en el graderío de la Plaza de Toros. Fue momentos antes de que entrara Bumbury con toda la fama y su estilo. Miraba los colores saboreando el fino silencio imperceptible de la noche. El flashback de la película de Doors me llego por un segundo, pero fue más bien la imagen de Jim Morrison, y de pronto, me sentí fuera de mí, y es difícil de explicar como se siente estar uno en ningún lado. Pude dominar mi miedo mientras enviaba mi cuerpo contra otros en elslamming poderoso de golpear y ser golpeado bajo la magia pura de las descargas de rock ibérico y los indios americanos soplando el fuego de la fogata donde danzábamos.

El lodazal que armamos, lo presentí luego de dos horas, mientras mis amigos me daban agua pura para que me pasara el trance.

- No puede ser, un puro de mary Jane, no es tan potente.
- La fusión musical, el flow de las guitarras eléctricas lo predispusieron para la descarga de adrenalina –dijo alguien que lograba oír desde un lugar, aún remoto a mi.
- La James Adiction es impresionante, a veces llega revuelta con afgana y el tetrahidrocanabinol llega a los receptores más vulnerables de cerebelo.

Esas frases de curiosos me parecieron que venían de alguna película y, luego, según los médicos, perdí el conocimiento.
La ladrona de besos que además leía como yo El Lobo Estepario, me confesó, una semana después, que me dio un beso con LSD.

miércoles, 14 de marzo de 2012

ORIGAMI

吉澤 章 Yoshizawa Akira 14 March 1911 – 14 March 2005
Mi corazón es un origami con forma de serpiente, cuando muerde, cuando inyecta su veneno, las victimas ven barquitos de papel flotando en el reflejo del cielo desde el agua.

lunes, 12 de marzo de 2012

DE ZOPE A GAVILAN




I follow the road at night,
Just hoping to find...
Them Crooked Vultures, My dead end friends.



Un zanate se acostó a dormir. En su sueño se vio devorando carroña con tanto gusto, vomitando sobre su comida y riendo de contento entre otros que también comían entre el fétido olor a mierda y fruta descompuesta, que se despertó horrorizado. 
A lo lejos, en medio de la noche vio a tres aves dar vueltas y hacer triángulos en lo alto del cielo. Despertó de nuevo y estaba volando sobre nubes, con sus alas largas y negras como de águila. Volvió a cerrar los ojos y vio su propio cuerpo de zopilote muerto sobre el suelo lleno de gusanos. 
Despertó y voló hasta una fuente donde se lavó las pesadillas de su corazón agitado. Así fue, y no de otra forma, como dedujo que muy dentro de si mismo había un gavilán soñándolo

martes, 6 de marzo de 2012

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ AL FINAL DE ESTE TEXTO SOBRE CINE

Tenía ya unos ocho años de no entrar a ningún centro comercial. No había vivido aún esa extraña sensación de llegar hasta una taquilla y pagar un ticket para alguna película moderna. En todo ese tiempo lo que hice fue leer, leer y releer, escribir, escribir y reescribir. Ver películas clásicas, ver películas europeas, japonesas, francesas y españolas con una devoción de niño. Pero ahora estaba sorprendido de pagar una entrada para ver una película en algún centro comercial y enterarme de pronto que podía hasta elegir donde quería sentarme con soberana libertad. Era un nuevo poder hermoso. Una aventura esa de llegar a un punto en el que ya me sentía como un viejo prematuro con cara debutante. Pero así es. Incluso cuando mi amiga me hizo considerar que podíamos ver la película en 3D, yo pensé que era una mala idea. Eso es un signo de la falta de sociabilidad. Desarraigo y quizás no es tan importante estar hasta el borde de la modernidad tecnológica en esos perversos ambientes donde se incuba el consumismo, pero en realidad tengo que sacar la cabeza de la tierra un poco.
Por otro lado, al comienzo de la película compramos unos vasos gigantescos de soda. Estoy seguro que de ver una película semanal en esas salas uno moriría de obesidad o tendría serias repercusiones cardiacas. A mi que me gusta imaginar, me puse a pensar que en esa sala, en la cual se presentaba ahora unos gigantescos engranajes de una relojería para gigantes, que es el comienzo de Hugo Cabret ( la última y maravillosa película de Martin Escorsese), podía ser aquello un intento de armonía social, una sala de una casa neutral en la que se reúne la gente para ver películas juntos como si jugaran a ser una gran familia. La película empezó de pronto entre frases de Thelma, que nunca para de bromear, y yo, que también comento a cada rato las circunstancias que pareciera que las digo como si fueran pensamientos necesarios para la humanidad; y Thelma que es tan inteligente las resuelve con una risa que me complica la vida. 
Pero mientras transcurría la película encontré que originalmente habíamos pensado en ver juntos una película que se titula El Artista pero que había sido presentada al medio día, como premio de consolación mirábamos ahora una parecida en donde el nombre de Georges Méliès resurgía después de años de brillante vuelo de todos los carretes de cinta en Hollywood. Precisamente Clint Eastwood y Escorsese habían empezado hace unos años atrás el extraño gusto por remasterizar muchas películas de antaño. Es casi seguro que esa nostalgia replicada en esta película, fuera producto de los grandes cambios, la crisis económica y la globalización de la apatía en el mundo del cine.  Sin embargo los soñadores siempre sobreviven.
Una de las maravillas de esta película en particular es su capacidad de recrear en el presente escenas de películas del pasado. El pasado de Melie se vuelve el presente de Hugo Cabret, y el ahora de nosotros sentados en medio de las proyecciones. Una palabra que siempre me gustó fue “holográfico”, es extraño el deja vu que tuve ante esa película. Thelma dijo: "allí estuve yo miren, bajo la torre Eiffel", como uno siempre piensa, esto ya lo viví, preferí no decir nada. Ambos, Méliès y Harold Lloyd, son replicados en la película.
Hace unos años, y lo cito hoy por ser el día que vino al mundo este brillante ser humano, leí uno de sus escritos sobre cine, hablaba de que la primera vez que la gente de Macondo vio, en esos patios raquíticos la proyección de actores, se emocionaron mucho, lo que no comprendían y le parecía obra del demonio, era que los que morían en una película anterior, resucitaran en la otra con nuevos nombres y nuevas vidas. Eso es el cine, una versión efímera del mundo en que vivimos. 
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Foto: eternitephemere.blogspot.com
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viernes, 2 de marzo de 2012

