martes, 7 de abril de 2020

UNA POSTAL suREALISTA



En la mera esquina de la 8va. calle y 12 avenida hay una insignificante piñatería. Se podría decir que pasa todo mundo sin verla. Ayer, una mujer trabajaba en “vestir” el primer modelo de un Coronavirus piñata.
Lo estaba terminando de forrar con largos listones cortados como flecos verdes, y cubriendo sus puntas que le dan su nombre al maligno virus. Le pusieron un diseño con tan buen humor, que en lo alto le formaron una pequeña corona, que luego fue forrada de dorado para lograr un sentido de regio propósito sanguinario.
Al verlo terminado veo unos emblemas de Batman en los picachos. “Son los murciélagos”, me responde el dueño, que también me cuenta que la novedosa piñata es un pedido especial de un su cliente muy particular.
Me lleno de curiosidad. Quisiera saber quién o quiénes, y para qué festejo tan importante han pagado la estratosférica cantidad de cien quetzales.

ANOTACIONES SARS-CoV-2021


- 1. Lo que enferma no es el virus, es el exagerado avance de leyes y prohibiciones.
- 2. Es enfermo el cínico, contradictorio y aislante cúmulo de mascarillas y trajes asépticos, de desinfectantes, jabones y detergentes purificadores, cuando los países más poderosos del mundo han permitido en estas regiones que coexista el humilde en largos basureros. Se han preocupado por ejemplo de proteger con trajes de astronautas a los señores y jóvenes que, hoy en día y a esta hora, están recolectando la basura de tu colonia.
- 3. Este virus nos vuelve hebreos en menos de lo que nos damos cuenta. Te enseña a vivir apertrechado, como judío en tiempos de guerra, sin hablar con nadie, ni relacionarte con cualquiera que esté del otro lado.
- 4. Ya vimos que el virus mata gente de: hambre, enfermedad, de miedo, pero, sobre todo: de inanición.
- 5. El virus mata primero: la oferta y la demanda.
- 6. El presidente de cada país solo le habla a la elite de sus votantes; ni su voz, ni su ayuda llegará nunca al malabarista con naranjas que trabaja en un semáforo para darle de comer a su familia.
- 7. Los enfermó el asco y la náusea hacía los más vulnerables del mundo. Ahora se enfrentan a su propia nausea y asco. Toda cosa tocada por sí mismo será su mal. No saldrán a la calle por años.
- 8. Los enfermó la constancia idiota de creerse los más higiénicos, los que tenían las más estrictas normas de calidad. Los más asépticos de la tierra.
- 9. El virus no está afuera, el virus está adentro.
- 10. Los gobiernos lograran créditos y prestamos para solventar la vida de los más recios, cínicos y cobardes de la tierra.

jueves, 19 de marzo de 2020

Salón de Exposiciones



Los delfines han vuelto a Venecia.
La muerte en los Centros Comerciales vive,
hoy es vintage creer que
habita en un cementerio.

El mañana es un lugar sin nombre.
Las iglesias debieran ser los hospitales,
las calles han vuelto a ser llanura
y a Venecia han vuelto los cisnes y marsopas.

Las templos están cerrados
pero el gobierno trabaja doble vuelta
mientras le recuerda a todos quedarse en casa.
Pero los pobres de la tierra no la tienen
y no se van a infectar
Igual que los desnutridos que ya están
habituados al ayuno tres veces por jornada.
Wallstreet infectado en gloria
presenta una hora al día a los millonarios
jalarse el pelo al ver a sus empleados
almorzando en familia.

El mañana es un lugar sin nombre
donde los choferes ahora si quisieran
morir al menos con trabajo.
Ahora la pregunta de la banda The Beattles
tiene su respuesta.
All the lonely people
Where do they all come from?

Los animales vuelven al mundo
sin el hombre la tierra es un paraíso.

