El
sapo que es besado por una princesa no se vuelve un príncipe (según recientes estudios de brillantes cientificos); pero se queda un poco sobrecogido,
antes de tirarle leche a los ojos como en alguna película triple X.
martes, 26 de junio de 2012
sábado, 23 de junio de 2012
HAGO PIERCING EN EL CORAZON
I trago.
Hoy que amanecí
con tu cuerpo y boca
te imaginé besando mi
cordón umbilical
con tu cuerpo y boca
te imaginé besando mi
cordón umbilical
ese que me une al cielo
y luego de todo
pensé detenidamente que el mundo
pasa y pesa como el tiempo
y luego de todo
pensé detenidamente que el mundo
pasa y pesa como el tiempo
y el arte no
da para vivir.
II trago.
Hoy que
amanecí soñando
te vi desierta y envuelta en telas de araña
de esa forma nostálgica
de esa forma humana
y te metí la lengua en el
te vi desierta y envuelta en telas de araña
de esa forma nostálgica
de esa forma humana
y te metí la lengua en el
pecho para ponerte un arete en las arterias
que conectan al alma.
La imaginación ha movido
más montañas que la fe.
que conectan al alma.
La imaginación ha movido
más montañas que la fe.
III trago.
Pido.
Doy.
Pido limosna
en las calles
a espectros
sonrientes,
me dan algo
de lo poco que tienen,
me dan lo último
que arriesgan,
la más cruel
de las verdades
o la más
falsa de las lástimas,
y yo… ya no puedo.
Imagen - Arte: Benvenuto Chavajay
jueves, 21 de junio de 2012
ESOS QUE SE BAÑAN CON ROPA
Casi a
las 7 de a la mañana. Fumando. Estaba sentado en una de esas bancas de la sexta
avenida cuando de pronto aparecieron dos robustas Testigas de Jehová, que me
abordaron con esa forma empalagosa de presentarse; yo me sentía con una resaca
terrible y tenía además muchas ganas de bromear así que lo primero que les dije
fue que no sabían siquiera quién era Dios, y se sentaron cada una a mi lado
mientras les hablaba del Corán, la Tora y terminaba enseñándoles, frente a nosotros, una
obra de Eny Roland que en su voz original se llama “Adán y Esteban”. Las dos
mujeres me escuchaban con una sonrisa en labios, no sé si por mi inconexo,
aleatorio y sonriente discurrir, o por estar asombradas de estar allí tan
temprano escuchando sobre arte y espiritualidad. Esa fue una de las anécdotas que puedo contar
de este mural de una mano con una manzana. Que me pareció un buen aporte
popular y estético. No paso lo mismo con un torso que se instaló en almacenes
Tropigas, siempre en la sexta avenida.
Esto me
llevó a recordar una nota que años atrás leí por algún lado. Se trataba de un artista
colombiano que presentó su obra en New
York, una ciudad que uno pensaría que ya no se escandaliza con nada, pero una
mañana, levantaron un par de persianas y mucha gente se asombró de una mujer en
una esquina, acostada en un taburete enseñando el pubis, rizado y tan real que
a muchas señoras les dio envidia. Tanto fue que llamaron a las autoridades y
cuando fueron a la galería a protestar, se dieron cuenta que la obra era un
oleo y no una fotografía como ellos creían. Siendo así, la obra se quedó en el
mismo lugar. La obra se defendió por si sola.
En el caso del mencionado torso, es el torso de un hombre, y de la misma
forma sobresalía el pelo púbico.
En este
caso el de la boca abierta no habrá sido una mujer seguramente. Pero lo que más
se discute es el poco respaldo de los organizadores de la Bienal para los
artistas y el respeto a una obra terminada. El comercial en cuestión mandó a
quitar dos hileras de hojas impresas. Hojas en blanco, hojas con tinta de
impresora, inocentes hojas impresas que destacaban esa parte del torso que va
cambiando de nombre. Ahora mismo se puede ver sin sus 50 hojas censuradas.