PARÁBOLA DE LA VIRGEN DEL MAR

Parábola de la Mujer-Joven-del Mar[i]
Justicia dicen y no saben qué es, dijo ella parada frente al Congreso de la Republica.Su blusa de pájaros y flores se transfiguró, sus rodillas se juntaron y se quedó sin sexo. Su larga falda de caballitos y figuras geométricas que transportaban la luz, quedó en el suelo. Sus pies se unieron y formaron una larga cola de pez. Su cinto de hojas verdes y venados, de árboles y frutas, también resultó junto a la banqueta. Sus manos se volvieron aletas y de su boca salió un canto, que hizo que todos esos señores dejaran sus curules bajo el fuego del medio día y se hicieran a la mar. 



[i] Meerjungfrau es sirena en alemán, pero se divide en palabras compuestas, (meer: mar), (jung: joven), (frau: mujer). 

lunes, 27 de febrero de 2012

Algunos milagros que me sucedieron con Wendy
“…morir debe ser una gran aventura”
Peter Pan

Bueno, no es extraño para algunos reconocer en el nombre de Wendy el nombre de la magia. Su nombre da vida a un personaje en la historia de Peter Pan la narración de J. M. Barrie. Supuestamente dicen por ahí que es el diminutivo de Gwendolyn, y que su nombre significa la amiga verdadera.  J.M. Barrie fue una persona bastante inusual, alguno de sus biógrafos cuenta esta anécdota, que supongo dio vida al personaje de Wendy para su historia:

“Su buena disposición para con el mundo infantil, le granjeó muchas amistades, una de ellas, significativa por lo que representa en literatura, fue la que estableció con la niñita de 4 años Margaret, una criatura angelical que llamaba a Barrie mi “friendy” puesto que le era difícil pronuncias correctamente “friendly” y habitualmente sonaba como “fwendy” o “wendy”; esta muchachita falleció a los seis años.”

Así de sorprendente es esto, como una cadena de milagros:
1.     Una tarde mientras hablábamos con Wendy de cualquier cosa, contra la puerta (lo recuerdo bien), de una tienda en la que vivían unas mujeres indígenas que tenían una tienda, cuando de pronto, al decir los dos una misma palabra a la vez, sentimos un impulso poderoso y eléctrico que nos dejó asustados, pues hasta oímos el sonido de una pequeña chispa entre nosotros que nos separó del susto.  Juramos no contarlo nunca.
2.     Wendy miraba luces. De vez en cuando me decía que me miraba iluminado. Luego, en una conferencia que dio Jorge Luis Borges para alguna universidad argentina, el dijo que el color que menos ve un ciego, es el negro; su mundo estaba matizado por el verde, el rojo y el amarillo. A veces no podía dormir por ver tantos colores.
3.     Íbamos mucho a Panajachel. Yo por un eterno romance con el lago y su intensa armonía, y ella por acompañarme en esa búsqueda terminó por gustarle tanto como a mí, pero siempre hacíamos amigos nuevos que se volvían amigos de un instante luego desaparecían para siempre. Una tarde para un concierto de rock nos dejaron entrar sin pagar, bueno, creo que siempre entrabamos a cualquier lugar donde nos gustara. Esa noche una norteamericana le regaló un collar natural a Wendy, luego de estar bailando en medio de todos con las canciones de Bohemia Suburbana.
4.     Wendy me dedicó algunas canciones de Juanes. Sin embargo, por enésima vez en la vida, entramos gratis a otro concierto, y un muchachito delgado que cuidaba la entrada nos dijo “  entren a VIP”, así de simple estábamos tomando Extra Light esperando el concierto platicando con unas colombianas. Esa noche me sentí bien por Wendy, y al mismo tiempo por fin entendí las canciones de 950 quetzales cada una.
5.     Wendy podía memorizar números enteros de teléfono. Todo mundo sabía eso. Ella era, por decirlo de alguna forma, la chica más espiritual del mundo que sabía mucho de Platón y Pitágoras sin conocerlos.
6.     Wendy coleccionaba muchos ángeles. Algunas tardes le leí un libro entero sobre los ángeles.  Luego le regalé un angelito de cristal.
7.     Wendy había guiado a muchos y a otros había salvado de morir. Su oído era capaz de prever de que lado llegarían los autos y a que distancia. Además creía en los ángeles y estos nunca le fallaron.
8.     A Wendy le gustaba tener muchos amigos. Pero particularmente secuestraba gente. Una de ellas fue la Geibby. La otra fue Olga. A su mamá me imagino, no más que a su papá, aquello les parecía fuera de lo normal. De alguna forma la presencia de Wendy era súper agradable y era muy buena para guardar secretos.  El otro secuestrado fui yo.
9.     Una noche, un hombre tocó a la puerta. Wendy lo recibió y el hombre le contó que su hijo estaba muy mal y no tenía para comer. No estoy seguro si Wendy acababa de salir del hospital, pero lo cierto es que le llenó una bolsa con víveres, jugos y galletas y se la dio a este señor que no conocía y además le dio diez quetzales.  Esos eran sus milagros.
10.                        Wendy podía ser más feliz que uno en cualquier momento. Pero era tres veces más furiosa que yo. Sin embargo nunca nos peleamos más de unas horas y siempre todo reiniciaba como si nada hubiera pasado.
11.                       Y al final… Wendy era un milagro. Su nombre era en realidad el de la amistad. Los niños del cuento de Peter Pan, solo iban al País del Nunca Jamás al morir, solo por ahí podían entrar, dejaban atrás a los malvados piratas, de esta cuenta, nadie dudaría de que Wendy está en el cielo.  Y como ya todos sabemos, y lo dice en el libro: nada pasa, después de los 12 años que importe mucho.


