miércoles, 24 de octubre de 2012

ELOGIO A LA DESPROPORCION

Existe una película de Pedro Almodovar en la que, entre la trama, un hombre diminuto empieza a trepar por el cuerpo de una mujer monumental, la película, que es un poema, se llama Habla con Ella. Es un delirio, un sueño de todo hombre. Algunos poemas de Neruda lo mencionan, está presente en la literatura esa pesadilla de entrar por la boca de una mujer y salir por su vagina. Recientemente pude ver un díptico de Aníbal López en el museo de Arqueología y Etnología, es una muestra de esa vertiente que es nacer y estar en los brazos de una mujer monumental, que es eso que nos avienta contra el deseo de ver en una mujer más que a una madre, a una diosa.


Caminando por la calle me gusto mucho ver a una mujer recostada en el umbral de una puerta. Su cuerpo era voluptuoso y su mirada latina, mediterránea y frutal, era de un desconcertante sentido de la desproporción. Como algunas mujeres que he visto al sur, en esa franja que hemos dado en llamar la Costa, me maravillaron sus abundantes líneas. Su cadera era hermosamente amplia, sus pechos rebosantes de textura y sombra; su mirada era temible pero sonrió cuando le dije que era una mujer de verdad. Al contrario de la clásica mujer guatemalteca, bajita, morena y seria, esta era una madona de Rubens. Entonces recordé esas desproporciones en los cuadros de Botero, en la Venus de Willenford, en todo ese arte Tolteca de cabezas inmensas que eran tan desproporcionadas que terminaban siendo divinidades.

Al contrario del mundo, estas amazonas desproporcionadas, que he visto en burdeles y casas de citas, hay unas que se han ganado un lugar en las portadas de revistas de moda. Son delgadas, pálidas y no parecen ser terrenales, las mujeres terrenales, quizás esas mujeres hermosas y con pechos como magnolias, quizás esas mujeres que rompen con la natural línea de la razón y nos conmueven con su volumen erótico, con su piel de búfalo, con sus piernas de elefante blanco y sagrado, esas mujeres son de la tierra.

No hay nada más delirante que mirar de pronto, por curiosidad o por morbo, esas imágenes pornográficas de mujeres con culos estratosféricos, con pechos que compiten con los balones de básquet ball. Sea degeneración de la mente, desgonce moral o cierta perfección hentai, o una evolución de la raza, como lo han presentado en las revistas de los X-Man, siento que un prodigio que con los años se volverá en una mujer que se ríe a carcajadas sentada en un diván para dos personas, no podría dejar de ser lo más mortal del mundo. Una femme fatal que llevará en sus extremidades los besos de mil hombres.

Lester Oliveros R.

jueves, 11 de octubre de 2012

LA OVEJA VERDE

Se cuenta que en un lugar a donde el viento sobaba la contrariedad con inusitada excitación boreal. Nació en un bosque una oveja verde. Muchos se asustaron de tal deformidad en la natura. La oveja verde no encajaba con las blancas que eran el símbolo de la albura y santidad, ni con las negras que eran el símbolo de la rebeldía en aquellas tierras de viento y fuego. Así que la ovejita verde fue creciendo tan sola que se extraviaba en los senderos, donde de ninguna forma era vista ya que era verde como el hortal. Hasta que, sin hacerles simbólico ni el final, ni el color, llegó un gran comerciante, un grandioso creador de marcas y anuncios, que enseguida la volvió un logotipo de una campaña ecológica. Hasta entonces ganó popularidad y fue aceptada por las ovejas, tanto de blancas como de negras.
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SOBRE LA INSIGNIFICANCIA DEL ARTE




El arte más grande es el arte franco que entra en el ser como una explosión. La música por ejemplo es inmediata, el cine es menos inmediato que la música pero es mucho más difícil captar una obra literaria. Pero el arte sigue siendo elitista. Algunos cuantos pintan, algunos cuantos escriben, uno o tres hacen cine, algunos hacen música. Y luego, un pequeño público, un grupúsculo de críticos detestables, y más abajo en el infiernito ese minúsculo y tenso, algunos compran ese arte pero no lo contemplan.
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domingo, 30 de septiembre de 2012

