jueves, 30 de mayo de 2013
viernes, 24 de mayo de 2013
APUNTES SOBRE LA IMAGINACION
Andy Warhol.
La otra vez
una gran amiga me preguntaba al respecto de la imaginación. Yo le respondí la
verdad, la pura verdad, que creo en ella más que en lo que veo, tanto que Dios
para mi era tan grande en medida a mi imaginación. Es decir, que Dios existe,
crea y trasforma en la medida suficiente a la imaginación de uno mismo.
Ella se
sorprendió de mi aventurado comentario. Qué yo revalidé en comparación con algo
que me parece superficial y es producto del mal gusto, la fantasía. Una de las
peores formas de la creación humana es la fantasía. No tiene sustento en el
infinito, ni en la realidad profunda del ser. Si la imaginación es Dios, la
fantasía, amiga mía, es el puro diablo. Es una mentira completa, sin sustancia.
En el fondo de todo radica la realidad, que a mi parecer, es tangible en tanto
creamos en ella. Pero eso terminaría pareciendo metafísica, si no fuera porque
los científicos han dicho que toda la materia por compacta e indestructible que
parezca, es porosa y sujeta a cambios de todo tipo. Es pues, mi humilde idea de
la imaginación. Así que yo creo en todo lo que esta escrito.
Creo entonces que todo lo que se pueda imaginar puede
existir inmediatamente. Al meditar en los grandes, pienso en uno que dijo que
los números primos eran una confirmación de Dios también, pues era un Argumentum
Ornithologicum:
“Cierro los ojos y veo una bandada de pájaros. La visión
dura un segundo o acaso menos; no sé cuántos pájaros vi. ¿Era definido o
indefinido su número? El problema involucra el de la existencia de Dios. Si
Dios existe, el número es definido, porque Dios sabe cuántos pájaros vi. Si
Dios no existe, el número es indefinido, porque nadie pudo llevar la cuenta. En
tal caso, vi menos de diez pájaros (digamos) y más de uno, pero no vi nueve,
ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres o dos. Vi un número entre diez y uno,
que no es nueve, ocho, siete, seis, cinco, etcétera. Ese número entero es
inconcebible; ergo, Dios existe.”
En está otra el
giro sobre la imaginación es casi sublime, pues como dijo también Tolkien, uno
vive, o termina viviendo en lo que crea y lo postula en un cuento parecido a
este que es de R. F. Burton, que se titula La obra y el poeta:
”El poeta hindú Tulsi Das compuso la gesta de Hanuman y de su ejército de monos. Años después, un rey lo encarceló en una torre de piedra. En la celda se puso a meditar y de la meditación surgió Hanuman con su ejército de monos y conquistaron la ciudad e irrumpieron en la torre y lo liberaron. “
”El poeta hindú Tulsi Das compuso la gesta de Hanuman y de su ejército de monos. Años después, un rey lo encarceló en una torre de piedra. En la celda se puso a meditar y de la meditación surgió Hanuman con su ejército de monos y conquistaron la ciudad e irrumpieron en la torre y lo liberaron. “
Con respecto a la imaginación y sin deseos de ofender a
nadie y menos confundir, que es normalmente lo que pasa con algunos de corto
criterio, la otra vez hablábamos, curiosamente a media noche, con el esposo de
mi hermana y mi papá sobre ciertas preguntas sin aparente respuesta. Las
preguntas las enumero a continuación:
- ¿Cómo es posible que la raza humana partiendo de Adán, Eva y sus hijos, hubiesen sido los procreadores de toda la humanidad, de haber sido así tendríamos que aceptar que tuvieron relaciones entre ellos, o no?
- Las dos creaciones. Cuando Caín fue marcado por el homicidio de su hermano logra irse y procrear una familia. ¿Quiénes eran? ¿Habría más gente? De ser así, Adán y Eva no fueron los primeros de la creación.
- Que si Dios es mujer o hombre.
