jueves, 8 de abril de 2010

PUBLICARON UN TEXTO DE PROSA POETICA MIA EN LA REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

**Pueden pasar a traer un ejemplar completamente gratis al edificio de rectoria y ademas, la edición es bellisima.
Saludos.

UN PAIS DE UN SOLO HABITANTE ES LA HABITACION PROPIA



Un país de un solo habitante era el cuarto de Emilio Carlo. Se había vuelto loco. Pero no tan loco como para dejarse morir de hambre. Salía siempre de noche a pedir a la calle monedas y virtudes. Su locura consistía en perderse en la contemplación de fotografías de su novia que había muerto hacia un año en un accidente en automóvil. Recordaba todas las noches el olor de su palabras al oido. Ella sabía que se iba a morir a los veintitrés. Sabía que no pasaría de los veintitrés y sin embargo vivía como si no lo supiera. Le celebraron su cumpleaños veintitrés y Emilio le regaló un ramo de rosas en botón que se fueron abriendo con forme llegaba la media noche. Nunca pudieron casarse. El fin de semana, en un viaje a Antigua, el automóvil fue empujado por una camioneta sin frenos y perdió la vida sin nadie familiar. Una llamada por la madrugada se oyó fatídica. A Emilio le habló el padre, serio, contenido y frio. Al oír la noticia tiró el teléfono al suelo gritando. Nada se pudo hacer después, más que velar hasta el otro día. Esa misma mañana, Emilio ya llevaba los ojos entornados. La madre de Eva Mártir, lo consolaba y pensaba que estaba con esa mirada perdida por el desvelo. Lo llevaron a su casa de huéspedes después del entierro. Llorando se fue a su cuarto sin decirles adiós. Los padres de Eva Mártir se preocuparon cuando supieron que ya no regresó a la universidad y se le miraba bebiendo en cantinas y en muy malas compañías. Pero no hicieron nada. La hija ya estaba descansando y no habría que seguir con la idea de que el muchacho era algo de ellos. A lo mucho le guardaron un buen recuerdo.
Nadie vio cuando en una madrugada vomito sangre. Hablo con una sombra y le confeso su nueva filosofía. Nadie quiso voltearlo a ver y darse cuenta que era ya una sombra de si mismo. Era cuando lo declararon loco los vecinos y los niños. Y salía solo de noche para regresar de madrugada. De noche puedo verla, les decía a los extraños. Puede que fuera cierto que en su delirio conviviera todas las noches con su novia Eva Mártir. Lo que me enteré mucho después fue que había resuelto morir por ella y terminar perdido y verdaderamente loco a los pies de su tumba. Pero no fue así. Se enamoró una madrugada del horizonte y persiguió el final hasta que llego al Distrito Federal en México. Se cambio el nombre y llego a ser rico. Otros, dios los tenga en la gloria, murieron por su ejemplo.

lunes, 5 de abril de 2010

PROCESIONES NOCTURNAS



Cada paso es el reflejo de tus pasos. Cierro los ojos y no sirve de nada el miedo. Las sombras son inventadas por el tedio, algo que se crece en los muros del palacio y más allá de la catedral y sus tumbas de mármol. Es el miedo bajo los faroles. No es el amor. No es el cariñito de la piel a la piel por las tardes. Es de noche y lo mismo que asusta, ríe, se burla, se puede sentir el frio y el llanto de un niño abandonado. Alguna mujer sola estira su manta en una de las puertas del palacio y cierra los ojos a la oscuridad. Muchos otros, caminan para el hospital. Otros para el cementerio general. Otros se sientan en la fuente a esperar. El miedo los acosa y los obliga. Roban, matan o se vuelven mentirosos. No inventan más que para aplacar el hambre. El olvido no es más que un sabor amargo. Los ojos pesan a esa hora y se ve venir el primer atraco. Un grito. El corazón que se congela y una mano blanca y leprosa que saca todo lo encuentra con ayuda de otras manos. Los ojos extraviados se cruzan. El hombre mira de frente al hombre y encuentra solo miedo.

miércoles, 31 de marzo de 2010

SIN NOMBRE NI LUGAR








Al principio era la noche, Negra como tinta y sangre coagulada, Sin voces, Sin algún registro sonoro como algún long play en algún tocadiscos universal, En lo negro se oyó como un gesto de la luz, Y uno a uno saboreamos nuestra vos como algo antiguo que más hacia llorar hasta los rios y de los rios al mar, Y las voces que hablaron aquella noche en la potente oscuridad, crearon todo lo que ahora vemos,

Picto—grafías

Hace años, Javier Payeras me dio el consejo de leer el ABC of Reading de un exiliado norteamericano en Paris, llamado naturalmente: Ezra...