Lejos de
la doble moral, yo veo un patrón que se repite. El que pinta, escribe o forma,
y el que borra lo pintado, borra lo escrito y termina botando lo construido. Se
ha dicho tanto ya de la censura y sus fractales pero yo ahondo un poco más en
ese juego tan subconsciente de los guatemaltecos, de no interesarse por el
otro, de no mostrar empatía por las manifestaciones, que en el fondo nos deben
interesar porque arrojan una luz sobre problemas mayores: la violencia, la
corrupción, la extrema pobreza. Yo creo que en ciudades como la nuestra esto seguirá
pasando hasta que generaciones tolerantes y sensibles caminen por las calles.
Hoy el Torso de Adán, que es como se
llama esta obra de Eny Roland, esta incompleto.
Así me
despido de las dos mujeres, que siguen sonriendo, con sus Atalayas en mano.
Fotos de galería Urbana: acá.
Fotos de galería Urbana: acá.
sábado, 16 de junio de 2012
SIMULACIóN DE UN HIMEN CóSMICO
Entonces cuando todo al fin se vuelve insoportable,
cuando el mundo y el veneno dan dolor,
todavía sigue allí tu buena estrella,
buena estrella para todos, para vos.
Fito Páez
Hemos conquistado la cima: somos el ahora. La quinta esencia del instante. Alegrense los que reconozcan en la luz el fuego de la vida. Somos el presente, sientan el viento, en cualquier lugar del mundo hemos nacido, pero solo somos un brizna de un presente eterno, intermitente, volátil y genuino. Oro de eras incandecentes, polvo de estrellas pulverizadas a travez del espacio y en las órbitas del cosmos hemos resuelto en seres que hablan. Somos guerreros intemporales, híbridos entre elementos visibles y esenciales presencias transparentes. Los ojos abundan en memoria pero el día explota en un todo permanente. Estamos hechos de palabras que se disuelven y se concretan, vamos en vuelo hacía el himen del mañana. Rompemos como olas. Llegamos como un grito. Salimos del mundo enredados en el azar y la suerte. El abrazo y el beso que dimos ayer, permanece siempre. Luz es la memoria, luz es el mañana. Una jauria de oscuridades persiguen siempre la iniciativa del pensamiento, pero ante la voluntad que es hilo contra el lienzo, la mano, el lápiz y los pixeles resuelven a color esta mañana de un cielo azul y un paraiso de matices. Somos el esperma volátil que viaja hasta los bordes del cosmos. El llanto y la risa, el perdón, los simulacros, el drama, la novela, los continentes y las migraciones, la poesía que revela lo secreto, somos el juego y el gozo, la infancia suprema del ahora. Estoy escribiendo un libro hermético (sólo para mi mismo) que solo veré luego de muchos años luz.
Pintura del artista: Leonardo Nierman.
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jueves, 14 de junio de 2012
EL TIEMPO ES UN RIO DE CELOFAN SOBRE UN PLANETA
El tiempo
es lo que dicen
el tiempo
son los otros
el futuro es
la mirada de los niños profetas
ya sabemos
que también son lo presente
porque todo
es contenido por el día
una luz que
solo basta desde adentro
donde todos
se refugian como peces
donde el
verso va con fuerza contra el pecho
-de todos
estos
uno será el
mañana-
ya se oyen
los relinchos de su alma
el poder de
su mirada y su palabra.
El profeta
entre los libros
perfumado y
triste
solo y
transparente
delata al
pasado en sus versos
donde el
tiempo llega a casa y
regresa como
el hijo y su fortuna.
Hijo presente.
Hijo futuro.
Hijo pasado.
Padre sin tiempo.
Hijo presente.
Hijo futuro.
Hijo pasado.
Padre sin tiempo.
Todo lo
vivido que se olvida
solo
sobrevive por la boca
en el tiempo todos y cada uno
vive para
unir esa palabra a la historia
de la luz.
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de la luz.
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Foto: http://2.bp.blogspot.com/
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El video empieza con mi trabajo narrativo y termina con mi trabajo de diseño
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El video empieza con mi trabajo narrativo y termina con mi trabajo de diseño
miércoles, 6 de junio de 2012
PROSTIBULOS QUE BRILLAN EN LAS NOCHES DE NEON Y NIEBLA
La Liona era una puta genuina.