A estás alturas les
conté sobre la imaginación de mi abuela, que ya tras tantos años, decía que en
realidad Jesús no convirtió doce tinajas en vino sino un río completo. Estas
preguntas fantásticas tiene su explicación, claro está:
- La Biblia es un libro sagrado, como muchos otros. El Ramayana de los hindúes; el Coran de los Arabes, que es bastante parecido a la Biblia por ser casi hermanos, hijos de Abraham; el Popol Vuh de los Mayas y los Cantos vedas, sin mencionar los textos orientales o las ideas de la creación de los Siux o los aborígenes sudamericanos.
- Si había mucha más gente, al ser la Biblia un texto alegórico escrito por Moisés, un hebreo educado en Egipto bajo toda la sabiduría y la magia de este pueblo pudo transcribir los primero libros, uno de ellos el Génesis, tuvo que ser casi inventado, pues Moisés prácticamente no había nacido ni había conocido a como se formó todo. Además de eso recopiló todas las historias orales de boca de los ancianos, de ahí surge la genealogía y milagros de los primeros patriarcas del pueblo de Israel.
- En el hebreo antiguo, según los expertos no dice Dios en singular, sino en plural: Los Elohim (en hebreo El, אֵל, o Eloha, אֱלהַּ), tanto es así que como el idioma español le da sexo a todo por sus artículos (el y la), en la traducción se entiende que Dios es masculino.
En síntesis. La imaginación no sería posible sin el poder de la
invención, una voluntad mayor. Luego de eso, mucho criterio para discernir
entre tanto idioma y bastos lenguajes.
O sea que al escribir en mi blog que La imaginación ha movido
más montañas que la fe, lo único que estoy haciendo es redundar.
domingo, 12 de mayo de 2013
BREVE HISTORIA DEL TIEMPO/ 1993-2013
Alguien que tiene muchos amigos, corre el riesgo de volverse
un solitario. Está el hecho de que no somos omniscientes, ni omnipresentes y
uno peligra en olvidarse de todo por temporadas; máximo si uno se apasiona con
una manía tan malsana como la literatura y abandona todo por escribir, así sin
más, entre una fauna de dipsómanos, adictos a cualquier cosa y feroces críticos
que de frente parecen tan inofensivos.
Así fue como después de más de algunos lustros, tres para
ser exactos y más o menos quince años en suma, y para ser benevolentes con los héroes
de esta crónica no parecía que hubiera pasado el tiempo, tanta agua bajo los
puentes, todo parecía igual. A pesar del poco pelo en la cabeza de uno de mis
mejores amigos, Otto; o la barriga cervecera de Carlos; o los lentes de Velvet,
que, a pesar de todo conserva una chispa original, como cuando la conocí en una
banca de concreto a la par de su casa.
Porque en aquel tiempo jugábamos base ball, chamuscas, hablábamos de todo lo que veíamos en la TV, sobre cosas sin importancia, de
noviecitas platónicas o certeros enamoramientos trágicos, eso éramos, Otto,
Vinicio y Miguel, que además de ser mi amigo era el hijo de mi madrina. Una
categoría que nunca entendí por tener en familia una educación cerrada con el
evangelio pentecostal. Pero ante todo esto, caminábamos por las tardes a unas
calles abajo, donde nos reuníamos entre risas y ocurrencias. Velvet era
entonces la anfitriona de ese espacio frente a su casa donde habían bancas de
concreto, algunas gradas, quizás hechas por sus tíos para tertulias
dicharacheras con los tragos.
Luego una tarde conocí a mi vecino Estuardo Gramajo, el
Tato, que salió con un guate de base ball y boleamos
algunas horas hasta que me contó de un grupo de escouts del que él era dirigente. Al otro sábado estaba integrándome
a la patrulla Halcones, fue allí donde conocí a varios nuevos amigos que se
dispersaban al terminar las actividades por varias colonias de la zona cinco: La
chácara, el Edén, La Arrivillaga, Jardines de la Asunción, Santo Domingo o la
colonia Ferrocarrilera. Conspirábamos cada sábado todo para ganar en los juegos
y más tarde todo esto nos serviría para el verdadero e implacable juego de la
vida.