Lester Oliveros R.
24/feb./2012

jueves, 23 de febrero de 2012

PEQUEÑOS ATLAS URBANOS

Los dioses se matan sin sentir culpas. Somos el fuego sofocante que consumirá el futuro, a otros, a esos que vienen detrás de los preservativos. He aquí, el ahora. Un momento oportuno en medio de la ciudad, en medio de algún lugar de transición y error, repetición en que la serpiente olvida morderse la cola y nos termina hincando sus colmillos a nosotros mismos. El tiempo se repite para exonerar las utopías. Hay valor entonces de querer proponer un día por lo menos donde el sol salga de los libros y las eyaculaciones del subconsciente retorcido de uno solo empiecen a germinar por los oídos de todos los que nos vemos. La inconformidad a un sistema económico, el silencio de algunos desde lugares de poder, meditando sus débiles razonamientos ante una estampa de ciudad que cae desde el cielo con una rotunda lápida en la que todos morimos instantáneamente cada segundo. El que sabe piensa. El que escribe siente. El que se detiene de la cortina a cien metros a lo alto del edificio El Centro y dice lo bello que no huele a esa altura, de lo hermoso encandilado que no percibe hasta ese apartamento donde lo espera el café y la Prensa Libre.
Luchamos. Peleamos. Resistimos. Aguantamos al mundo en peso como pequeños Atlas urbanos. La cartonera Maximón no se toma en serio muchas cosas. La primera que no se toma en serio es que sea una editorial. Es un soplo de Neptuno. Quisiera poder meter el pan, el guaro y los cigarros ahí hasta la última página de este libro de Leonel Juracán que ahora es falsamente publicado. Porque la calle es traída hasta un formato básico de libro espejo, de libro objeto, de objeto muleta, de pequeña almohada para el desamparado en los altos rascacielos del planeta, un vaso de agua hasta los terribles desiertos en medio de todo, un plato en el infeliz momento en que todo falla. Leonel Juracán ha publicado ya con cierta y subrepticia esperanza Inflamable, en Editorial Cultura y los textos Manual para manejar la invisibilidad y algunos poemas y cuentos sueltos, ha escrito en esas blancas paredes de galerías fantasmas donde cyborgs del futuro levantan copas en esa semidulzura perversa que es leer un texto donde transita el miedo y el poder, la voz que se desplaza por esas galerías es la de un compadre que se ha preocupado y se ha interesado en la política de los trazos y actos, para decirlo de una forma menos desordenada: Leonel Juracán es escritor de marginalidades,  poeta y como lo dice en sus palabras, un salvaje bien querido y de necesaria lectura en círculos académicos y rurales. Hoy se presentan estos poemas ya aparecidos algunos en revistas virtuales, fantasmas que nunca cesan, y recuerdo algunas palabras de Wingston González cuando alguna vez me habló del trabajo aun por reconocerse de este amigo que ahora en sus poemas siempre en tiempo real se presiente y se polariza en varios mundos.

Sea pues el libro en esta anti-presentación, en la que los escuchas serán los que nos entreguen cada palabra para envolverla en papel y cartón.  
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http://4.bp.blogspot.com/

miércoles, 22 de febrero de 2012

SOMOS HUMANOS

Al Solar 5128, Oxlajuj No'j

Somos humanos y nos podemos equivocar. Podemos quizás volvernos a equivocar. Podríamos incluso volvernos a equivocar. Pero si esas fuerzas naturales que parecen tan concentradas en volver y revolver el día en sombras y frutas son errores sin culpa del mundo y la savia. Es posible que nos volvamos a equivocar. La matemática es galáctica, tanto tiempo girando la rueda entro en el eje y el cielo en sus ojos fue de maravilla. El error de los algoritmos hasta encontrar en la mente el sistema concreto, el silencio en los labios antes de decir por lo menos una palabra con significado. Sin embargo nos podríamos, aunque quisiéramos decir que no, volvernos a equivocar y sentir en el fondo que todas las letras saltan de esas manos que tienen trece líneas y que cada una de ella se interna entre las venas. El error de cada frase se vuelve un ritmo y al revés un enigma. Ella correrá de nuevo desnuda y lanzara sus semillas contra el viento, con el tiempo, al final del horizonte, al final de la hoja en blanco, al final de la piel, al final de la epidermis del universo. Y eso también es equivocarse, pero lo hará con humildad, como quien sabe un secreto. El niño, el hombre y la mujer tripolar inventaran el error más perfecto como un nudo ciego.
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Sandra Monterroso, Efectos Cruzados.
http://www.deguate.com