Todo, hasta lo más divino, lo había conseguido vendiendo el culo. No conocía otra forma de ganarse la vida, más que haciendo el amor como ninguna en cualquier circunstancia y lugar. Tenía a los veintiocho, cuando la conocí, el perfume tan intenso del deseo, que por meses, fuera quien fuera, terminaba perdiendo la cabeza por ella. Supe de uno que llegó con el tufo de su humor tan impregnado que la mujer rompió toda su ropa y no lo dejó entrar más a su casa. Otros, como yo, nos enamoramos de su olor a zorra fina y le hicimos un altar de virgen en nuestra propia casa al lado de las fotos del divorcio. Era asediada por millonarios que se vestían mal y por pobres que se vestían de lujo. Pero tenía un ojo clínico para eso y nunca quiso comprometerse con ninguno que llegará de La Cañada, o de un narco de la zona 5. Era una puta verdadera, no una monja. Las demás mujeres ante ella parecían principiantes y, aún más, cuando la empezaban a imitar en su forma de caminar y de sentarse. Pero en el fondo no era tan bonita, ni tan bella del cuerpo. Yo mismo había visto mejores y más exaltadas en sus atributos. Lo que tenía la Liona era unos ojos de desamparada y de mosquita muerta que la hacían parecer una adolescente sin experiencia, una simple colegiala aturdida, una marioneta del destino más cruel de un mundo de infamias. Eso digo yo, otros me contaban que con ella podían pervertirse sin vergüenza porque ella era tan buena actriz que les decía exactamente lo que ellos querían oír y con los gestos perturbadores que ellos habían imaginado. Un colega me contó que ella era tan buena porque en algunas ocasiones, en lugar de que ellos realizaran sus fantasías, terminaban realizando las fantasías de la Liona. Fantasiosa, degenerada y ante todo servicial, me dijo un extranjero. Pero, ninguno de estos atributos fuera, si no hubiera vivido lo que vivió.
El sobrenombre se lo había ganado en la cárcel de mujeres. A la que había llegado por el terrible asesinato de su padrastro y su madre. Según me contó, conteniendo el llanto, todo empezó el día que encontró a su padrastro tocando a su hermanita. El degenerado era comisario de policía. Me contó que en el momento hizo como que no había visto. Según todos era su preferida y le compraba de todo lo que ella le pidiera y la mamá estaba feliz, luego de una mala experiencia con un hombre en la que las tres recibían mal trato. Hizo lo que tenía que hacer. Vio a su hermanita asustada cuando le preguntó... y se dio cuenta que ya la había aconsejado el hombre. Llamó a su mamá y antes que el señor llegará le contó todo. En ese tiempo, a los 13 años, todavía le decían su nombre que me pareció, cuando me lo dijo, una posibilidad ingrata. Se llamaba Magdalena. Su hermanita, de 6 años nada más le gustaba que le dijeran Barby, y no hizo nada más que mover la cabeza y llorar sin decir una palabra. La madre sintió como si le apretaran el corazón y pensó en la posibilidad de quedarse sola. Ignoró el hecho. Le dijo a Magdalena que no dijera nada, que ella lo iba a arreglar hasta verlo con sus propios ojos. Barby dejó de llorar cuando el hombre le llevó la muñeca que hablaba. Pero desde ese momento Magdalena sintió que la mirada de los dos había cambiado tanto que de seguro, ninguno de los dos había hablado las cosas como eran. La mirada del señor era de deseo. Y la de la madre era de desconfianza. Había despertado diferentes sentimientos en cada uno. El hombre cayó en la cuenta que Magdalena ya era una mujer. Y la madre, había resuelto que lo que Magdalena quería era separarlos porque era ella, la que estaba jugándole la vuelta. Y no pasaron más de tres días para que la madre la echara de la casa con cualquier pretexto. El hombre intervino con su voz de capataz sedado. Pero Magdalena les pidió que la dejaran quedarse una semana y en una semana se iba. Lo único que le dolía era su hermanita. Pero al ver que el hombre la miraba y la trataba ahora con desinterés, desde el día del problema concluyó el plan de quedarse. Pero la mamá no paró de insultarla, porque además se había dado cuenta que ahora las atenciones habían cambiado hacia ella.
