sábado, 23 de octubre de 2010

VERSOS IMAGINADOS Y ESCRITOS EN EL CEMENTERIO DE COBAN A.V.


Permiso para entrar.

Permiso para salir.

Camino de hormigas como filas

de hemanas llevando pétalo por pétalo

la ternura de la vida;

le llevan restos del mundo a los hermanos

desnudos del más allá.

Flores habitantas durmiendo en botes

de Big Cola,

geranios podridos en latas de frijol

y cada gota como aguja de pino

cayendo sobre uno.

II

Por los caminos arterias

van los pasos tras las huellas.

Otros hermanos transparentes

van adelante, siempre,

haciéndonos camino.

III

Cada tumba

es una habitación de la memoria.

Mi voz sola se pierde dentro

y cuando se queda ciega

tantea por los muros y huesos

buscando un rostro.

Encuentra, caricias guardadas,

fotos y residuos perfumados

que son la imagen del retorno.

IV

El chipi chipi es una cortina

de perlas brillantes como

el filo de los machetes de la piedra

de la sábana nube

que envuelve en vapor los caminos

al cielo.

LESTER O.

20/10/2010


viernes, 15 de octubre de 2010

AL SUAVE SOBRE UN SOFA DE SALVADOR DALÍ Y UNAS PALABRAS EN UNA TAQUERIA


Estoy escribiendo algo muy a mi gusto.
Estoy leyendo varias imágenes que me parecen codificadas en un rostro. Veo una habitación con otras familias velando la luz que nace de mis sueños. Hay un semáforo en la esquina de mi puerta. Ya no he vuelto a salir. Pero no extraño mucho la fiesta, porque la fiesta verdadera con sus after partys la tengo en casa. Antes tenía que ir a la tienda, por unos miserables tamales mal hechos y pasar por una coca cola y sentarme por horas a ver el televisor que terminaba de broncearme hasta la media noche, con sus rayos gamma.
Ahora ya no como más que palabras que salen de una boca universal, una de donde nace la vida, una boca que conocí mientras buscaba mi voz: es una llama que habla, un fuego que predica el magnetismo de los cuerpos. Me bloquea la vista y no puedo hacer nada, más que oír esa boca que a veces parece humana y verla gesticular palabras encadenadas a aros de humo, decirme al oído, o entre el pelo, palabras redondas que se muerden la cola como serpientes; me oye la boca, me oye escribir sobre ella y me da rienda suelta para la conversación.
Desde hace unos meses le hablo directamente, sin pestañear, haciendo un serio hasta que uno de los dos ríe. Nos hemos recordado de otros amigos. Hemos ido a cementerios cercanos a la vía Láctea y hemos visto cada nombre de persona muerta en cada estrella oval. Me agrada esa boca porque sabe como decir las cosas más desvergonzadas con un timbre de gran dama. La boca camina conmigo, me habla sobre el tiempo, se acuesta por la noche en una orilla de mi cama. No me gustaría decir cosas que la hagan sorprenderse e irse de mi, porque no se hasta donde llega su pudor o su deseo de ser pública. Opino que nunca en su vida deseo ser publica, porque vive feliz cantando canciones de amigos de otros planetas. Ella es la única que sabe que hay en el más allá. Me lo cuenta con recelo, al oído, mientras me besa suavemente. Cómo no besar una boca tan madura, con una voz de mujer tan permanente. Se pinta los labios de vez en cuando y me deja un corazón de tinta roja en la mejilla. Es una boca que me remite imágenes como un telescopio y me manda pájaros azules desde una lupa cuando enciende su hoja con la luz de sus oscuros luminares.
Bueno, ya no diré nada más, la boca me quita el habla, me gusta como puede decirme tantas cosas con solo morderse los labios.

