martes, 18 de noviembre de 2008

CONSEJOS DESORDENADOS SOBRE ESCRIBIR BIEN



1.- Solo escribe cuando tengas algo que decir, y empieza siempre con una frase verdadera, quizas algo que sientas en realidad.2.- Cuando no puedas escribir ponte a limpiar tu cuarto, no es broma, resulta que el trabajo fisico estimula la imaginación.3.- Escribe todos los días aunque sea por diez minutos, la inspiración no existe, lo que sobrevive a un escritor es el trabajo.4.- Los temas buenos son un mito, Doestoievsky empezo a escribir Crimen y Castigo en base a un manual sobre alcoholismo que nunca termino, se le atravezo el genio.5.- Si naciste para ser escritora nada, ni el hambre, ni la tortura de tus familiares o del mismo Dios te podran doblegar, y si tienes disciplina, podras escribir por lo menos algo que valga la pena.6.- Descarta el buen gusto, te lo digo por experiencia, es enemigo del verdadero arte, mira a Pollock, mira a Baskiat, mira a los impresionistas, en su tiempo ninguno lograba vender un cuadro.7.- Revisa todos los días tu conciencia, pero olvidate de la moral.8.- No le preguntes a nadie si lo que escribes es bueno o malo, si es bueno te diran que es malo, y si es realmente malo, se divertiran diciendote que es muy bueno.9.- Debes convertirte en debota de la observación, debes ejercitarte en el silencio, y seras llamada una profeta si mantienes estas dos sujetas al trabajo diario de ser inquisitiva, solo así lograras experiencia. estas tres, la observación, la imaginación y la experiencia propia es todo lo que se necesita un escritor para escribir.10.- No te dejes halagar por nadie, solo quieren perderte. Debes de tener un detector de mierda y estar atenta a la gente que te pueda infectar de vanidad.

Fuentes: A moveable Feast, E.Hemingway.William Faulkner, entrevista del Paris Review.Borges, Entrevista.Garcia Marquez, todos sus libros y anexos, Dasso Saldivar, Plinio A.Mendoza.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

MIERCOLES



Marcha de frente a la cintura,
es un beso en el ombligo.
Mercurio tatuado en tus caderas,
y la enfermedad afuera,
un domingo que comienza en un abrazo.

A espaldas el martes,
tiempo de fuego.
De frente Júpiter y Venus,
solitarios esperando el sueño doble.
Uno tras otro, girando,
dando vueltas sobre si misma la tierra redonda,
el fuego circular,
la luna blanca y fosforescente,
mística, hambres tras hombres,
mordidas de musas africanas y la noche no tiene día.

Una mujer desnuda regala flores en una esquina mientras el semáforo esta en rojo.
Puede ser que muchos hombres saquen su mano por la ventanilla y traten de llevársela en cuerpo y alma. Es la poesía prostituta que nos da su dirección para que le hagamos el amor por nada.


Siempre la fruta y la flor.
Se huelen y muerden al mismo tiempo.
Los viernes la noche se pierde.
Tus manos me alcanzan el sábado,
bailamos con las brujas y las bañamos en vino.

Los domingos recordamos que el tiempo se lo come a uno vivo.
-Y sin vino-
Finalmente el telón, duermen los dioses cotidianos
.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

MAC- CAIN No pudo matar a Nadie.



No existe una América liberal y una América conservadora, existen los Estados Unidos de América. No existe una América negra y una América blanca, una América de Latinos y una America de Asiáticos, existen los Estados Unidos de América.
Barack Obama.