La Liona me contó, en los días que vi su caso, que en la cárcel, dentro de esa cueva de mierda, como ella la llamaba, repasaba cada noche, qué la llevó a meterse tanto en la cabeza que debía salvar a su hermanita acostándose con el marido de su madre. Pero ya no la quería me repitió, el hombre ya no quería a su madre o de hecho, quizás nunca la habría querido tanto. No la amaba porque ella sabía que el viejo mañoso, que por cierto se llamaba Aníbal, le gustaban las niñas, y de seguro de policía se le facilitaba conseguirlas en los puteros de la zona seis. Sólo buscaba darle una prueba a su madre para que no la siguiera viendo como una mentirosa.
Ahí en la cárcel me lo contó todo. Me dijo que fue bien cabrona porque primero se le entregó a su novio. Del que no me dio ningún detalle porque no quería que saliera su nombre en ningún proceso judicial. Me imaginé siempre que lo quería. También trate de indagar y parece que era universitario. No es importante la fecha. Lo cierto es que una noche, el hombre la tocó por primera vez mientras le servía la cena. No había llegado su madre. Su hermanita estaba dormida en el sillón con la tele encendida. Sintió algo raro, me contó, porque nunca pensó que le iba a excitar tanto. Lo que nunca hubiera deseado es que esa misma noche que pretendía decirle a su madre, con pruebas, quién era realmente ese hijo de puta, ella los hubiera encontrado en el acto. La madre, irracional e indignada, la agarró del pelo como si no hubiera sido nada suyo. Magdalena con la falda hasta la espalda y tratando de encontrar la pistola, empujó al suelo a su madre para soltarse pero en lugar de eso, la enfureció más. Me dijo, que fueron tan revueltos sus sentimientos, que en el momento pensó en matar a su padrastro con su propia pistola. Y así fue. Le disparó al pecho con el revolver, que su madre trataba de quitarle de las manos. Como no lo vio caer sino quedársele viendo con una mirada de incrédulo, apretó el gatillo por segunda vez, pero en el forcejeo le dio a su madre, pero no se detuvo. Pensó que la bala había ido a parar a la pared de block. Ya libre de los jaloneos de su madre, subida sobre la cama, le disparó todos los tiros sin freno hasta que el silencio la hizo recobrar el sentido de su estado.
“A cada rato oigo las detonaciones”, me dijo, luego de contarme lo peor de esa noche. Nunca pensó en matar a nadie. Nunca pensó en matar a su mamá. Solo quería, en un principio, asustarlos, y que la mamá entendiera lo que pasaba. Me dio tristeza su historia. La ayudé a salir de la cárcel y le cobré sólo por los últimos cinco años de trámites. Pasamos más de catorce años luchando contra el estado, peleando contra las pruebas a base de declaraciones. Hasta que una organización de mujeres nos ayudó para interpelar con base en los derechos de la mujer. Pero conocía la forma tan feroz con la que se defendió en la cárcel, hasta ganarse el sobrenombre de la Liona. Quisieron matarla por encargo los hermanos del tal Aníbal y no pudieron. La Lioncita ya se acostaba con todos los guardias, autoridades y con el mayor de los capos que era siempre el peor de los políticos. Lo que sucedió fue que la aconsejaron que no hiciera desmadres y purgara su culpa menor. Lo hizo por su hermana, la Barby.
Lo malo del cuento es que la Barby ya iba por mal camino. La vi, por casualidad en la zona 10, borracha, muy linda. Iba con un grupo de expendedores de cocaína al menudeo. Parecía no saber quienes eran. La invité a tomar algo. No quiso. Le dije que si la llevaba a su casa. No quiso. Le ofrecí dinero y entonces reconocí los ojos de su hermana recluida. Después de hacerle el amor supe que estaba viviendo con una hermana de su mamá. Le conté de su hermana y me dio las gracias a su manera. Era igual a su hermana de cariñosa, pero no tan servicial. -
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FOTO: http://4.bp.blogspot.com/
Olivier Sagazan es uno de los artistas más perturbadores que hay. Vealo y piense en Pasolini, cuando dijo: Seamos bellos, luego desfigurémonos.
