viernes, 30 de diciembre de 2011

Mierda de Artista



El título de está nota se refiere a 90 obras de Piero Manzoni, en la cual el artista había enlatado y expuesto sus heces como arte. Fue expuesta en varias galerías y se vendieron varias latas de merde d´artiste. Me imagino que muchos coleccionistas millonarios conservan esa lata en una vitrina de cristal expuesta en algún lugar de sus casas. El objeto en sí, tras la polémica de si es o no arte, fue algo original. Pero yo quisiera saber si eso que está ahí dentro todavía en nuestros días sigue siendo lo que fue o ha degenerado en polvo. El artista ha muerto. Es de citar la serie de pinturas de Anibal Lopez, Fluidos Humanos, en que un cuadro está pintado con su propia mierda. Creo que algo similar han hecho muchos escritores desde la imaginación, es el caso de los libros de Eduardo Juárez o Javier Payeras, que retratan esos estados tan profundos de la ciudad y su devastación. La moral es una muestra de esa contraparte. La pureza artística, la pureza de trazos en contra de lo más básico en el hombre y con eso expresarse, la sangre, la saliva, la mierda, el orín, el sudor. Pigmentos tan escatológicos que nos llevan a reflexionar sobre el origen y el final. Yo particularmente siempre recuerdo esa escena del Marqués de Sade interpretado por Geoffrey Rush, en el que su necesidad de escribir lo lleva a expresarse con su propia caca. No olvido esa escena en la que la madre puja y expulsa al nuevo ser, lleno de meconio y particularmente sucio con su propio excremento. Hay hechos de la humanidad que son eso, miremos el exterminio Nazi hacía el pueblo judío, repasemos las matanzas de la Primera y Segunda Guerras Mundiales.
La mierda es un símbolo infantil, una etapa. El niño que por primera vez toca su popo y lo huele, lo prueba sin ascos, lo revisa y queda convencido de ciertas naturalezas. 
Hay una imagen de Salo los 120 días en Sodoma que me dejó pensando por mucho tiempo, en la que todos comen mierda en platos finos y la mierda es servida desde cacerolas de plata. En primer lugar, la exhibición de un acto íntimo; en segundo lugar la exageración demente.
 Pero todos cagamos y no precisamente pétalos de rosas, la caca también es una constante de la muerte y la decadencia. En el español que manejamos en Latinoamerica se entiende muy bien, todo lo que ya no sirve es una mierda, todo lo que se odia, todo lo que falla, la enemistad, la mentira, la mala política, termina siendo una mierda.
Nietzsche que era mucho más visionario que loco, dijo también que de la mierda podrían nacer mariposas.

En mayo de 1961 Manzoni puso sus excrementos en 90 latas de metal de 5 cm de alto y un diámetro de 6,5 cm y las etiquetó lateralmente con las palabras "Mierda de Artista" en los idiomas italiano, francés, inglés y alemán: Merda d’artista, Merde d’artiste, Artist’s shit y Künstlerscheiße. Vendió cada lata al peso teniendo en cuenta la cotización de oro del día. Algunas latas están en Galerías de arte famosas, entre ellas se cuentan el Museu d’Art Contemporani de Barcelona, el centro Georges Pompidou de París, la TATE Gallery y el MOMA de Nueva york. Algunas latas han explotado por la expansión de los gases. Supuso unas de las críticas más radicales sobre la valoración de las obras de arte. En el año 2007 se llegó a subastar un ejemplar en 124.000€.
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miércoles, 28 de diciembre de 2011

PAZ VIRTUAL

 Se equivocó la paloma,
se equivocaba.
Por ir al norte, fue al sur
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Rafael Alberti


Recuerdo entre centenares, que ibamos sorprendidos por las dos manos en una mesa: la izquierda y la derecha, yo entre muchos con mi botella de vino tinto, para unos años más tarde, saludar a Rodrigo Asturias en un HiperPaiz. Espera todo mundo que esa paz no sea solo la excusa para acuñar otra moneda.

martes, 27 de diciembre de 2011

Travesía en Bicicleta

A André Breton y Luis Buñuel, que siguen asombrandome.