Yo, que vivo en Guatemala, a más de cien millas del centro de los Estados Unidos, y que además estoy condicionado por la televisión mexicana y muchos otros monopolios que filtran la información, supe a tiempo que Barack Obama sería el próximo presidente de los norteamericanos. Dudé desde comienzo de año que un hombre de la talla de este afroamericano brillante fuera bien recibido por la masa alienada, consumista y decadente que habita en los Estados Unidos, y pensé que a última hora, como paso con John Kerry, iba a haber una especie de fraude. Pero no fue así. Ahora Obama, celebra con su familia, que ya es mucho decir, pues tiene familia en América y en África, en la misma región de Nigeria o Kenia. Su padre que alguna vez cuido cabras en una tierra baldía puede estar orgulloso. Obama que alguna vez tuvo un pequeño cuarto en Manhattan y saludaba a portorriqueños y a mexicanos por igual y en español, fue realmente el catalizador para una campaña honesta y sin pretensiones, que llego a todos los asentamientos y gettos.
Obama tiene sus políticas. No le molesta para nada Wall Street y es un liberal con los pies sobre la tierra. Lo de Harvard y su brillante trayectoria de la cuna al senado, creo que nos asombra menos a los latinoamericanos que estamos acostumbrados a este tipo de escalas, a estos retos inmortales y también a pelear desde adentro contra los obstáculos. Lo que me asombra es el orgullo con el que se posicionó como el candidato que buscaban, muy en sus adentros, los blancos. Fuera del racismo pasado, y las reminiscencias de los ignorantes, América tendrá por fin su representante y lo maravilloso es que tanto latinos y mexicanos, chinos, rusos y europeos podrán aspirar también a manejar el Titanic americano, y en su viaje cuidarse de los icebergs.

MacCain no pudo matar a nadie. El voto norteamericano fue en contra de la guerra, el absolutismo y la explotación del hombre por el hombre. Habrá que averiguar si fue conciente, o en la locura, todos nos equivocamos de nuevo.
In God we trust.

Guatemala 5/11/2008

lunes, 27 de octubre de 2008

EL HAMBRE


Entre todos los cielos sin esperanza alguna, el hambre no tiene límites. No tiene estrella, es descalza y padece frió; el hambre tiene el tinte de todos los colores en la cara y parece llorar de rabia. Sus nubes son estratos que se vuelven imágenes efímeras y en la imaginación de los niños parecen helados o espumillas. El hambre no tiene calles ni avenidas, el hambre es una emboscada. El hambre acecha hasta que mata el alma, y luego las luces se acaban. Las manos de los poetas son delgadas, las manos de las madres y de las viudas lo son aunque sueñen en la experiencia del ayer. Señores muy serios van tras una caja, muchas mujeres van detrás oyendo el llanto de los recién nacidos. El hambre no tiene ojos, pero mira. El hambre es un vació en los intestinos pero además un vació que nos ciega. El pan de las panaderías es un paraíso sencillo, sin dioses ni amos, y sin embargo hay símbolos hermosos esculpidos en los libros. La tortilla en los cómales es un anticipo de la vida. Los maizales y sus hojas iluminan a las mujeres, las visten. Los panes y los peces son compartidos día y noche en todo el mundo y en todo el universo el misterio de la multiplicación es natural y secreta. Un Mesías nace diariamente y resucita por los hombres. Un pan es alimento y símbolo, de la entrega y de la sangre, de las manos y los hombres que trabajan y no piensan. La muerte también tiene su parte de la noche, pero ahora los hombres han comido y duermen, ya no sueñan, solo viven su suerte.

jueves, 23 de octubre de 2008

GIOVANNI PINZON, un filosofo disfrazado de Rock.