Lester Oliveros Ramírez
4rentena-2020-19Marzo

miércoles, 18 de marzo de 2020

#mitu


En dos días cumple años Harvey Weinstein. Ya está en prisión ese muchacho que solo quería un masajito y un poco de cariño a la fuerza. Claro que todo esto lo cuento con sarcasmo, no se vaya a malinterpretar lo contrario y, las dos décadas y tres años que le recetaron vayan a quedar como un mal chiste. El dinero no lo compra todo, pero casi: lo absolvieron de dos cargos graves, abuso sexual depredatorio y violación agravada.
El abogado defensor alego a su favor que le habían dado cadena perpetua dada su edad y condición. El antes titán de Hollywood, aunque ya está en la cárcel, espera su prometida apelación, haciéndose el muerto a veces como buena zarigüeya, con el perdón de eso animalitos tan chulos.
En sus testimonios, las víctimas no logran hilvanar con justicia los momentos cumbres, que además son los momentos más incriminatorios, por pudor y vergüenza, o sabe dios qué mezcla de sentimientos lamentables. Además de cubrir con palabras entrecortadas, la violación y abuso, tienen que contar el justo momento de su degradación final, frente a un magnate extendiendo a la distancia un cheque para pagar su silencio.
II
Hoy se cumple una semana de su condena. No solo las víctimas directas, sino también los varios casos que se lograron descubrir, por medio del hashtag: #Metoo, celebran alrededor del mundo, la sentencia condenatoria. Todo esto opacado gravemente por la pandemia de un virus de diseño cinco estrellas, del que aún no se revela ni el autor, ni el móvil.
Pero los recuerdos perturbadores, la impotencia ante ese gorila albino, siguen siendo imborrables, hirientes y perturbadores para las atormentadas.
Hace unos años nadie conocía su rostro. Tal vez su nombre por haber sido el productor de Shakespeare in Love, y la extraordinaria Pulp Fiction. En las fotos del juicio prorrumpe calvo, entrado ya en años, los ojos perdidos entre unas ojeras de desvelo, escondidos en una papada de perro bravo; la corbata mal ajustada, solo, perverso, sosteniendo su carácter y postura de poder en declive.
Todo se desató hasta que el New York Times y The New Yorker publicaron testimonios que sorprendieron por poner de manifiesto los rumores sobre la conducta inapropiada del importante productor de cine.
La encantadora Salma Hayek, la vengativa Uma Thurman de Kill Bill, la glamorosa Gwyneth Paltrow culparon a Weinstein de acoso sexual. De susurros a rumores, de rumores a gritos, hasta empezar una gira de conciertos para hacer patente la preocupación ante estos hechos lamentables.
III
Pasado mañana, los guardias de la prisión verán a Harvey pensativo, grueso, colérico, sanguíneo y bélico, lamerse el golpe de la sentencia recordado la vez que le gritó a un periodista, en la cúspide de su egolatría: ¡Yo soy el puto amo! Y las múltiples escenas de sometimiento y miedo de sus víctimas ante éste serán rotundas.
Algunos se preguntan, por qué este productor de cine, premiado, y quizá con una carrera de éxito, que no tendría necesidad de encerrar a ninguna actriz, ni hacer ese uso patético de cortejo de muerte para seducirlas, no logró vencer a sus demonios, aún con toda su plata que podría tirar sin pena al cielo de Las Vegas.
Mientras tanto, veré esa escena de Jules en Pulp Fiction, acá en mi cuarentena a la intemperie:

“El camino del hombre recto esta por todos lados rodeado por las injusticias de los egoístas y la tiranía de los hombres malos. Bendito sea aquel pastor que en nombre de la caridad y de la buena voluntad saque a los débiles del valle de la oscuridad. Porque él es el verdadero guardián de su hermano y el descubridor de los niños perdidos. ¡Y os aseguro que vendré a castigar con gran venganza y furiosa cólera a aquellos que pretendan envenenar y destruir a mis hermanos! ¡Y tú sabrás que mi nombre es Yahvé, cuando caiga mi venganza sobre ti!”

Luego: el disparo.

viernes, 3 de enero de 2020

CAFE DEL CENTRO GT





Ayer, luego de unos sueños intranquilos me vi convertido en un enorme sibarita, junto con mi gran amiga Karla Solis. 
Así que luego de unos schirmps, vino Chardoney, ensalada de lechuga con zanahoria y no sé qué más le puso la chef Priscila, nos encaminamos a tomar un café latte.
Hace unos bastantes años, yo trabajé para una empresa de impresiones digitales que brindaban una buena impresión a sus clientes, pero a mí no tanto. Una de esas empresas era BBDO y por allí en el Topacio Azul platicábamos de música y libros con un amigo llamado Mario, que ahora ha invencionado un espacio fuera de lo común para entretenerse con libros y detalles en un café que precisaba en el Centro Histórico.
El café está blindado contra el ruido urbano y se puede escoger de la librera el libro que más nos magnetice. Gracias Mr. Mario por tan interesante espacio, y Karlita por esa necesaria purificación de mots just.

sábado, 21 de diciembre de 2019

POEMA DE LA MANO

Poema de la mano


el pulso de la muñeca
mueve mi mano
de lejos una nube
hace un recorrido temporal
bajo el sol ella sola se siente actriz
mi pulso es preciso en tu espalda turquesa
solos mis dedos con sus huellas digitales te apresan
y hacen rotar en el centro de tu cintura
una nube que se vuelve pájaro
y te pinto el rostro de nuevo
el ojo en el ojo
la boca y el beso
antes que las libélulas se detengan
y te digan al oído las groserías
que quiero hacerte
antes que las lineas de mis manos se vuelvan tus venas
y la nube se vuelva a ir
bajo el sol
ese sol de invierno navideño que
derrite tu hielo
y a dejado tu pechos manchados de ese azul del cielo
tanto oxigeno de tigres nevados

Creo en Santa





Creo en Santa
Yo fui el impertinente que le dije a mis sobrinos que Santa Claus no existía. Me pasé de listo. Ayer tuve la certeza de que en el Polo Norte un gordito en camiseta y la barba marxista estaba empacando nuestros regalos. Hasta puedo asegurar que ninguna de las historias que se han contado es falsa.
Santa Claus existe y es tan cierto que hasta le voy a dejar un vaso, no de Coca Cola, sino de leche y galletas de chocolate, para que no se le suba la presión. A esa edad ya debe ser incomodo hacer un viaje alrededor del mundo en condiciones tan tremendas como un trineo.
Hasta hice mi carta, y en la primera línea le pedí disculpas por andar pregonando que no existe. Recordé esa bicicleta y el saxofón que yo le había pedido en dos ocasiones cuando mi abuela vivía y nos íbamos a la sexta de compras, y encontrábamos tantos santas repetidos, unos más flacos que otros.
Todo esto lo cuento, mientras oigo el saxofón de un Santa en la sexta. Yo sé que Santa se lo quedó, con tal de que no me decepcionara, al darme cuenta que era imposible que yo tuviera el oído de Charlie Parker. Lo de la bicicleta, lo cumplí cuando ya pude ganar algo en un centro comercial.

                                                                                                            

Picto—grafías

Hace años, Javier Payeras me dio el consejo de leer el ABC of Reading de un exiliado norteamericano en Paris, llamado naturalmente: Ezra...