miércoles, 6 de octubre de 2010

TU CORAZON FLORECE/CRONICA


Pana existe, lo que ya no existe es el lago.
Vemos pasar con Tití a tres coreanos con grandes cañas de pesca y uno más joven conduciendo su bicicleta con cuatro pescados con un hilo entre las agallas. Los pescados son verdes y tienen tres ojos, el tercer ojo que tanto predijo Lobsang Rampa. Dicen los habitantes de Panajachel que se oscurece la mente al comer pescado con tres ojos.
Recuerdo brevemente la noche de la Calle Santander, los pocos lugares abiertos por la falta de turistas. Nuestro fallido camino al lago, y desde ese café Sunset, ver en medio de la oscuridad una fila de bejucos naciendo del agua negra. El encuentro de nuestras miradas en el restaurante fantasma donde los únicos comensales éramos nosotros. Lo recuerdo de día, recostado sobre la cama del hotel. Recuerdo, le digo a Tití, los caza-sueños colgados del techo, y el asombro de los dos al oír música romántica mientras observamos sendos platos con todo lo que nunca nos imaginamos. Incluso vemos el decorado: flores del paraíso hechas con rodajas de zanahoria y remolacha sobre una base de pepino. Encantados empezamos a comer dándonos mutuamente comida en la boca y degustando un vino de caja estupendo. El amor no se puede explicar, pero lo que tengo bien claro es que si dos se quieren profundamente, la fortuna les acompaña. Dormimos recónditamente luego de un cigarrito con todo el ritual que le antecede.
A la mañana siguiente, fuimos a ver el lago. Cantidad de peces pequeños desbordaban hasta la orilla, tan crecida que casi tapaba las torres de los salvavidas. El agua era verde y las algas no se veían. Una docena de peces hurgaba el agua cuando les tiramos pan. Nos tomamos fotos todavía. Luego fuimos por nuestras cosas al hotel para llegar a tiempo a Sololá para el festival Tu Corazón Florece.

II
Cuando llegamos a Sololá tuve el agrado de conocer a Ángel Poyon. Joven pintor de Comalapa. Me contó de la gran sorpresa que se llevó al ganar el Juannio, y que su trabajo es de línea directa con los primeros pintores del lugar, que además son famosos. Tití iba vestida con un corte rojo fuego, una blusa blanca de hilo, una chacana con los cuatro puntos cardinales del cielo, y en la mano su cámara de 3.5 megabites. En un momento, se metió entre toda la gente hasta llegar a la primera fila, y luego la vi perderse y saludar a su gran amiga Rosa Chávez en el escenario, poeta y organizadora, que conocía directamente a la familia Guarcax. Radio Ati cubría el evento por radio y televisión, así como varias televisoras independientes, entre ellas TVMaya. Carteles de colores con la fotografía de Lisandro Guarcax adornaban el frente del escenario. Puede ver, desde la grada, atrás de todo el mundo, las diferentes bandas de Hip Hop y Rock que cantaban en kaqchikel o tzutuhil. Jessica Masaya y Ranferí Aguilar se acercaron a saludar. Horas después pude darme cuenta que el proyecto Hacedor de Lluvia es fabuloso. Hacía entrar en trance cósmico a todos, y esa intervención, de una canción que llevaba el nombre del proyecto, interpretada sin un instrumento, más que sonidos del cuerpo y un par de bolsas plásticas.
También cantó Neco de La Tona que andaba con un sombrero de Indiana Jones y una sacola larga como de asesino de vampiros.
Esperamos mucho para ver en vivo al grupo Soltz`il. Ya Tití me había hablado mucho de ellos, pues también los conocía de antes. Eran casi las cuatro de la tarde. Una nube gris cubría todo. Desde donde estábamos podíamos ver muy bien los barriletes gigantes del escenario, a la Rabín Ajaw presentando al grupo y, en eso un estruendo. Sin palabras. El latir del corazón del tambor. Instrumentos hechos por ellos mismos para la guerra. Tambores de varios tamaños. Sonidos de pájaros buscando su rama, jugueteando antes de anunciar la noche. Tambores bombos que sonaban entramados al final del grito. Grito prolongado de animales terrestres iracundos, reclamando con sus colmillos, garras y estridencias sonoras la devolución de su propia paz, de cada pedazo iluminado de su hermano muerto por las manos de la injusticia. Tambores sonaban con fuerza. Sonoridades variables. Se acostaron al suelo, se hincaron, no dijeron una sola palabra en el furor de la tarde nublada. Pude presenciar la furia interior como un ritual para matar con su arte de luz a las sombras de la memoria. Lisandro miraba el fuego y el lago como en sueños y cada tambor y cada sonido del grupo lo hizo presente como un manojo de luchas gritando siempre como un chisporroteo del fuego. Fuimos a dar el pésame a los padres de Lisandro y me di cuenta que ahora, como por encantamiento, el papá se parece tanto a Lisandro y no al revés.
El embajador de Noruega Lars Vaagen. Un hombre alto, parecido al actor Jean Dean, caminaba por la calle distraído, sin guardaespaldas ni parafernalia, que hasta pasaba desapercibido. Cuatro meses antes, un grupo de artistas guatemaltecos fueron a Noruega a un festival, que imagino grandioso, después de lo que presencie. Lisandro Guarcax iba en el grupo que fue a Noruega. Supe que el embajador estaba apoyando a la familia. Estaba con ellos desde un día antes del festival Tu Corazón Florece.
Todo se desarrolló de una forma hermosa. Yo no lo conocí, pero me adherí a su memoria y su arte. Tu corazón florece en cada sonido de tambor y citara nativa de Sotz´il amigo Lisandro.

