miércoles, 21 de junio de 2017

Caution wet floor



La vida debiera resumirse a un esperar infinito desde un MacDonald´s. Sentarse a hacer tiempo a alguien en una mesa simple con un café con leche y, solo ver gente pasar, multitudes que esconden un rostro en su ir y venir.

Pasa un anciano caminando lentamente, como queriendo que el tiempo imaginario, fuera, solo por él, detenido un metro por minuto. Una joven de pelo rubio y piel negra, hermosa ella, pasa ágil derrotando la idea del anciano. Una joven muy pensativa va hablando muy confiadamente por un SmartPhone, no sabe que el aparato es incorpóreo. Una adolescente va abrazando un gigante, enorme, oso café y el chico de sus sueños la besa y se ven profundamente a los ojos. Es una imagen veloz.

Una mujer con minifalda, que ya hubiera querido Botero para ampliar sus piernas. Otra, de San Juan Sacatepéquez, quizás socióloga, con su güipil de rayos solares. Un obrero con su mochila infaltable, al hombro, va tirando bocanadas de humo como un tren humano. La madre soltera que empuja la puerta a su hijita fosforescente, que corre desenfrenada a los brazos de un padre insólito, hundido en la soledad que le espera al ver a su antigua novia. Dos extranjeros, de algún país helado, toman fotografías a las sillas gigantes donde ya no cabe el hambre. Son turistas y juegan bien su papel de tontos alucinados.

Los que están adentro ven hacía afuera, los que están afuera, a veces, ven a hacia adentro. Un indigente, de playera amarilla y el pelo blanco, se detiene frente a la puerta y habla muy interesado consigo mismo, pero habla cosas importantes, se puede ver con la pasión que se expresa para él. Un lustrador de zapatos pasa como héroe del día, se ve feliz. Contraste hace un hombre entre la multitud, sonriendo. La gerente del restaurante sale a la acera a tomar aire y se nota que está cansada de la música de oficina que suena adentro con un ruido de palabras cortadas, muy normal en el ambiente.

Cae la tarde y las nubes arden. Los edificios proyectan sus enormes hombros grises sobre la calle delgada. Se van encendiendo las esquinas de las avenidas. Pasa otro obrero, quizás más de prisa, va cansado, pero sabe tanto de poesía con una rosa para su esposa, que le servirá su cena y de seguro, o con suerte para ambos, tenga el muchacho las temerarias fuerzas para hacerle el amor como dios manda.

Por lo tanto, voy a pedir otro refill, para esperarte un poco más en esta silla y, tal vez me anime a escribir algo. Un niño, humilde, es el cierre de mis visiones, parece de tres años y señala para adentro, mientras le da besos a la puerta del MacDonald´s, como un fascinante Axolotl.


miércoles, 7 de junio de 2017

Por ejemplo Romulo y Remo y la Loba/





Soy la vida y estoy viva,
y no es una reiteración irresponsable:
de mi centro he creado personajes nutridos hasta de lobos.
Alma y átomo de la naturaleza soy
Aunque entre mis venas renace la muerte.
Conmigo convive y hasta cree conocerme del todo.

Yo la dejo que lo crea porque existo.
Cada cierto tiempo abro los ojos y recuerdo.
Una vez la vi contándole mentiras a Platón
que reía de gusto inmortal sentado sobre libros.
A veces me divierto en el mar, imaginando monstruos
que asustan a los más ingenuos de ustedes.

miércoles, 31 de mayo de 2017

INFIDENCIA O RECOMENDACION (I)





En las bibliotecas, universos compactos, el silencio no se hace por los que aparentan estudiar, sino por los que duermen: ya sean vivos o muertos, figurativa o literalmente. Tomemos en cuenta, por favor, que existen en esos universos algunos que llevan siglos de sueño; otros, no solo duermen sino que han muerto y, algunos, solo se hacen los dormidos, porque siguen llevándosela de vivos.
En realidad se debería hacer fiesta en las bibliotecas y sus libreras, lejos de parecer fachas imprudentes, lucirían adornos carnavalescos y, tal vez así, las juventudes se emocionarían  con ese oficio que requiere atención concentrada  y mantener la boca cerrada y la mente abierta. Como un dato en suma gracia y confiando de que nadie se dé por aludido, y las autoridades de esa biblioteca no tomen decisiones censurables, me contaron la otra vez,  que en la Universidad del Valle las juventudes han tomado los anaqueles como afrodisiaco y han procreado futuros universitarios entre los confortables libros de botánica y genética.
Hay aún así, en ese cosmos compacto, en esa urbe de sueños y letras, cifras y sabiduría adormecida, algunos que deliberadamente vemos despiertos, de pie, ante la puerta esperando salir a dar un paseo al parque y, olvidarse del olor de la madera en rodajas, que es finalmente, el papel de cada libro.



Foto: todocoleccion.online

lunes, 8 de mayo de 2017

El ring es una página en blanco



Mis puños parecen de luchador
aunque siempre he peleado con lápices de colores
y lapiceros Bic.

Nunca estoy seguro de nada
pero avanzo con rayas y letras.
Siempre solo
pero con una insensata seguridad de mago.
No he descubierto
más que una esquina de mi mismo.
A veces lo logro
a veces lo logran ellas
(las perras negras)
a veces lo logramos todos juntos
ya que mis palabras fueron las tuyas
y mis puntos no son solo mios.

La noche es un mar de cabeza
negro y sin horizontes
-pero sigo peleando por decir-
al menos por intentalo gano
puntos suspensivos. 


 -

Imag. natedsanders.com

viernes, 28 de abril de 2017

Canción que no es.



Para dónde va la Luna.

Esto no es una canción
es el estruendo y agonía
es el testamento del fín
y ella se debana bajo las olas
ebria y perdida.
Ha desperdiciado el regalo.

Mientras escribo
juego a morirme
con una Ice y dos cigarros
con el puñal tras de la espalda
como un bonito souvenir de viaje.

A dónde va la Luna
/si, a dónde irá/
si tu eras mi estrella.
Todo fue maldito.
Todo se ha viciado.
Todo ha errado.
Todo se ha roto.
Rodaste tu y mi cabeza
por el suelo.


-
Anonymous
12" x 16", oil on canvas
Donated by Linda L. Carrubba
May 18, 2008
MOBA #448

Picto—grafías

Hace años, Javier Payeras me dio el consejo de leer el ABC of Reading de un exiliado norteamericano en Paris, llamado naturalmente: Ezra...