Lo vi una primera vez en un concierto. Estaba cantando sobre un pequeño estrado en la Bodeguita del centro. Julio Calvo y Francisco Sandoval, mucho mayores que yo, me invitaban a meterme entre la estampida de adolescentes que saltaban frente al mundo y contra el mundo. Giovanni tendría una barba tupida de inmigrante árabe y una mirada sencilla y por momentos inquisidora. Recuerdo que llegó hasta nuestra mesa y converso sobre viajes posibles y viajes imposible, es decir, dijo al final que mucha gente viaja a Egipto pero al sentir la ira del sol, prefieren disfrutar de su hotel cinco estrellas con fotos de pirámides. En realidad me pareció afectado por algún tipo de tic nervioso, quizás por las drogas.
Un medio día leí en el periódico algo sobre la libertad de expresión y ahí fue donde nació mi orgullo por aquel rockero disipado que nada tenía de eso, sino más bien era como luego intuí, un disfraz que siempre le hubiera hecho bien hasta a Sócrates. El texto sobre libertad de expresión lo guardé y una noche en Antigua Giovanni me lo firmó.
Por una casualidad una tarde pase por un lugar asombroso. Estaba en una esquina rodeada de edificios de concreto y ese sitio mantenía una atmósfera de fauna, con sus sombrillas de Marlboro y unos árboles de portada con sus cortezas húmedas. Al fondo vi salir a Giovanni vestido con los telares de Solola y una bolsa traída de Indonesia. Era suerte pura, estaba tomando un delicioso café late en Café Oro, hablando de todo con el vocalista de aquella banda a la que ni le había puesto atención. Estuve llegando al Café por todo ese año. Me gustaba tanto ir a los conciertos de este grupo. Podía uno salir con la playera rota o mojada, podía uno catar a grito partido las canciones esas de Bohemia que nunca se sabe bien a quien van dirigidas y de que tratan, y uno podía cantarlas en Pana o en Antigua con seguridad espiritual de que se estaba cantando sobre algo que valía la pena, el amor, el odio, el presente, la vida que pasaba desde abajo o arriba de la estampida humana que se abalanzaba contra el escenario como un búfalo huraño.
Giovanni logró algo que muy pocos lograban en el país, logró hablarles a toda una generación de guatemaltecos sobre la cultura de paz, y roció de poesía los escenarios, y pinto sus obscenas y criminales visiones en lienzos que aún no se han expuesto del todo. Una de las ceremonias que esperábamos aquella noche en el Liceo Guatemala, era que leyera un poema sobre el fin del conflicto armado. Lo hizo. Pero antes nos contó de que lo habían expulsado de esas aulas, y que lo habían golpeado a medio campo de fútbol. El poema era una evocación de Asturias, el maíz, y los obreros.
En donde estaba el Café Oro debiera haber una placa, muchos de los músicos que inventaban sus melodías, muchos de los poetas e intelectuales, y como Giovanni decía, también los mentirosos y los drogadictos y los peores héroes de la patria, esos santos desquiciados, fueron cómplices del manantial de vitalidad que regó una generación de post-guerra, que como dijo por ahí Allan Mills, no prometieron nada, y lo dieron todo.
Sobre las canciones que escribió Giovanni me llevaría el disco solista, y de Bohemia su recopilación de sus diez años. Canciones como Peces e Iguanas, Dios es Ajeno, Oberol, y Del Fin, son parte de esa época deslumbrante de los noventas.
Parece mentira, inventado, algo sacado de una pelicula de Buñuel, pero fue cierto, Giovanni Pinzón tuvo una revelación celestial en una cama de un hospital, luego de que una bala le rozara por la frente, y se levanto siendo otro, quizas un cantantante, un místico o un loco que canta pintando, lo cierto es que luego de esto fue todo lo que ya han dicho en los diarios, en las revistas, en la radio.