Todo, hasta lo más divino, lo había conseguido vendiendo el culo. No conocía otra forma de ganarse la vida, más que haciendo el amor como ninguna en cualquier circunstancia y lugar. Tenía a los veintiocho, cuando la conocí, el perfume tan intenso del deseo, que por meses, fuera quien fuera, terminaba perdiendo la cabeza por ella. Supe de uno que llegó con el tufo de su humor tan impregnado que la mujer rompió toda su ropa y no lo dejó entrar más a su casa. Otros, como yo, nos enamoramos de su olor a zorra fina y le hicimos un altar de virgen en nuestra propia casa al lado de las fotos del divorcio. Era asediada por millonarios que se vestían mal y por pobres que se vestían de lujo. Pero tenía un ojo clínico para eso y nunca quiso comprometerse con ninguno que llegará de La Cañada, o de un narco de la zona 5. Era una puta verdadera, no una monja. Las demás mujeres ante ella parecían principiantes y, aún más, cuando la empezaban a imitar en su forma de caminar y de sentarse. Pero en el fondo no era tan bonita, ni tan bella del cuerpo. Yo mismo había visto mejores y más exaltadas en sus atributos. Lo que tenía la Liona era unos ojos de desamparada y de mosquita muerta que la hacían parecer una adolescente sin experiencia, una simple colegiala aturdida, una marioneta del destino más cruel de un mundo de infamias. Eso digo yo, otros me contaban que con ella podían pervertirse sin vergüenza porque ella era tan buena actriz que les decía exactamente lo que ellos querían oír y con los gestos perturbadores que ellos habían imaginado. Un colega me contó que ella era tan buena porque en algunas ocasiones, en lugar de que ellos realizaran sus fantasías, terminaban realizando las fantasías de la Liona. Fantasiosa, degenerada y ante todo servicial, me dijo un extranjero. Pero, ninguno de estos atributos fuera, si no hubiera vivido lo que vivió.
El sobrenombre se lo había ganado en la cárcel de mujeres. A la que había llegado por el terrible asesinato de su padrastro y su madre. Según me contó, conteniendo el llanto, todo empezó el día que encontró a su padrastro tocando a su hermanita. El degenerado era comisario de policía. Me contó que en el momento hizo como que no había visto. Según todos era su preferida y le compraba de todo lo que ella le pidiera y la mamá estaba feliz, luego de una mala experiencia con un hombre en la que las tres recibían mal trato. Hizo lo que tenía que hacer. Vio a su hermanita asustada cuando le preguntó... y se dio cuenta que ya la había aconsejado el hombre. Llamó a su mamá y antes que el señor llegará le contó todo. En ese tiempo, a los 13 años, todavía le decían su nombre que me pareció, cuando me lo dijo, una posibilidad ingrata. Se llamaba Magdalena. Su hermanita, de 6 años nada más le gustaba que le dijeran Barby, y no hizo nada más que mover la cabeza y llorar sin decir una palabra. La madre sintió como si le apretaran el corazón y pensó en la posibilidad de quedarse sola. Ignoró el hecho. Le dijo a Magdalena que no dijera nada, que ella lo iba a arreglar hasta verlo con sus propios ojos. Barby dejó de llorar cuando el hombre le llevó la muñeca que hablaba. Pero desde ese momento Magdalena sintió que la mirada de los dos había cambiado tanto que de seguro, ninguno de los dos había hablado las cosas como eran. La mirada del señor era de deseo. Y la de la madre era de desconfianza. Había despertado diferentes sentimientos en cada uno. El hombre cayó en la cuenta que Magdalena ya era una mujer. Y la madre, había resuelto que lo que Magdalena quería era separarlos porque era ella, la que estaba jugándole la vuelta. Y no pasaron más de tres días para que la madre la echara de la casa con cualquier pretexto. El hombre intervino con su voz de capataz sedado. Pero Magdalena les pidió que la dejaran quedarse una semana y en una semana se iba. Lo único que le dolía era su hermanita. Pero al ver que el hombre la miraba y la trataba ahora con desinterés, desde el día del problema concluyó el plan de quedarse. Pero la mamá no paró de insultarla, porque además se había dado cuenta que ahora las atenciones habían cambiado hacia ella.