Esto es un surf, Es como vagar por la memoria, Nadar por ciertos lugares donde ciertas personas nos arrinconaron contra el mundo y nos empujaron contra la vida, Ella todavía allí en esa esquina tratando de seducirme a sus catorce años, Yo muerto de miedo pensando eternidades antes de tocar la puerta de su casa, Eso y además todas esas calles donde pasábamos cantando sin imaginarnos que haríamos al cruzar esa calle y esquivar las camionetas, Pero todo es una travesía en lo que duran las caricaturas de las cinco de la tarde, Tal vez por eso escribí aquella historia lacrimógena en la que todos son unos afortunados que lloran y lloran, Esto es la zona cinco hermano y no podrás creer ninguna historia sin que haya uno o dos muertos en ella, La señora, esa vecina de frente a esa casa ha muerto, Ha muerto el recuerdo de esas paredes de adobe y ha muerto toda esa generación de gente que no usaba computadoras para hacer las compras, La nostalgia estúpida de retroceder la cinta y ver que hay debajo de la mesa, Los gatos son pardos y las manos siempre se esconden cuando arrojan las piedras, Es la zona cinco muchachos y ahora ya todos andan en carros y parecen tener más por que luchar en la vida, Las iglesias de los parques están encarceladas como las colonias y los evangélicos ya no van a los mercados, ni a las plazas, Es como si todo hubiera sufrido y en estas fechas frías en las que llegan gentes en aviones y los santaclaus son cada vez tan raros el pulido fulgor de los fuegos alienta siempre a esas femmes douces que nunca faltan para morir en la vida por ambición, Yo creo que los elefantes y los monos están disfrutando tanto como las codornices secretariales o los lobos jefes, No faltará una avestruz entrando a tu cuarto antes de que te duermas y llevaras muchos años pensando en esa fantasmal y zoológica noción de la sociedad, Y al fin y al cabo uno puede voltearse en cualquier momento y cerrar los ojos.

lunes, 26 de diciembre de 2011

FILMS PARA FIN DE AÑO

- Como cada año, vi de nuevo Casa Blanca, una película que en una ocasión consideré insuperable. Pueda que como todo criterio, mi opinión haya cambiado. Hace unos días compré dos películas por cinco quetzales. Pareciera mentira que entre las películas que oí mencionar hace ya unos años y que nunca pudiera ver, estaba La vida es bella. Es una verdadera maravilla que además de ser divertida, contenga esos elementos que hacían de mi película favorita una de las más completas. Por cinco quetzales pude también adquirir, como cosa de la fortuna, esa joya de Iñarritu que explora la finita noción de la distancia y la infinita probabilidad de que en el mundo todo este interconectado. Babel es una de esas películas de las cuales uno termina en una epifanía. Mi nueva mejor película es La vida es bella, aunque también en este mes pude ver El séptimo sello y Fresas salvajes de Bergman, que son obras universales con contenidos tan vigentes en el subconsciente colectivo, cómo revelar estos estados de la condición humana en una hora y media.
- El cine norteamericano también estuvo en mi repertorio y nada mejor que Los Simpsons Movie. El brutal sinsentido y la armonía disfuncional de Springfield son el mejor reflejo, ahora quizás no sólo de la sociedad norteamericana, sino que ya por osmosis, de las ciudades latinoamericanas que contienen ese humor tan negro y ameno desde sus medios escritos y televisivos. Pero lejos de la gravedad que pueda representar el mundo de Matt Groening, todo el mundo disfruta de tantas ocurrencias brillantes. Aunque la serie es y ha sido mucho más singular que la película. Luego de unos años, creo que una de esas películas que son buenas para ver en familia y logran la plena atención de todos es The Proposal, una comedía interpretada por Sandra Bullock y Ryan Reynolds, quien me recuerda la película de Linterna verde, y la Bullock ha perfeccionado esa pose de diva hollywoodense tan bien que sus papeles cada vez van menos con su actuación. No puedo olvidarla haciendo el ridículo en esa película en la cual es policía y tiene que participar, de infiltrada, en un concurso de belleza. Por lo demás, esa película, además de Mission Impossible 4 son medianamente buenas, quizás es mejor ver de nuevo alguna película clásica de Federico Fellini como El ladron de bicicletas. Por cierto para navidad no hay como ver y recordar esa película de Christmas Carol, adaptación de la novela de Charles Dickens.