III

Esto sólo puede decirse de esta forma. El regreso fue mítico. Sorteando la bruma espesa, como si fuéramos viajando a través de nubes, viajando al riesgo de caer siempre caer. No mirábamos nada. El carro de Sandra iba lento. Tuvimos que empezar a cantar cancioncitas para niños. Íbamos cantando los elefantes se columpiaban sobre la tela de una araña, pimpón es un muñeco, amigo Fénix cuando llegues al cielo, en el bosque de la china, y todo para bajar la presión de lo insólito. Un camión en un desvió, dejó que pasáramos para seguirnos, estaba perdido el conductor. Los derrumbes por un lado, y sin carretera del otro. Íbamos leyendo cada letrero, cada señal, cada flecha a los desvíos, que por suerte estaban puestos correctamente. Iba asustado, pero tomado fuertemente de la mano de Tití. Recordamos la canción de The Smiths: There is A light That never goes out. Nos besamos. Salimos, después de momentos críticos, de la inmensa nube blanca o gris y seguimos cantando otras canciones, hasta llegar a las rancheras y reímos un poco. Gracias vida.

Leste G. Oliveros
Fotograía:VICTORINO TEJAXÚN

miércoles, 29 de septiembre de 2010

MONTPARNASSE O LA ZONA 3


París no existe.
La sueño porque no existe aún.
Existe la zona cinco y sus escuelitas doradas
la manzana en trocitos a la orilla de una cama
los pelos largos que se enredan en las paredes
para cocer con filamentos el amor más dulce
que las moscas
que las hormigas
que los mosquitos
los vasos colmados del licor verde en un Montpernasse invisible
los caballos sueltos entre las sábanas
y las sonrisas hipnóticas en las madrugadas
existe la cocaína y una bala de visera
existe la aguja que pasa entre el camello
el licor de labios rojos como uvas colgando en racimos
existes y existo, conocemos la zona tres como se
conoce un sueño donde despiertas cayendo de un precipicio
existe la calle por donde me pierdo
y existe la almohada llena de tu pelo,
la cama llena de partes de tí como fotografías polaroid
y hoy te extraño tanto que no quiero ya pasar por Paris
para verte desnuda.

sábado, 25 de septiembre de 2010

PUENTES BAJO EL AGUA


Hoy día 5 Iq´.


"Iq' es el relámpago, son las tempestades. Es el día del Espíritu del Aire. El Corazón del Cielo nos ha dado a todos los seres vivientes el aire, alimento de vida. El aire alimenta nuestro organismo. La respiración nos dirige. El soplo divino. El viento rige las ideas y el cambio. Vientos de renovación. Es el que nos da el movimiento. Por el aire hablamos, pensamos, caminamos, miramos, oímos. Por el aire gira la tierra, se mueven las aguas, la olas del mar, por el aire se mueven las hojas de los arboles. Por el aire caminan las nubes y corren los ríos. Es el regalo que nos dio el Ajaw, regalo que no tiene precio. El aire es la vida para todos los seres que habitamos la tierra."