martes, 21 de febrero de 2012

ESA GENTE QUE LE ESCRIBE A SUS AMIGOS

Esa gente que les escribe a sus amigos es volátil pero es real. Hay gentes que no pueden tener más que fantasmas a puños entre las bolsas. Hoy o no sé cuando ni donde te veré tirado bajo una cornisa, sobre una banqueta, con el alma colgando desde tu boca como si quisiera ser serpiente desde la baba, como si quisiera marcar un paraíso para niños desde la calle, desde el hecho de no ser caracol. Hay muchos que pueden ser duros y lo son. Hay otros que fingen hasta el llanto. Hay quienes podrían vender a su madre por un corazón y otras que no piensan dos veces para matar a alguien con un beso. Es así que publicamos nuestros errores en hojas fotocopiadas en caratulas negras, en bares vacios. No somos los hijos predilectos. Somos los primeros en pedir agua, caricia, un trago de la vida.  No somos los preferidos de nadie. Detrás de los versos esta el sol, la playa y todo eso que vemos por televisión para otras gentes. Podemos ahora empuñar un lápiz y dibujar una puerta delante del orgullo.

viernes, 17 de febrero de 2012

MITOLOGÍA URBANA: REGLAS EN LOS BUSES

He viajado en camioneta todo el tiempo.  Sé de amigos que nunca en su vida se han subido a un bus. Y por experiencia propia sé que existen conductas que hay que conservar y que me gustaría compartir para aquellos que al ver los noticieros o la prensa escrita no entienden de esas premisas.   


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1) Dar el lugar a una anciana (o), mujer embarazada o alguien con alguna discapacidad o en recuperación. 2) Si no alcanzas el tuvo que esta bajo el techo del bus, uno puede sujetarse del tubo en los asientos. 3) No es recomendable en caso de que no haya un asiento, quedarse a la par de la más voluptuosa del dicho automotor, normalmente se nota el ejercicio mental y podría ser escandaloso para quienes van cerca. 4) Los lugares son de dos. 5) En caso de un asalto es mejor no moverse, hay que actuar con calma hasta para guardar algo de dinero en los espacios que hay en los respaldos de los asientos en deterioro. 6) En caso de balazos, si puede, tírese al suelo. 7) Normalmente los asaltantes van en pares, uno va adelante y el otro atrás, es recomendable no oponerse. Si ya vieron lo que uno lleva es mejor entregarlo. 8) Algunas graves matanzas han sido ocasionadas por un señor que, según él, imaginó que podría matar a los dos de un solo tiro. Resulta que se muere él, cuatro o cinco pasajeros y la balacera deja heridos a todos. A los ladrones no les interesa el dinero, les gusta la acción. 9) No olvidar objetos en el bus, es su propia responsabilidad. 10) Es normal ver los buses llenos de calcomanías, tarjetas de amor para el chofer, nombres de mujeres, aromatizantes con forma de arbolito, frases cristianas o el nombre de Jesús, espejos redondos, bocinas en todas partes, banderas de U.S.A. o Brasil, fotos de Messi, bufandas del Barça o del Real Madrid, monogramas de carros de lujo, logotipos de empresas, letreros donde se lee “Si va de prisa, levántese temprano; nuestro trabajo es solo llevarlo a su destino”. 11) El chofer de bus siempre lleva el radio con sus canciones favoritas a todo volumen; su mujer cobrando y un su cuate a grito partido agarrado de donde uno menos se imagina, mientras el bus casi vuela en el asfalto.  12) La gente anda con miedo. 13) El chofer es cómplice y el ayudante ayuda siempre a todo. 14) En una época no tan lejana daban ticket con el valor del viaje impreso. Ahora cobran lo que ellos consideran, tomando en cuenta el sueldo del ayudante y el impuesto de las mafias. 15) Los empresarios del transporte nunca pierden, nunca indemnizan a ninguno y jamás han pensado en mejorar el transporte. 16) Es normal ver que se suba un predicador y empiece a regañar a los usuarios y luego la gente le da una moneda para que siga su peregrinaje. 17) En algunos trayectos como la Petapa o la Roosevelt se suben vendedores de todo y uno puede ir oyendo sus discursos. Algunos son verdaderos oradores; les he comprado a algunos por su persuasión. 18) Los buses y todas sus extravagancias van a pasar de moda y terminaran siendo pura mitología urbana. 19) El transporte urbano es una improvisada forma de deporte extremo y de observación de las sociedades. 20) No se asuste si al lado le pregunta su nombre, el amor en los buses también es un cuento universal. 


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http://www.prensalibre.com

martes, 14 de febrero de 2012

ALGUNAS HISTORIAS PARA HOY

1.       Un taxista me contó una anécdota de uno de sus compañeros. Dice que una mañana fue casi secuestrado por dos mareros, tatuados, violentos que no le pidieron más que una carrera. Pero la vuelta que tuvo que dar le llevó primero a dos locales a donde los extorsionistas no tardaron mucho, con sus 45mm en la mano, pues las victimas ya tenían el dinero listo. Luego se encaminaron a una tienda, donde sus dos pistolas cruzaron la reja para dejar dos victimas muertas sobre sus humildes almuerzos. Después de esto ¿qué podía hacer el? Su sorpresa fue que después de ir a dos lugares más le pagaron una suma que nunca se hubiera imaginado. Solo, conmovido y con el corazón de un hámster se fue a su casa a cenar con su mujer, celebrar la vida, en el día del cariño.
2.       Un gran talento. Tres o cuatro niños. Una mujer. Hambre. La fortuna a la distancia. El coraje para vivir mañana.
3.       Latinoamérica: es un cuerpo de mujer.
4.       Una línea larga de cocaína es el combustible. En Guatemala hay un joven sentenciado a muchos años de cárcel por matar a una niña de 8 años que era su sobrina y a una mujer de más de sesenta años, que era su abuela. Hoy todavía está a punto de perder la ternura.
5.       Una mujer termina oyendo una canción de Ricardo Arjona donde habla del final del amor, pero llora riendo.
6.       Dos en una cama ven pornografía como si vieran los Tres chiflados.
7.       En medio del baile, unos ojos como los que pintaba Alejandro Urrutia a sus mujeres, felicidad a medio camino entre euforia, al final, unos policías irrumpen de una forma ordenada y dan sus instrucciones de una forma inusual, son muy educados, tanto que vamos saliendo en orden y consternados. Una amiga me dice al oído que ha muerto Whitney Houston en un hotel en Beverly Hills.