martes, 20 de diciembre de 2011

CHRONIQUE D'UNE SEULE ANNEE /2011

En enero y febrero me ocurrió algo trascendental. Por fin, como en un golpe de voluntad y determinación, encausé el proyecto de una editorial artesanal en la que por fin se publicó mi libro y un libro de jóvenes escritoras mujeres. Eso no fuera tan relevante sin contar con los medios escritos que tomaron aquella aventura como una noticia nacional. Publicar un primer libro en mi caso fue la mayor fortuna y el más extraño giro de suerte que podía saborear.
En marzo y abril ya estaba instalado en un pueblo de Sacatepequez. Es curioso que yo mismo sabía que al publicar el libro las circunstancias iban a empezar a girar en torno mío. Pero lo que no sabía es que iba a sacrificar tantas cosas por una vocación. Lo dejé todo y me encaminé al volcán de Agua (Hunahpú), con tres cuadros de mis pintores favoritos: Alejandro Urrutia, Ramírez Amaya y Edgar Andaverde. Conocí las libras esterlinas y a una mujer de Polonia que me contó secretos socialistas para hacer dinero límpio.
Mayo y junio, duros meses de aprendizaje salvaje y lectura. Me daba vueltas y vueltas en la cabeza el final de una etapa, además de revisar el pasado vuelta a vuelta hasta encontrarme culpable o justificado de cara a mis caprichos trascendentales. Me sentí egoísta y entré en pánicos solitarios mientras convivía con personas locales. Conocí muy bien el área de Sacatepequez y me embrujé con todos sus paisajes. Leí con calma y fumé a escondidas.
Julio y agosto fueron meses extraños. Estaba vaciado de mi mismo, o mejor dicho, del antiguo ser que yo era. Terminé algunos poemas y uno o dos amigos providenciales me ayudaron a soltarme en Antigua haciendo algunas lecturas de poesía. Yo no soy poeta, pero me ha perseguido el estigma de que la gente piense que lo que escribo es lírico. Conocí la sensación de extrañar la ciudad y la nostalgia de las conversaciones felices sentado en el Bar Central. Me mordí la lengua por varias palabras dichas o escritas. Conocí a fondo los bajos fondos de Sacatepequez. Trabajé a conciencia y logré que sobrenadara mi nombre a cuarenta kilómetros de donde había nacido.
Septiembre y octubre me aburrí como loco. Mi carácter y mis ideas con respecto a la política no mejoraron. Fue una lastima confrontarme como socialista y al mismo tiempo reírme de las canciones de Silvio Rodríguez. Leí un libro de Gerald Martin y fue como si reconociera a un amigo. Empecé a corregir una novela que daba por terminada. Los meses de enero y febrero se me volcaban como una pesadilla romántica.
Noviembre fue un reencuentro conmigo mismo. En realidad este año 2011 fue una temporada dantesca. En realidad con los primeros vientos de octubre fue como si me volviera el alma. Precisamente en ese tiempo leí un cuento, de esas historias Sufies que rezaba “…un rico explorador contrató a dos guías nómadas que lo guiaron por el desierto; el explorador les ofreció más dinero para que recorrieran el camino trazado en menos tiempo sin descansar un solo momento. Los guías aceptaron. Dormían poco y comían apresurados, hasta que en una vuelta se sentaron y no se quisieron levantar. El explorador les animó ofreciéndoles el triple de lo que les había ofrecido para que siguieran al ritmo anterior, pero los guías dijeron: hemos caminado mucho y demasiado rápido, no nos levantaremos hasta que nuestras almas nos alcancen.” Al leer esta historia entendí todo, o casi todo.
Diciembre esta siendo. Es necesario recordar que el año pasado para está época disfrutaba de una inestabilidad abrumadora. Agradezco eso que viví y la forma en nos fuimos liberando mutuamente, quizás con abruptas distancias físicas e infantiles muestras de independencia de mi parte, pero todo tiempo es cíclico y de una u otra forma siempre terminamos bajo sus ruedas. Mis padres están en el film de sus historias y estoy volviendo a ver caras conocidas en el centro de la ciudad y a familiares que ahora me ven, tras la distancia, con ojos edénicos. No creo en la navidad pero si en el año nuevo.
Nos vemos por allá en el 2012, muy pronto.
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-Video producido por PajaroJaguar, veanlo y presientan el futuro.