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Hoy 25 de Septiembre hago un resumen del mundo. De mi pequeño gran mundo. Veo en un periódico matutino una frase que me hace reir, mientras llueve interminablemente por la tormenta Mathew. Millones de quetzales para reconstrucción son noticias de primera plana. Millones de quetzales guardados en cuentas en el extranjero aguardan por sus dueños encarcelados en prisiones nacionales. Vivo muy cerca de la universidad y puedo imaginar la indolencia de los apoderados, y la indiferencia de las actuales autoridades de la Universidad de San Carlos de Guatemala. El país se derrumba por malos contratos con malas empresas constructoras. Veo que he se han ido abriendo hoyos profundos en la conciencia y las calles de la ciudad. El cielo es gris y por la noche es negro. Los valores ya no valen. La lluvia sigue cayendo, mientras en Francia el sol mueve a la gente a comprar botellas de agua de a 25 dólares. El hambre sigue creciendo y la angustia nunca fue mayor, nunca fue más insufrible que ahora. Tomo la mano de mi compañera y mientras hablamos de desastres y cenamos, presiento esperanza en su mirada, eso es lo único que me mantiene estable. Ayer terminamos el taller De Xibalba al Cyberespacio, impartido por el poeta Alan Mills, quien nos llevó a través de la poética del mundo Maya, la globalización, aspectos sociales y culturales de la nueva cosmovisión y los antecedentes en el pasado, presente y futuro, viendo las innumerables aplicaciones de esta sabiduría que se renueva. Una de las premisas fue leer el Popol Vuj de la traducción de Sam Colop como un libro futuro, y terminamos viendo el Cyberespacio, comprendiendo las hiperrealidades y avanzando hasta el comienzo del mito del año 2012, el treceavo Baktum y las posibles explicaciones en la poesía del mundo como ficción. Recreando un performance nawal en la búsqueda de renovar al nuevo Hunapu e Ixbalanque de este tiempo moderno. Afuera se oía el ruido. La lluvia constante que esta permeando las paredes de concreto hasta volverlas de espumilla. El cielo no ha tenido tregua, se esta cayendo sin querer caerse. Vemos con mi pareja Las Edades de Lulú. Nos reímos de las ocurrencias de Almudena de Grandes. Que barbará es la vida. La gente pasa por delante del vidrio del trabajo tapada con plásticos negros, con sombrillas rotas, con gorras empapadas, con zapatos mojados, con gripe, con agujeros en los zapatos, pensativos, tristes, muy tristes. Mañana es domingo. Espero que no se caiga el último puente que nos queda: el de la amistad.


Desintegration, The Cure. Aquí.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

POESIA PARA DESARMAR


Recientemente, en el taller Poesía para Armar, que imparten Luis Méndez Salinas, Vania Vargas, y Carmen Lucía, hablaron en un principio de la significación de la palabra poesía y me quedó claro que vamos avanzando pues no tenían una respuesta concreta hasta avanzar en un breve y profundo estudio de poeticas transholográficas, y ese es un buen signo con algo tan ready-made. Luego, el compromiso de un escritor: si no estas dispuesto o dispuesta a jugarte el as bajo la manga con los ojos cerrados ni lo intentes, bien dicho por ese chico ebrio y genial con nombre medio ruso: Bukousky. La poesía es un ejercicio para suicidas. Y bueno, tenía que llegar Cortazar más alto que un libro y más presente que nunca como un muerto en Montparnasse, con el capítulo 68 de Rayuela en la voz de Diego Sobral (integrante de esa fauna de nomadas mentales que habitan en donde uno menos lo espera). Me quedé con la armonía del giglico, protoidioma imaginado por Cortazar y la señora Dunlop, y que ahora yo reproduzco en mis palabritas para Norma Chamale:



Es como anegar el malvacaudal subirizándolo hasta trasagar sin freno el himen cortaduplicado hasta aglutinar el cenzontle del alma y valmaparar la cofia hipertensa antes de primerduplicar el orgasmo así sendero luminar el pezón antes de lamercumbiar el círculo doble sin parametrizar las hiperdermis estranguladas por el falomillo herculizado hasta mamarmilar el último labio besolumiendo carnosamente himno tras himno conquejosamente gritoluciferando paradójicamente interna cinturizando la quejumbre hasta lambada deliciosa sin abretujar el paladar del vientre/ cariciar cariciar el umpalo sin freno como metaforizar lamiendo y relamiendo hasta sostener la carundia y perdular el mistelo, sonriendo, sin ninguna falfalalia, hasta que vuele la espalda y los gluterios se contraigan en golpecitos tras escrotos y glandiosos ufanales magolóbicos:

¡Voila!
¡Voila!


parpaduplimiendo las rodillitas con cuñas y heliótropos hasta calcinar ombligos electrolibiosamente entre los hongurios humificantes de la boca ovarífala donde gurguñen los misfos silentilévolos que tralalean el eje de los gritos suplicio tras suplicio hasgómitamente cogiendose uno de otro y otro de uno con engranábolos íntimos que se conectaban erizando el pétalo pulposo de las algas.