8- Barney estaba muy ebrio. Eran ya las dos de la madrugada en una gasolinera de la zona 1. Droopy ya estaba dormido sobre unos periódicos que el mismo empezaba a pintar. Snoppy se sirve el último trago.
-          Y que vas a hacer cuando te olviden los niños – le pregunta al ebrio Barney.
-          Cuando mueran los niños, solo cuando mueran los niños y la nostalgia –responde de una forma incoherente.
-          ¿No le temes a la muerte? –pregunta Droopy, que acaba de despertar.
-          Todos nos reímos de la muerte por televisión, siempre vuelven a ver programas viejos las nuevas generaciones –respondió. 

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viernes, 10 de febrero de 2012

DIXIE


Con nombre de músico de Jazz, un nombre que mi hermana le compuso. Era pequeña y juguetona. Tonta y cariñosa. Yo me encargué por un tiempo de sacarla a pasear a un campo en la parte de atrás de la casa. Al salir de estudiar la llevaba, un poco con la excusa de pasearla y pasearme a mi mismo, al punto que caía la tarde en medio de la noche.
Me gustaban los gatos. Mi primera mascota había sido un gato amarillo gigante de ojos transparentes y cola caleidoscópica. Leía un libro de esoterismo y por las tardes me empeñaba en verlo a los ojos como si quisiera adivinar lo que presentía. Luego mi madre lo regaló, porque decía que cada vez me miraba más flaco, por darle mi leche por debajo de la mesa. Pero mi cariño por esta perra Cocker Spaniel fue en especial por que no era solamente eso que todos miraban, sino era además una gata transmigrada a saber desde que remotos injertos. Además era una perra dragón, es decir, llevaba en la sangre algo de serpiente emplumada. Entonces, era una perra gatuna y a la vez tenía la chispa de un dragón de fuego. En el tiempo que tuve que ir a trabajar a Antigua Guatemala me la llevé por dos meses. Muchas veces regresaba extenuada por mis largas caminatas por el volcán de Agua o algunos pueblos de los alrededores. También estuvo en la presentación del libro de Rafael Romero, muy quieta escuchando mis carcajadas ante el libro carnaval de este gran camarada. 
Ahora la Dixie anda en otro viaje. Uno que tuvo que hacer sola, pero de vez en cuando la veo en las nubes mordiéndose la cola, ladrando.  
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lunes, 6 de febrero de 2012

POEMAS PARA LEER SIN PUBLICO


El aspecto es sólo polvo,
Debe ser obedecido.
Kerouac



Una mañana una maestra llegó a la biblioteca con una niña que se resistía a entrar. La maestra, luego de dejar a la pequeña sentada en una de las pequeñas mesas del fondo, me contó la historia. La niña tenía un mal comportamiento. La voltee a ver y me retó con la mirada. La maestra se fue y me acerqué a ella. Vi que había estado llorando. No era más que una niña de 5 años. Me recordé de la primera vez que mi madre me dejó al cuidado de una maestra en el Jardín Infantil. Esa tarde salí con el labio roto por una patada. Empecé a darme cuenta que la vida es otra cosa en la calle, o mejor dicho, en la calle se junta el infortunio que le da cuerpo a la muerte.
La niña me miraba hablarle de juegos y libros para colorear. Me tomó confianza. Hasta que me dijo, llorando de nuevo, que se quería morir. Le pregunté el por qué y me dijo que su mamá le había dicho que no la quería.
Pasé un momento reflexionando sobre lo que me dijo. Toda la rebeldía que había visto ya en varios niños estaba ahí ahora. Una historia similar había vivido el esposo de mi prima, al oír que el hijo de seis años de la vecina se quería matar, porque la madre desempleada no le podía a celebrar el cumpleaños.
- Los niños de ahora se quieren morir –repitió.
- Algo está muy mal en todo esto –dije.
- Los niños se quieren morir al ver como esta el mundo –dijo.
- La repetición de patrones hasta el cansancio, gente parecida con rostros parecidos, la falta de solidaridad, el egoísmo de los grandes que copian sus hijos, el miedo que copian sus hijos y aprenden a reproducir –dije.
- Los niños son inocentes.
- Todos somos victimas del sistema de repetición -respondí.
Reconozco que, lejos de la sensibilidad barata, está es una alarma. Los niños de antes se mataban a los 27 años. Los de ahora, al no más abrir los ojos.
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martes, 31 de enero de 2012

BOTON DE PÁNICO

Charlie Parker looked like Buddha
Charlie Parker, who recently died
Laughing at a juggler on the TV
After weeks of strain and sickness,
Was called the Perfect Musician.