Notas y Libros/Diciembre 2011

Sonidos/Plural: Simón Pedroza
…ciudad; noche extensa que a todos nos acontece.
Sonidos que se remasterizan en la imaginación y el subconsciente, colores, formas que flotan, imágenes concretas que se van difuminando, pixelandose a momentos y llenándose de silencio y vació. Sonidos/Plural es una obra experimental como todo lo de Pedroza, pero es una travesía también de descubrimiento de uno mismo y su circunstancia. El poema es una brecha, un corte, una exhumación de un ejercicio hecho antes por surrealistas y niños. Es un libro para crear sobre lo creado. Da muchas ideas a músicos y arquitectos que escribirán con ladrillo.
Tedio: Moho
Pero hay días, en que todo parece una exigencia. Por ser deudor de todos nadie me debe a mí, hasta mi felicidad, mis ideas y mis posibilidades, se las debo a un montón de gente…
De todos los libros de guatemaltecos que hasta ahora he leído, hay dos libros que me llaman mucho la atención por su frontal lucha contra las metáforas y esa realidad que disputa en todo con la poesía barroca o mal llamada romántica: Soledad Brother de Javier Payeras y ahora mismo Tedio de un integrante de esa formación anónima que viene en alguna línea directa con los enunciados de S.O.P.A. y su editorial. El nombre del sujeto es Moho. Por casualidad, o por causalidad lo conocí para la entrega de un libro en este mes de diciembre. El tipo tiene un nombre, pero es mejor su sobrenombre que nos avienta al muro olvidado en la humedad o a la tortilla desamparada en un rincón donde le empieza, a todo eso, a brotar moho. Los poemas del libro son directos. Pensé, en Panajachel, cuando me lo mostró Simón que era uno de sus libros. Lo compré en seguida y lo leí de regreso a la capital un domingo al medio día. A mi parecer es un libro extraño por la cantidad de “aparentes” erratas y faltas de ortografía, pero con esa honestidad de los marginales que merece ser reconsiderado todo, como intento y resistencia. Pareciera uno ver entre líneas una vida como la de cualquier latinoamericano desencantado completamente. En primer lugar empieza como un poema y termina, en el intermedio de la lectura, como una novela en alta velocidad. Pero de todas formas es un poemario underground, de un solitario que escribe y que escribe muy bien a pesar de todo.
Satanás cabalga mi alma: Julio Prado
Al día siguiente haría el café y dejaría que Dios vomitase en el baño tranquilamente, ya sabes como es de jodida la resaca. Plan B.
Una de las aventuras de lectura más interesantes que hay, que no hubiera disfrutado todavía, es esa cierta irrupción de la ficción en la vida cotidiana, en las horas que vivimos sin tanta literatura. Ese fue el sobresalto al que me llevó el cuento “Como una piedra rodante” entre todo lo que cuenta, narra la historia de la Rata, una historia que cualquiera de los que éramos asiduos borrachos de la Caseta tendríamos que haber escrito, junto con la historia del Darío o el grupo Lado Salvaje, o las patologías de Paulo y la vez que le pegó a un policía y salió corriendo con todo y grilletes. Además de esta feliz coincidencia de la vida, hay varios cuentos en el libro que son grandes construcciones narrativas, Jacinta y el cuento que le da nombre al libro son excepcionales, por cierta tesitura de un reencuentro con la vida no ya desde un punto literario sino desde una óptica generacional, de cómo nosotros como jóvenes vimos de alguna forma el irrumpir de todas las cosas y su valor, hasta la consagración de nosotros dentro de ese laberinto de casas altas llamada ciudad de Guatemala. Lo extranjero y lo propio, dado sin sobre valoraciones líricas. Es un grupo de cuentos en los que yo particularmente me re-encuentro, como en el libro Arbitraria Muchedumbre de Pablo Bromo o Dibujos de ciego de Cardoza.
El laberinto de la Soledad: Octavio Paz
Nuestra soledad tiene las mismas raíces que el sentimiento religioso. Es una orfandad, una oscura conciencia de que hemos sido arrancados del Todo y en una ardiente búsqueda: una fuga y un regreso, tentativa por restablecer los lazos que nos unían a la creación.
Mi aprecio por Octavio Paz ha ido en aumento. Desde que leí por primera vez su extenso poema Piedra de sol, en el que, para mi suerte, encontré una llave y una puerta para fugarme a donde quisiera; hasta Corriente alterna, donde su prosa, festival de la palabra, nos guiaba a mí y a mis alter egos a la reconstrucción de una personalidad, que ya era un juego posible entonces. Ahora me tocó leer El laberinto de la soledad en pleno ejercicio de soledad, sin nadie conocido a mí alrededor, en tardes absolutamente vacías de todo, yendo de un lado a otro, del baño al cuarto de estar, al patio y luego al parque por un café y conversar brevemente con gente que saludaba siempre y decía cosas del tiempo. El libro formidable narraba de una forma, primero lírica pero precisa, el carácter del mexicano y luego, histórica y metafóricamente, los factores que llevaron al hombre de tenochtitlan a ser como es y como será. No es extraño, que yo mismo, en esas líneas me haya reconocido, ya en otro texto expliqué lo permanente que ha sido la conciencia, el humor y los linderos gestuales de nuestro vecino en este territorio. Pero es sólo en la frontera próxima, al irse alejando, como bien escribe Octavio Paz, otros valores y costumbres van adoptándose. Es un libro de referencia al que se llega para consultar sobre la historia. Parte de Latinoamérica está ahí, intacta todavía.
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http://fitsnews.com