miércoles, 22 de octubre de 2008

2ESCRITORES ARGENTINOS


Argentina es ese territorio al sur de América, que termina en el polo sur, y que estrecha a chile a un lado del océano Pacifico. Es una tierra que la hemos asociado a los buenos asados, al vino, y a la pampa. Pero si a mi me hablan de Argentina, yo al instante pienso en Borges. Mi encuentro con Jorge Luís Borges fue en una librería entre tomos y tomos de literatura. Ahí estaba un librito de bolsillo que tenia escrito en el lomo Artificios. Lo compre y lo empecé a leer esa misma tarde bajo el duro sol de las terrazas. Sus cuentos me motivaron a escribir un cuento con ese estilo metafísico, ya he olvidado el argumento, pero luego escribí otro cuento mejor y le tendí un verso de un cuento de Borges. No recuerdo todo los cuentos de Borges, pero los que recuerdo están prestos en mi memoria para cuando quiero recrearme en su misterio. Me encanta Tlon Uqbar Orbis Tertius, por su mágica forma de integrar todos los ingredientes de Borges, su búsqueda de literaturas bastas y desconocidas, citas antiguas y nombres inverosímiles, y la metafísica, y el poder del tiempo sobre lo tangible. Es poderosa la influencia de Borges en otros grandes de la literatura argentina, y aunque Borges nunca gano el premio Novel y padeció tanta angustia por él, aun hay quienes piensan que Borges no lo gano nunca, porque en realidad nunca existió. La aseveración suena tan borgeana que muchos se rieron cuando se publico esa hipótesis, y el que la pensó se tomo el cuidado de involucrar a un selecto grupo de intelectuales, entre ellos el mismo Bioy Casares. Pero todo fue una buena broma, del mismo Borges, por tal de sacarles otra risa a sus lectores.
De Borges aprende uno que nada de lo que hemos leído es suficiente. Que toda literatura es eslabón entre el hombre y la existencia. Borges fue un devorador de bibliotecas, y luego de su ceguera, contrató a una joven para que le leyera los libros que el más quería; aun con su ceguera imagino posibilidades y creo grandes cuentos.
Borges fue un grandioso embajador de Argentina, creo que sus inagotables lecturas lo llevaron a ser embajador de la humanidad. Pero otro de los argentinos querido por todos, como diría luego, en una nota de prensa García Márquez, fue Julio Cortazar. Julio Cortazar salio de Argentina y se fue a vivir a Paris, pero amaba Argentina y a los latinoamericanos. Uno de los cuentos que siempre recordó con nostalgia fue sobre un latinoamericano que vive en Paris, y se acerca a la multitud para ver como cae la hoja de la guillotina sobre un condenado. Si hablamos de sus libros, puedo recordar Todos los Fuegos el Fuego, entre todos, es el que leí muy joven, y de chico uno no se detiene a ver la ortografía sino que se sumerge en el enredo de la criatura. Me gustan todos los cuentos de ese libro, tanto como los de Bestiario, pero tampoco los recuerdo todos, recuerdo trozos, recuerdo imágenes, recuerdo pasajes y carátulas que luego cuento a los amigos en los lugares insospechados. Ahora mismo recuerdo las palabras de Plinio Apuleyo, refiriéndose a Cortazar con una nostalgia mortal, luego de que este muriera. Todos lo querían, y lo veían como el amigo alto que nunca dejo de crecer.
Escribió una vez, que uno no elige donde vivir, la ciudad lo elige a uno, y a mi me eligió Paris, dijo. Todos leímos Rayuela. Y no enamoramos de Paris, tanto como el lo estaba, y siempre recomiendo este libro, porque fue en él donde yo aprendí sobre arte universal. Todo lo que podamos leer de Cortazar nos enseña libertad… el jazz y los jazzman en su grandioso cuento El Perseguidor.
En Territorios, encuentra uno su pasión por el arte total, hay reseñas sobre pintores, grabadores, escultores, poetas, en una visión colectiva. Luego nos encontramos con La Vuelta al Día en Ochenta Mundos, que es otro divertimento memorable. Desde sus primeros cuentos, este argentino nacido en Bélgica, nos mostró todas las posibilidades posibles, y en su gran obra maestra, Rayuela, nos demostró lo que se puede hacer con una novela si no se quiere empezar por la primera página.
En alguna entrevista Cortazar contó de cómo noto que uno de sus cuentos exorcizó su temor a encontrar moscas o algo inmundo en su comida, fue en Circe, un cuento donde el escritor, sin proponérselo, logra su propia cura… Muchos de los cuentos de Cortazar tienden un puente entre etapas de suma excitación psicológica; gran lector de Poe y Boudelaire, logra vincularlos al mito del doble, del otro, y cree firmemente que uno es el reflejo del otro. En otra entrevista, habla de cómo el tiempo se detiene, o es otro, cuando camina de noche por Paris. Fue traductor de varios escritores franceses, trabajo en la ONU, y fue fumador y gran bebedor de absentia, o ajenjo. Apoyo a Cuba y a Nicaragua por razones políticas, y fue un grandioso amigo para todos, los que, en aquellos tiempos de hambre poblaban las terrazas de los cafés de Saint-Germain-Des-Pres, en Paris. Le gustaban los gatos, y siempre que podía cantaba tangos mientras se acababan las botellas de vino en la pieza de algún camarada. Todo el tributo a Argentina esta en sus libros.

Picto—grafías

Hace años, Javier Payeras me dio el consejo de leer el ABC of Reading de un exiliado norteamericano en Paris, llamado naturalmente: Ezra...