La existencia es pura imaginación. Todo esto que sucede en tiempo real y en alta resolución. Es la vida. Una y eterna. Irrepetible. Abre tus brazos, mueve las manos hacía el cielo, sonríe. Estoy temiendo no poder soltar la risa está tarde última del mes de enero. Estoy feliz. He descubierto la frase que me gusta hilvanar. Soy un tejedor que cuenta un sueño lleno de osos hambrientos. Soy un feliz cazador de animales que piensa en una mujer ideal que se va transparentando con forme deviene en humo. Es mítica y en alta fidelidad. Ahora muevo mi cabeza hacía el otro lado y veo esos árboles que anuncian otra noche entre la danza. Hace unos años caminábamos por estas calles y no podíamos hacer el amor más en hotelitos. Ahora ya nadie me saluda, pero te siento acá, tú con tu sonrisa invencible, hablando de todo y sonriéndole al mundo aunque no lo pudieras ver. Todo lo demás es pánico. Está ese botón rojo en todas las calles y avenidas, como un signo de que lo único que me dejaste bueno fue tu memoria. Ahora habrá que declararse un fracaso para siempre. Dentro de esos buses que van y regresan por toda esta ciudad gris.  
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http://img94.imageshack.us
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viernes, 27 de enero de 2012

LA RISA DE RIOS MONTT

Efraín Ríos Montt observó a Efraín Ríos Montt contra un espejo roto: eran los periódicos de hoy. En algunas fotografías aparece tranquilo, quieto, en su sitio. Pero esta tranquilidad es una suerte de ejercicio político aprendido, a pesar de todo mantener la calma y esa sonrisa sarcástica que es su firma personal. Siempre lo vi en esos noticieros que a fuerza de permanencia se han vuelto una ventana enraizada por donde salpican sangre y amarillismo a granel y que, al fin de cuentas, es un negocio que la gente necesita para una cena en familia. Raro cuadro de costumbres ya retratado en este post. Sin embargo, esa risa de Ríos Montt es una trampa que esconde otras verdades, la fría realidad de un país bañado en sangre. Pinochet estará desde algún lugar del limbo riéndose de puro nerviosismo junto con este otro General retirado. En algunas notas de prensa mencionan que Ríos Montt se reía a cada momento al escuchar el avance de su propia sentencia.
Es paradójico.  Al mismo tiempo de estar acusado de genocidio uno se pregunta como pudo  predicar un evangelio cristiano. Aunque más bien, predicaba haciendo proselitismo y haciendo proselitismo político, terminaba predicando. En toda Centroamérica no ha habido un personaje tan siniestro.  Ayer que me enteré de su juicio, finalmente ligado a proceso. Me acordé de su sonrisa terrible que miraba por la televisión mientras mi madre cantaba canciones de Pimpinela y yo intentaba leer Cien Años de Soledad por segunda vez. La fotografía que hoy sale en la página principal de Prensa Libre ya no es la de un General sonriendo.

-Foto: Quién puede borrar las huellas, Regina José Galindo.
-http://www.brooklynmuseum.org

miércoles, 25 de enero de 2012

OLVIDO DE LA LENGUA

Me concentré verdaderamente día y noche
en este aspecto tan reducido: componer,
interpretar, corregir y publicar mis partituras.
Y para mí fue una elección acertada. No puedo
dar consejos generales, ya que si no sigues lo
que tienes dentro, no harás nada. De modo que hay
que seguir lo que sientes dentro de ti y nada más.
Stockhausen, hablando con Bjork.

Ahora quisiera contar de cuando tuve un periodo de esas locuras musicales por andar descalzo. Me gustaba. Creo que ebrio era realmente consiente de mi necesidad de quitarme los zapatos y lanzarlos de una buena vez fuera de todo. La primera ocasión creo que fue en 4º Grados Norte, andaba con unos Kickers, esa marca transgeneracional. Despertamos con una amiga acostados frente a VinoCultura, yo sin zapatos, con mis lentes oscuros y mis calcetines sucios de tanto caminar descalzo buscando cerveza. Era una maravilla ver a dos guardias de seguridad cuidándonos el sueño.
La gana de andar descalzo, no lo sabía entonces, venía de un pasado mucho más próximo en mis venas, mi corazón de tun, mis manos de animal con cola, esos ojazos de ella queriendo verme correr entre el lodo y echarme tierra en la cabeza. Era nuestro juego. Los zapatos era un estorbo. Así fue como una madrugada me subí a una camioneta a la Antigua y llegué a una iglesia perdida entre volcanes, con los pies descalzos como yo, un Padre me miro y me dio de beber agua bendita. Luego regresé así descalzo, viendo por el camino a muchos chicos como yo riéndose cada vez que saltaba sobre las piedras. La resaca final fue la perdida asimilada de mi inocencia descalza.
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lunes, 23 de enero de 2012

Teoría de las Curvas

El jueves pasado asistí a una secreta celebración cultural. Quería visitar la exposición de Juan Francisco Tun, que por alguna súper-idea mediática iba estar en el espacio de la Galería Ultravioleta tan solo por dos horas.  Del pintor tenía la referencia por una entrevista a Ramírez Amaya, en la que el comenta que Tun era un delincuente en el sentido más insurrecto del arte, un criminal. En sus pinturas lo que se respira es la sencillez de la memoria colectiva, los momentos del infantil comienzo del mundo. Tres o cuatro gentes caminando entre la tierra dejando sus huellas, sus pisadas juntas, las arterias, esos trazos que luego Tun hará caminos. Es el génesis en geometría, el balance de la forma, la armonía de la gente. Hay una escena de un hombre con un cigarro más grande que su mano, un volcán que corta el cielo, un cielo que marca el ruido del espacio.
La curva de acontecimientos me llevó a pensar en tanto círculo. En Excéntrico las probabilidades aritméticas de Jazmin Hage. Curvas de erotismo matemático. Trazos de una violencia ingenua y personal. Autorretratos. En correos el pintor Luis Gordillo, un pintor que no había oído, del que terminé hablando, como si lo conociera, con un ferrocarrilero que entró de improviso a ver arte.
Uno podía ir del edificio de correos al Bar Central, y luego subir conversando de todo, saludando viejos amigos, hasta Ultravioleta. Fue un momento que no se repetirá. Una curva de un cometa. 
-Foto. http://28.media.tumblr.com
- Arnoldo Ramírez Amaya habla de Tun.