jueves, 15 de diciembre de 2011

LA VIDA INDEPENDIENTE


El sábado pasado asistí con una devoción inusitada a la inauguración de un árbol gigante frente a la iglesia San Francisco de Asís en Panajachel. Estuve desde que empezó la pastorela hasta la bendición del Padre al árbol de quince metros que fue iluminado entre sonrisas y aplausos. La iglesia es una sencilla construcción con interiores de madera y un aroma a flores, montañas y oleajes. Esa misma noche asistí también a una fiesta que daba Giovanni Pinzón,  amigo y vocalista del ya conocido internacionalmente grupo Bohemia Suburbana. Siempre que nos vemos hablamos de sus pinturas y la poca promoción que el mismo les da; además de un libro de poesía que nos prometiera a todos y que nunca a publicado. Dijo que lo único que se necesita para una vida independiente es “pan, un abrazo de una mujer y música”, la vida fluye y entre consejos oportunos para mi nueva dimensión independiente saltan esos amigos que están siempre: Simón Pedroza, Pablo Robledo, Josué Aguilar y un puño de bohemios que bailamos y reímos de una forma realmente fuera de lo normal. Precisamente el Giovanni era uno de los que más reían como si en La Palapa, esa arena de playa y las congas fueran en realidad transportándonos a otro paraíso.  Yo celebraba mis vacaciones, el haber publicado un libro, un primer libro en una tierra grandiosa de mitopoesía y evolución trascendental. Fuimos felices hablando de ediciones y de eso que llamó Simón con un poco de exasperada satisfacción: el nuevo arte de hacer libros.  Creo que estoy en puerta para un verdadero cambio que asimilo desde mi bunker personal, toda idea se vuelve una catapulta en cuanto se tiene fe y esperanza y esas mariposas amarillas que le sobresalen a todos de los ojos. 

Fotografía: http://www.nadinospina.com

Picto—grafías

Hace años, Javier Payeras me dio el consejo de leer el ABC of Reading de un exiliado norteamericano en Paris, llamado naturalmente: Ezra...