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¡Nos vemos allá en Poesía para desarmar pues!

Acá video sobre noticias de Marimbas del Infierno.

lunes, 20 de septiembre de 2010

CONFESIONES DE UN PATOJO CON CEDULA (I)


La realidad es una conversión de los sentidos. Ya todos lo sabemos. La imaginación, como el juego de la razón. La voluntad de querer seguir creando sobre lo creado: la ficción. Aprender a leer es un milagro que a la mayoría nos va convenciendo que el poder de la palabra escrita es el verdadero revolver. La palabra como vehículo o arma, la defensa por el argumento mejor estructurado, el amor ante la frase sublime que vuelve los corazones de pollo. Palabras que nacen de algún lugar profundo de la mente y los sentimientos. El ahora escrito. Algo romántico o novedoso, siempre será romántico. En algún momento los libros fueron lo que son los canales de un televisor. La virtud de imaginar a nuestro modo una forma tan compleja como la vida, una latente estructura que se borraba al cerrar el libro y recomenzaba al volverlo abrir. No puedo olvidar la primera vez que me hundí realmente. Me acuerdo que fue una noche, en la que, tirado en el suelo, con una candela encendida, leía sin detenerme sobre un viaje en globo a través del mundo. Todavía puedo recordar el olor característico de esos libros que sobreviven de mano en mano hasta que sus páginas se vuelven amarillas y húmedas. Fue un despertar. Ya no iba a oír más los gritos de los vecinos o las rabietas de mi madre, iba a meterme al bunker donde no me iba a sacar ni un terremoto. La lectura es lo más encantador que he encontrado en el mundo. Es un verdadero tesoro. En una fiesta familiar oí a un caballero de traje decir que hay que leer de todo lo que caiga en las manos. Luego lo repitió la abuela Graciela Guillermos viuda de Sun, y me convencí de leer todo lo que cayera en mis manos, que fue más bien, leer todo lo que encontrara en el camino; arrebatárselo a la gente, amigos, primos o desconocidos, robar si era posible. Recuerdo que empecé aprendiendo a leer rótulos en las calles. Panaderías, restaurantes, salones de belleza, peluquerías, burdeles. En ese tiempo todavía no sabía ni sostener el lápiz (a los niños nos enseñan a escribir con lápiz para poder borrar los errores), después me enteré que Hemigway escribía todavía con lápiz a los cuarenta y tantos años. Los personajes del más allá en esas novelas de Julio Verne escriben con tinta y plumilla. Así empecé a escribir. Pensaba que así como la tinta impregnaba el papel, la inspiración fluiría. Mentira. Flaubert demanda trabajo. Trabajar diarimente es lo que nos da la habilidad. Muchos de los buenos poetas y escritores guatemaltecos tienen esa disciplina y se les nota, eso no se puede imitar. Se es o no se es. La lectura es paralela. El escritor lee para olvidarse de lo que escribe o para guiar su creatividad. El escritor que lee puede llegar a ser un magnifico escritor. Porque la lectura trasciende. La lectura de libros sólo es uno de los escalones para leer la vida misma, sentir el nervio del cosmos. El poeta sabe leer las cosas que lo rodean. Lee y escucha el soundtrak. Luego lo reproduce. El novelista lee las caras de sus personajes, lee los escenarios, lee éntre las líneas del tren de alta velocidad. La lectura del azar es natural. Predicciones de un presente que se alarga como el queso en una pizza. El futuro leído de antemano. Me gustaría conjurar el mañana y leerlo plenamente. Pero tengo que pasar primero por este estado de la mente; el ignorar la mayoría de las cosas y sentir miedo o placer por lo que desconozco. Uno de los más grandes enigmas ha motivado la lectura y la escritura ¿quiénes somos? Y en mi caso ¿Dónde terminará el universo? Si alguien sabe algo, la dirección cartesiana, el nombre de la estrella final donde las brújulas pierden la razón, dígamelo por favor. Mientras tanto, voy a leer una breve historia del tiempo.
-Acuarela de Joel Isaacson, Charles Dickens.

Picto—grafías

Hace años, Javier Payeras me dio el consejo de leer el ABC of Reading de un exiliado norteamericano en Paris, llamado naturalmente: Ezra...