miércoles, 18 de enero de 2012

Le jeune chien


Chiot mangé le papier beaucoup plus de tomber dans sa bouche. Ainsi, les gens ont dit qu'il a été appris ou pourrait être un écrivain. Il aimait à lire la Bible dans la nuit et puis quelqu'un a dit qu'il pourrait devenir un prédicateur. Sans doute pas un pour donner un groupe de gens pour leur enseigner le Nouveau Testament. Aboyaient toute la nuit depuis la terrasse, l'évangélisation. Un après-midi elle a couru à la recherche de son destin, il y avait ceux qui disaient que ce serait un cas désespéré, un apostat. Tous les matins, il s'est rendu compte que les autres le reconnaissent comme un chien-guide et il le frappa, parce qu'alors je ne savais rien sur le genre de chien, ou de leur nature. Quoi qu'il en soit tenté de mener un couple de chiens beaucoup plus vieux et cigarettes fumées se sentir plus libre de la pensée.Il a rapidement trouvé un chien qui l'a conduit vers le centre de la ville et s'assit à regarder des films en face des rayons de ces magasins. Oubliez les livres et le confort de la maison. Il connaissait un mode de vie. Puis il a remarqué la violence, l'itinérance et jouer. Il a commencé à boire pour tuer le temps.Dans les tavernes anciennes ont vu les alligators dormir au mauvais moment. Les coyotes et les loups trouvés cachés de la loi. Il a vu les animaux tristes et d'autres parlent sans nom en danger pour de longues années de sa condition d'anonymat. Il a vu la mort en face.Jusqu'au jour où une annonce tirée d'un vieux journaux en cherchant un bon journaliste, l'a encouragé. Il est allé à l'adresse et l'étonnement a grandi quand il a vu un pingouin demandons vos coordonnées et poser des questions sur leur expérience dans l'écriture. Réalisation mensonge et obtenu le poste. Il était vêtu d'un costume et j'ai appris a devenir la cravate. Ses chaussures brillait et maintenant, pour quelque raison commencé à dévorer les livres de nouveau. Ne lisez pas, Hart littéralement le secret de son département. Il a appris à entrer dans un compte en banque et a fait un emprunt pour acheter une maison et le jardin. Pour la seule chose qui l'intéressait était le jardin.Il a été quelques années plus tard quand j'ai enfin su ce qui allait être l'amour de sa vie. L'enfant a fini par être le chanceux pingouin, heureux et s'est empressé de la paperasse pour votre mariage. Un mois plus tard, il a célébré à sa promotion à la gestion du journal. Son père lui tapa sur le bord de la piscine où il a sombré avec ses petits-enfants. Et oui, le chiot était devenu une race de chien, une industrie qui maintenant, seulement maintenant pensant peut-être je pourrais aller acheter un animal de compagnie.


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Traducción Google de un texto en proceso.



