Para Karol Rojas hasta Colombia,
porque aprendió a volar sin más plumas que las manos.
Los escritores somos feos. No entiendo porque pueden cometer el sacrilegio de tomarle una foto a Gabriel García Márquez. Creí que nadie podría comprar una foto de algún escritor latinoamericano. A mi me gustaba ver fotos de paisajes, y por qué no, también de prostitutas de lujo con el conejito de PlayBoy, y algunas de cantantes mexicanas y Venezolanas, talvez algunas de esas modelos de Nuestro Diario, pero los escritores somos feos porque estamos llenos de sarro y de cálculos llenos de cascarones de barcazas antiguas como si fuéramos caracoles o cangrejos ermitaños, llenos de telarañas, llenos de musgo y ciegos de tanto leer libros, llenos de piedras de tantos subterráneos, y llenos de mujeres mutiladas y cabezas cortadas de mareros o sicarios con los ojos abiertos y sonrientes, llenos de calles y chicles.
Estamos llenos de una pasta negra parecida al petróleo y llenos de desperdicios. Estamos aislados de tanto estar tan cerca somos una cárcel muy bien transpuesta contra las urbes y las ciudades repletas de publicidad barata y anuncios de prestamos inmediatos, estamos solos y estamos perdidos, nos tratamos de matar a veces por diversión, estamos hundidos, hundidísimos, y perdidísimos, al final somos un poco mártires y lo malo es que nos gozamos con la idea de la inmortalidad en una sociedad que no sabe ni quienes somos y de qué sirve leer o la literatura, pero regresamos a nuestras pequeñas locuras y somos felices, vamos a la playa, le digo a todos, vamos, vamos. Vamos mujer, vamos a la mar, a verte entre la espuma y entre los corales, bucearte en fuego celestes y brazos azules, quiero verte empinada contra una burbuja y que sientas como brotan de la tierra los demonios con escamas.
Somos como dos extraterrestres, vos inventas señales matemáticas, y yo trato, desde otra galaxia a jugar con los planetas como canicas, me gusta mandar muchas estrellas fugaces a tus ojos, quemarte un poco con mi oficio, tratar de encontrarte entre mis juguetes favoritos.
Me encontraras en todas partes y no solo llegan estrellas fugaces a mis ojos, llega el mar que tu presientes y la luna que te habita como carroza y como habitación mediterránea.
La vía Láctea es muy interesante en el verano, cuando los patinadores siderales tratan de hacer slices entre todos; bailarinas cósmicas desnudas de luna, juegan con los Ovnis, pero eso es en verano, en invierno pienso en vos, y entonces salto de planeta en planeta y llego hasta tu tierra.
Me voy con vos, me voy con vos hasta desnuda, sin más pertenencias que la memoria
Es que estoy jugando con palabras, le digo, y la dejo escribir en el Messenger otra línea.