CAER O LEVANTARSE




En realidad ahora pienso y dudo, si fue cierto ese llanto de ella al decirme que ese hijo perdido pudo haber sido mío. Pero no lo puedo creer. Toda la vida me he salvado de ser padre con el único recurso fantástico de implorar antes de hacer el amor. Pido que no sea varón ni hembra sino una idea la que nazca. Las ideas no son tan humanas hasta que se las deja ir por ahí con padres adoptivos. Las ideas nacen y se les puede mantener guardada, mas no se les puede prohibir crecer de boca en boca. Pero no era eso lo que quería hablar sino de ella llorando en la orilla de la cama. Claro que se había bebido más de tres litros y claro que yo también estaba drogado, pero sobre todo su llanto que no me lo puedo arrancar del alma. Me decía como entre quejidos que yo no sentía lo de nuestro hijo. Si, se atrevió a llamarlo nuestro, después de decirme que había estado con un fotógrafo australiano que le había tomado fotos desnuda y luego había hecho con ella lo que se hace con las tunas, le quito todito lo que le sobraba para probarla dulzura de sus tetas de nena y su hermoso culo de reina. Pero ahí estaba yo sintiéndome contrariado, porque pena no tenía, tampoco tristeza, menos culpa, lo que tenía en ese instante era unas ganas de un trago en otra parte y que pasaran las doce y amaneciera.  Pero ella llorando y yo a verga no éramos una pareja ejemplar, tal vez éramos ejemplarmente unos idiotas. Por lo pronto me dediqué a calmarla y a buscar donde tenía más pisto para salir por un litro al putero mas cercano. Se dormía rápido era lo bueno y a mi que me encantaba platicar con la putas, aprovechaba para salirme y llegar a unas cuadras a la tienda esa donde vendían comida para todos y había para beber hasta que el cuerpo aguantara caer o elevarse. Pero eso era otra cosa, ahora lo que me preocupa es si ese pequeño de verdad era mi hijo. En realidad no lo he creído nunca pero ya saben ustedes que un hombre niega hasta sus propios hijos siempre, es el mal del latino. Bueno si fue mío, murió. Si no fue mío también murió. Pero siempre he creído que desde entonces nos unía únicamente la lastima y el agradecimiento en pociones infernales. Eso nos unió, un ángel para un final. Nos unió su llanto que nunca oímos, su tibieza que nunca sentimos, su arrullo que nunca conocimos, y entonces ahí estábamos los dos, juntos, maldurmiendo con pesadillas y empujones en una cama donde podría solamente caber el amor y no nosotros. 
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viernes, 14 de septiembre de 2012

LA SEXTA VOCAL

Erase una vez que había, una vez en cientos de silencios, desde la tierra de lo que soy, una vocal perdida, eso fue lo que oí, un nuevo sonido, oí que me contaban de una vocal perdida a su suerte en ese sitio. ¿Cómo sacarla de su terrible soledad, cómo calmar su sed y su destierro? Era única, sublime y solitaria. Así que me puse a inventar palabras donde cupiera ella, donde su soledad fuera compartida.

lunes, 10 de septiembre de 2012

LA AGRICULTURA EN LA LUNA (CUMBIA)



Aún sueñan mis ojos la música:
Eres muy bonita, pero mentirosa, 
engañas a los hombres…
Una cumbía led
Una sonoridad para hacer crecer 
el trigo y la cizaña en una
luz ultraviolenta…
y tu eras maintenant
la que mis brazos serpiente mordían despacio
y tu eras en avant
la que entregada al danzón tal popular y lunático
encendía adentro otras luces biológicas
el último rayo il pleut
la última teoría chanson
el último invento eran tus labios fille
fuego intenso que era el medio día grand musique
más feliz
que cuando me llegaste a dar un abrazo orbital
por un poema mal leído en plena calle
que hablaba de matar por amor en plena esquina,
todos los demás el ruido de fondo
y vos seguís siendo el pentagrama de jour, de rien.

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lunes, 3 de septiembre de 2012

3 ESTRELLAS AZUCARADAS


A la estrella IRAS 16293-2422 –a 400 años luz-.
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I
El hommie la ve
y se la come
con los ojos
y la huele completa
la juega y la agata
y la destroza entre las sábanas
luego hace un collar con sus dientes.

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II
Fui gitano
y fumé ducados
el mundo me dicta un verso
solo quiero decir, hermano,
que viví entre gentes diferentes
y son como todas
mis palabras sin esquinas
bajo la lluvia son expertas en mojarse.
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III
Veo al cielo
encuentro algón de azucar
color vainilla
con sabor a banqueta
con sabor a colchon robado
con risas color magenta
de a un peso
de un beso
de un enorme terron que se nos pulveriza
el cielo es siempre impredecible
un día nos va caer pan del cielo
y quizás chorros de Seven Up.

Picto—grafías

Hace años, Javier Payeras me dio el consejo de leer el ABC of Reading de un exiliado norteamericano en Paris, llamado naturalmente: Ezra...