viernes, 13 de enero de 2012

IMAGINACIÓN Y CREACIÓN POÉTICA

El sol radiante le quemó los ojos. Estaba ahí parada viendo directamente al sol, sin pestañar. Le gustaba ver el aro incandescente y como sus ojos toleraban el fuego brillante hasta que miraba solamente un aro blanco definitivo que la cegaba por unos minutos para ver lo demás del mundo. Era natural que sonriera. Le gustaba todo lo que pasaba en el cielo.
Habana tenía solamente siete años. A los siete años encontró divertido coleccionar arañas, hormigas y pequeños escarabajos en el gran sitio donde vivían en cada cuarto diferentes familias. Se divertía viendo las diferentes formas de las nubes y también miraba atenta, tirada sobre el suelo, los grupos de zopilotes hacer y deshacer triángulos imaginarios. Era curiosa, mucho más curiosa que ninguno de los que había conocido en las escuelas donde trabaje por años. Por eso le prestaba libros de aventuras que leía con un gusto de otro mundo, en cualquier lugar.
La encontraba a veces sentada en la puerta de su cuarto, bajo el aguacatal, en la calle, mientras los demás jugaban a la pelota o las mujeres iban por el pan y se quedaban hablando en las esquinas como perdiendo el tiempo. Me devolvía los libros en una semana y me miraba con su carita de poeta, buscar otro libro en mi desordenado cuarto. Le había prestado los clásicos juveniles desde José Milla hasta Julio Verne. Pero una tarde que llegó a devolverme Corazón de Edmundo D´amicis, tenía a la mano Crimen y Castigo de Fedor Doestoievsky, de pasta dura y con la buena suerte de ser el libro donde había encontrado un billete de diez dólares luego de comprarlo por nada en una venta de libros usados.
Me quedé tratando de leer de nuevo Las Venas abiertas de América Latina, imaginando a Galeano escribir con sus manos largas y su cara de arcángel. Vi para la ventana de Habana y había una luz al ras del suelo que salía por la puerta. Estaba leyendo y ya eran más de las diez. Se podía oír todavía el martillo del zapatero y más allá, unos gemidos furiosos de una pareja de novios que acababan de empezar a vivir solos. Había leído Crimen y Castigo de joven, pero lo había leído por episodios. Por alguna razón perdía siempre el ejemplar. Lo perdí siete veces. Hasta que un compañero de clase me facilitó una copia de su padre. Era un ejemplar muy viejo que además tenía una parte de los Hermanos Karamazov. Esos recuerdos me gustaban muchísimo porque podía imaginar el gozo interior que Habana estaría sintiendo al imaginar, con su capacidad imaginaria, de nuevo al viejo personaje de un Doestoievsky enterrado en algún lugar de Rusia.
Oí pasos cautelosos, pero ya sabía que había una mujer y su hijo grande que robaban de los costales que muchos comerciantes guardaban en el suelo del terreno. La mujer era simple, con un carácter mundano y parecía no darle importancia al hecho de vender a sus hijos, o eso era lo que oíamos de la gente, y la verdad si la habíamos visto embarazada un año antes y luego, en los meses que pudo estar en el hospital, sabíamos que su hijo robaba para vivir. Hasta que la vimos llegar sonriente, pero sin hijo. Sonriente, con una bolsa gigante donde llevaba pan y víveres, entonces las mujeres que se paraban en las esquinas por la tarde empezaron a comentar que una mujer a la que se le muere un hijo no vive feliz como ella, y que tal vez no era cierto. Era lo más seguro, que su hijo hubiera muerto en la cesárea. Me acordaba entonces que debía empezar a documentarme para escribir la biografía de un adinerado doctor de 70 años que se había encontrado pintando, unos años antes unos paisajes dementes en un prestigioso sanatorio. La familia me iba pagar muy bien por retratarlo como un genio.
Salí a fumar para que la mujer y su hijo pudieran irse a dormir con la imposibilidad de seguir sacando cebollas, huevos y aguacates de los costales. La noche era oscura y se podían ver las estrellas enajenadas por la innumerable bastedad del cielo. De pronto sentí que me alumbraron con una linterna.
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http://www.celtiberia.net

jueves, 12 de enero de 2012

DRAKAN


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Había una vez un ser humano que se creía Dragón de Fuego y al mismo tiempo serpiente emplumada. Drakan era su nombre, de día veía oscuro y de noche la luz lo adormecía. Su conocimiento en todo lo que entra sale; de lo que sube, baja; de lo que va y viene; de lo que se calienta se enfría o de todo lo que regresa se vuelve a ir, era absoluta. No podía ocultar el sol con un dedo pero a la luna la detenía con dos manos. Decía que cuando dos se aman, nace una nueva religión apócrifa.

sábado, 7 de enero de 2012

El A, B, C de la lectura

Luego de mucho caminar por el campo o la ciudad, X cree que es tiempo de leer algo. X es un lector agudo y se entretiene por mucho tiempo en esa búsqueda de libros emocionantes, pero aún con todos esos adjetivos el piensa que un libro es un juguete para mayores, un ready made dadaísta. Así que hoy lo hemos encontrado con una fila de pan, unos embutidos, refresco y un libro nuevo para empezar una tarde en tanto que el viento sopla como si quisiera arrancar los árboles. Por fortuna en aquella vegetación hay un alto muro que mitiga las envestidas. X ve la portada del libro y piensa rápidamente en leer el final. Luego de tan atrevida hazaña piensa en todas las formas diferentes en que ha leído un libro. El primero de sus recuerdos lo avienta a un cuarto de hotel, que en realidad es la casa de sus padres, en el que lee El Decameron riéndose feliz, con una acompañante que goza de esa lectura interrumpida con altas carcajadas, una mañana de algún mes del año. X piensa de pronto en lo bien que suena leer un cuento, un buen relato de algún norteamericano de los años 20, alguno de esos muchachos que escribían poemas grotescos para algún periódico alemán y encima se acostaban con mujeres que les toleraban el hambre y las ganas de ir a Michigan de vez en cuando. X recuerda las manchas de café en varios libros. Era su firma. Ha perdido muchos libros y ha regalado otros tantos manchados con café y eso es gracioso. La lectura de un cuento, piensa X, debiera ser como un acto de amor en plena historia. Trata de gozar ese momento de la muerte en la que unos instantes antes, que podrían ser siglos, su vida pasé lentamente y en esa sala personal donde lo juzgue un buen Dios con los pies sobre las butacas, el pueda volver a sentir la felicidad de leer en esos cafés o restaurantes, libros emocionantes en los que siempre asentía como si ellos le fueran dictando la eternidad de las cosas. Ese Dios con poporopos y cocacola, le hablará de la Biblia. Bromearan mientras pasa su vida en esa gran, inmensa, infinita pantalla IMAX en la que Dios le ira diciendo sus faltas con una voz grave, mientras el le roba palomitas de maíz en una distracción en la que el busque algo en el otro asiento y saqué un libro negro en el que rebuscara tu nombre precisamente. Tu tendrás alguna frase celebre como siempre y dirás que todos saben el nombre que les pusieron, pero no el que tienen de verdad y el dirá que es cierto, mientras oyes tu nombre nuevo, el único nombre que tuviste todos esos años que te gritaban ¡inútil vaya por las tortillas! Y entonces, veras los créditos de esa inconmensurable película. Y eso será lo último que leas. 

Picto—grafías

Hace años, Javier Payeras me dio el consejo de leer el ABC of Reading de un exiliado norteamericano en Paris, llamado naturalmente: Ezra...