martes, 26 de junio de 2012

EL SAPO Y LA PRINCESA (VERSION HARDCORE)



                El sapo que es besado por una princesa no se vuelve un príncipe (según recientes estudios de brillantes cientificos); pero se queda un poco sobrecogido, antes de tirarle leche a los ojos como en alguna película triple X.

sábado, 23 de junio de 2012

HAGO PIERCING EN EL CORAZON


I trago.
Hoy que amanecí
con tu cuerpo y boca
te imaginé besando mi
cordón umbilical
ese  que me une al cielo
y luego de todo
pensé detenidamente que el mundo
pasa y pesa  como el tiempo
y el arte no da para vivir.

II trago.
Hoy que amanecí soñando
te vi desierta y envuelta en telas de araña
de esa forma nostálgica
de esa forma humana
y te metí la lengua en el 
pecho para ponerte un arete en las arterias
que conectan al alma.
La imaginación ha movido
más montañas que la fe.


III trago.
Pido.
Doy.
Pido limosna en las calles
a espectros sonrientes,
me dan algo de lo poco que tienen,
me dan lo último que arriesgan,
la más cruel de las verdades
o la más falsa de las lástimas,
y yo…  ya no puedo.

Imagen - Arte: Benvenuto Chavajay 

jueves, 21 de junio de 2012

ESOS QUE SE BAÑAN CON ROPA


Casi a las 7 de a la mañana. Fumando. Estaba sentado en una de esas bancas de la sexta avenida cuando de pronto aparecieron dos robustas Testigas de Jehová, que me abordaron con esa forma empalagosa de presentarse; yo me sentía con una resaca terrible y tenía además muchas ganas de bromear así que lo primero que les dije fue que no sabían siquiera quién era Dios, y se sentaron cada una a mi lado mientras les hablaba del Corán, la Tora y terminaba enseñándoles, frente a nosotros, una obra de Eny Roland que en su voz original se llama “Adán y Esteban”. Las dos mujeres me escuchaban con una sonrisa en labios, no sé si por mi inconexo, aleatorio y sonriente discurrir, o por estar asombradas de estar allí tan temprano escuchando sobre arte y espiritualidad.  Esa fue una de las anécdotas que puedo contar de este mural de una mano con una manzana. Que me pareció un buen aporte popular y estético. No paso lo mismo con un torso que se instaló en almacenes Tropigas, siempre en la sexta avenida.
Esto me llevó a recordar una nota que años atrás leí por algún lado. Se trataba de un artista colombiano que  presentó su obra en New York, una ciudad que uno pensaría que ya no se escandaliza con nada, pero una mañana, levantaron un par de persianas y mucha gente se asombró de una mujer en una esquina, acostada en un taburete enseñando el pubis, rizado y tan real que a muchas señoras les dio envidia. Tanto fue que llamaron a las autoridades y cuando fueron a la galería a protestar, se dieron cuenta que la obra era un oleo y no una fotografía como ellos creían. Siendo así, la obra se quedó en el mismo lugar. La obra se defendió por si sola.  En el caso del mencionado torso, es el torso de un hombre, y de la misma forma sobresalía el pelo púbico.  
En este caso el de la boca abierta no habrá sido una mujer seguramente. Pero lo que más se discute es el poco respaldo de los organizadores de la Bienal para los artistas y el respeto a una obra terminada. El comercial en cuestión mandó a quitar dos hileras de hojas impresas. Hojas en blanco, hojas con tinta de impresora, inocentes hojas impresas que destacaban esa parte del torso que va cambiando de nombre. Ahora mismo se puede ver sin sus 50 hojas censuradas.
Lejos de la doble moral, yo veo un patrón que se repite. El que pinta, escribe o forma, y el que borra lo pintado, borra lo escrito y termina botando lo construido. Se ha dicho tanto ya de la censura y sus fractales pero yo ahondo un poco más en ese juego tan subconsciente de los guatemaltecos, de no interesarse por el otro, de no mostrar empatía por las manifestaciones, que en el fondo nos deben interesar porque arrojan una luz sobre problemas mayores: la violencia, la corrupción, la extrema pobreza. Yo creo que en ciudades como la nuestra esto seguirá pasando hasta que generaciones tolerantes y sensibles caminen por las calles. Hoy el Torso de Adán, que es como se llama esta obra de Eny Roland, esta incompleto.
Así me despido de las dos mujeres, que siguen sonriendo, con sus Atalayas en mano.  

Fotos de galería Urbana: acá.

sábado, 16 de junio de 2012

SIMULACIóN DE UN HIMEN CóSMICO


Entonces cuando todo al fin se vuelve insoportable, 
cuando el mundo y el veneno dan dolor, 
todavía sigue allí tu buena estrella, 
buena estrella para todos, para vos.
Fito Páez


Hemos conquistado la cima: somos el ahora. La quinta esencia del instante. Alegrense los que reconozcan en la luz el fuego de la vida. Somos el presente, sientan el viento, en cualquier lugar del mundo hemos nacido, pero solo somos un brizna de un presente eterno, intermitente, volátil y genuino. Oro de eras incandecentes, polvo de estrellas pulverizadas a travez del espacio y en las órbitas del cosmos hemos resuelto en seres que hablan. Somos guerreros intemporales, híbridos entre elementos visibles y esenciales presencias transparentes. Los ojos abundan en memoria pero el día explota en un todo permanente. Estamos hechos de palabras que se disuelven y se concretan, vamos en vuelo hacía el himen del mañana. Rompemos como olas. Llegamos como un grito. Salimos del mundo enredados en el azar y la suerte. El abrazo y el beso que dimos ayer, permanece siempre. Luz es la memoria, luz es el mañana. Una jauria de oscuridades persiguen siempre la iniciativa del pensamiento, pero ante la voluntad que es hilo contra el lienzo, la mano, el lápiz y los pixeles resuelven a color esta mañana de un cielo azul y un paraiso de matices. Somos el esperma volátil que viaja hasta los bordes del cosmos. El llanto y la risa, el perdón, los simulacros, el drama, la novela, los continentes y las migraciones, la poesía que revela lo secreto, somos el juego y el gozo, la infancia suprema del ahora. Estoy escribiendo un libro hermético (sólo para mi mismo) que solo veré luego de muchos años luz.

Pintura del artista: Leonardo Nierman.
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Picto—grafías

Hace años, Javier Payeras me dio el consejo de leer el ABC of Reading de un exiliado norteamericano en Paris, llamado naturalmente: Ezra...