La Liona me contó, en los días que vi su caso, que en la cárcel, dentro de esa cueva de mierda, como ella la llamaba, repasaba cada noche, qué la llevó a meterse tanto en la cabeza que debía salvar a su hermanita acostándose con el marido de su madre. Pero ya no la quería me repitió, el hombre ya no quería a su madre o de hecho, quizás nunca la habría querido tanto. No la amaba porque ella sabía que el viejo mañoso, que por cierto se llamaba Aníbal, le gustaban las niñas, y de seguro de policía se le facilitaba conseguirlas en los puteros de la zona seis. Sólo buscaba darle una prueba a su madre para que no la siguiera viendo como una mentirosa.
Ahí en la cárcel me lo contó todo. Me dijo que fue bien cabrona porque primero se le entregó a su novio. Del que no me dio ningún detalle porque no quería que saliera su nombre en ningún proceso judicial. Me imaginé siempre que lo quería. También trate de indagar y parece que era universitario. No es importante la fecha. Lo cierto es que una noche, el hombre la tocó por primera vez mientras le servía la cena. No había llegado su madre. Su hermanita estaba dormida en el sillón con la tele encendida. Sintió algo raro, me contó, porque nunca pensó que le iba a excitar tanto. Lo que nunca hubiera deseado es que esa misma noche que pretendía decirle a su madre, con pruebas, quién era realmente ese hijo de puta, ella los hubiera encontrado en el acto. La madre, irracional e indignada, la agarró del pelo como si no hubiera sido nada suyo. Magdalena con la falda hasta la espalda y tratando de encontrar la pistola, empujó al suelo a su madre para soltarse pero en lugar de eso, la enfureció más. Me dijo, que fueron tan revueltos sus sentimientos, que en el momento pensó en matar a su padrastro con su propia pistola. Y así fue. Le disparó al pecho con el revolver, que su madre trataba de quitarle de las manos. Como no lo vio caer sino quedársele viendo con una mirada de incrédulo, apretó el gatillo por segunda vez, pero en el forcejeo le dio a su madre, pero no se detuvo. Pensó que la bala había ido a parar a la pared de block. Ya libre de los jaloneos de su madre, subida sobre la cama, le disparó todos los tiros sin freno hasta que el silencio la hizo recobrar el sentido de su estado.
“A cada rato oigo las detonaciones”, me dijo, luego de contarme lo peor de esa noche. Nunca pensó en matar a nadie. Nunca pensó en matar a su mamá. Solo quería, en un principio, asustarlos, y que la mamá entendiera lo que pasaba. Me dio tristeza su historia. La ayudé a salir de la cárcel y le cobré sólo por los últimos cinco años de trámites. Pasamos más de catorce años luchando contra el estado, peleando contra las pruebas a base de declaraciones. Hasta que una organización de mujeres nos ayudó para interpelar con base en los derechos de la mujer. Pero conocía la forma tan feroz con la que se defendió en la cárcel, hasta ganarse el sobrenombre de la Liona. Quisieron matarla por encargo los hermanos del tal Aníbal y no pudieron. La Lioncita ya se acostaba con todos los guardias, autoridades y con el mayor de los capos que era siempre el peor de los políticos. Lo que sucedió fue que la aconsejaron que no hiciera desmadres y purgara su culpa menor. Lo hizo por su hermana, la Barby.
Lo malo del cuento es que la Barby ya iba por mal camino. La vi, por casualidad en la zona 10, borracha, muy linda. Iba con un grupo de expendedores de cocaína al menudeo. Parecía no saber quienes eran. La invité a tomar algo. No quiso. Le dije que si la llevaba a su casa. No quiso. Le ofrecí dinero y entonces reconocí los ojos de su hermana recluida. Después de hacerle el amor supe que estaba viviendo con una hermana de su mamá. Le conté de su hermana y me dio las gracias a su manera. Era igual a su hermana de cariñosa, pero no tan servicial. -
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FOTO: http://4.bp.blogspot.com/
Olivier Sagazan es uno de los artistas más perturbadores que hay. Vealo y piense en Pasolini, cuando dijo: Seamos bellos, luego desfigurémonos.
martes, 5 de junio de 2012
ANOTACIONES MENTALES QUE SE DIFUMINAN
Viejas
tiendas de la zona 1,
siempre
cubiertas por el olvido ni siquiera pragmático,
son
la vanguardia de la muerte.
Maurice Echeverría.
Una noche de lluvia.
Parado en la puerta de las Cien Puertas, pienso en dos años atras, cuando, en el mismo sitio estaba parado Javier Payeras viendo la fauna y la flora que retoñaban brevemente de entre las calles hacía el Pasaje Aycinena, y me pregunta ¿cómo lees todo esto, que pensas de la sexta avenida? No le supe responder en ese momento, hice una broma qué sé yo que diablos dije, pero creo que me quedé pensando el asunto.
Imaginé la cosmogonia urbana, el silencio de esas calles viejas donde a penas viví un año y me hartó el bullicio y las sombras, el hambre presente simpre en los ojos de todos. Pero luego retomé con gusto de la mano de aquella se comieron las hormigas. Era tan dulce que no duro viva.
De América me gustan tres ciudades, y no he viajado más que en cuartillas de algunos gestores atentos de sus propias provincias megalomanas: Buenos Aires, Sao Pablo, México D.F. ¿Por qué me gustan? Porque han generado una riqueza de adentro hacía afuera, son ciudades vivas que pervierten y enamoran.
Creo que eso debí responderle a Javier.
Guatemala, la ciudad, esta en su renacer histórico central, elevandose en mística, concretandose como cometa, reconociendose desde el epicentro; varios trovadores de estas paredes, seran los constructores de su mitología. Las ciudades estan hechas de palabras. (Irlanda de Joyce/ París de Balzac/ España de Cervantes) Creo que tras tanto poder solo la ternura rompe lo invisible. He oido que abren y cierran bares, que abren y cierran tiendas, que los bouncers quisieran detener a medio mundo y tan solo terminan arremetiendo contra los menos, y se equivocan. Es simple pensar que no duraran, es cierto pensar que ya no estaran mañana.
(Ejercicios de traducción por máquina:
retraducción robótica del primer párrafo)
Ejercicio de Traducción Google.
A rainy night.
Standing at the door of the Hundred Gates, I think two years ago, when, in the same place I stood watching Javier Payeras fauna and flora sprouting from the streets briefly made Aycinena Passage, and asks me how read more this, what do you think of Sixth Avenue? Do not respond at that moment I knew I made a joke I do not know what the hell I said, but I think I kept thinking about the issue.
Traducción del ingles traducido al español. (Vean los cambios)
Una noche de lluvia.
De pie en la puerta de las Cien Puertas, creo que dos años atrás, cuando, en el mismo lugar Me quedé mirando Javier Payeras fauna y la flora que brotan de las calles Pasaje Aycinena hechos brevemente, y me pregunta cómo leer más de esto, ¿qué Puedes pensar en la Sexta Avenida? No responder en ese momento supe que hizo una broma que no sé qué demonios he dicho, pero creo que me quedé pensando en el tema.
Traducción al Frances Google.
Une nuit pluvieuse.
Debout à la porte des Cent Portes, je pense que il ya deux ans, quand, au même endroit je me trouvais en regardant Payeras Javier faune et la flore poussant sur les rues brièvement pris Passage Aycinena, et me demande comment lire la suite ce, que pensez-vous de la Sixième Avenue? Ne répondez pas à ce moment, je savais que je fait une blague, je ne sais pas ce que l'enfer je l'ai dit, mais je pense que je n'arrêtais pas de penser au sujet de la question.
Traducción del frances traducido al español. (Las diferencias son más evidentes)
Una noche de lluvia.
De pie en la puerta de las Cien Puertas, creo que dos años atrás, cuando, en el mismo lugar que estaba buscando la fauna y la flora de Javier Payeras que crecen en las calles tomaron brevemente Pasaje Aycinena, y se preguntan cómo leer sobre esto, ¿qué piensa usted de la Sexta Avenida? No responder en ese momento, supe que hizo una broma, no sé qué demonios he dicho, pero creo que me quedé pensando en el tema.
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