Todo eso recordamos ayer. Nos vimos después de años. En mi
caso, el más perdido de todos, ya que he pasado casi la mitad de esta vida
entre libros; entre ellos se ven un poco más ya que han mantenido una correspondencia
mutua de buenos amigos. Vimos fotos, almorzamos un rico guisado hecho por Velvet, que
en sus palabras describe como algo
irrepetible, ya que normalmente usa todo lo que tiene a la mano sin darse
cuenta. El arroz con queso parmesano inigualable y una dona tamaño familiar
que llevó Miguel, hicieron de esa tarde algo inmejorable.
A mí me caló el ambiente de la zona cinco. Las colonias
permanecen en la memoria. Entre las fotos, aparecemos varios parados en ese
gran peñón frente a la Laguna Verde, todos flacos y listos para saltar.
Hablamos de caídas y de levantones de la vida. De accidentes y de milagros, estábamos
ahí de nuevo, contándonos entre risa y risa lo que ya habíamos vivido en serio.
La verdad me encantó oír que sus voces eran esas mismas que había extrañado por
tanto tiempo sin darme cuenta. Perdón, si se me salen unas lágrimas, por tantos
que ya no estan ahora.
martes, 7 de mayo de 2013
NACER DE NUEVO
Por fin salió.
Pero al ver la luz empezó a llorar de miedo.
Había nacido entre la oscuridad.
Había nacido entre la densa oscuridad del cuerpo de otro cuerpo.
Un útero maravilloso que le daba de todo para los sentidos, música profunda e insólita, calor humano dentro de una cueva silvestre y un tacto preciso de caricias internas. Oía la voz de su madre hablando y era una canción tecno junto con el ritmo de la sangre y los latidos percusionando junto a su propio corazón un ritmo.
Oyendo el latir del corazón reconoció de pronto el Rock and roll, se refugió en horarios nocturnos, divago sin perder la noción de que era procreación de las sombras. Recordaba esa terrible sensación de vacío al ver la luz y la realidad. Era mejor la noche, lo negro, la imaginación vibrante de la luz de las estrellas.
Siempre anduvo nostálgica, buscando el retorno al útero en cada antro punk, en cada sala de grabaciones, en cada ritmo que con su banda empezaban a preparar para un concierto. Cerraba los ojos y multitudes coreaban sus canciones. Con los ojos cerrados volvía a nacer, porque al cerrar los ojos en la oscuridad percibía entre tantas voces, la voz de su madre, de su familia entera en medio de una oscuridad rítmica.
domingo, 5 de mayo de 2013
Random street.
La sed de la calle.
He visto un hombre que unido a su barba gris
espera la muerte.
He visto mujeres sonrientes perderme en caricias.
He visto niñas despeinadas en las esquinas.
Mujeres que madrugan para ser amadas por algún extraño.
He visto a jóvenes delincuentes llorar su miedo.
He visto a niños hombres vaciar su carga.
He visto a hombres niños vomitar el alma.
Calles que aúllan de pie.
Soledad y burla en procesiones de gente.
Y algunas frases colgadas en una reja,
algunas personas viendo visiones.
martes, 23 de abril de 2013
DEL AMOR Y OTROS DEMONIOS/ GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ
Uno de los autores que más me ha intrigado es Gabriel García Márquez.
Si es posible que alguien piense todavía que Homero no fue uno, sino varios escritores, solo puede ser posible por su voz plural que recrea y canta todo un tiempo y un ser. Lo mismo pienso de este escritor colombiano, con una trascendencia inusitada y una exorbitante naturaleza para narrar desde lo más maravilloso y recóndito de la magia. No hay frase suya que no lleve el germen demencial de la alquimia y la oscura claridad de la naturaleza humana, la esencial forma de ver de un latinoamericano. En esta novela que terminé en un estado de absoluta levitación de los sentidos.
Me la regaló primero un amigo bastante humorista que gustaba de hacer buen teatro, incluso fuera del teatro, y de hacer reír a todos, incluso de las cosas más serias. Me lo regaló porque sabía muy bien de mi eterno tema sobre Cien Años de Soledad. Pero perdí el libro la primera noche de parranda en el nuevo bar que inauguraba un amigo mutuo, que entre otras elegancias tenía la manía de robarse lo que fuera para empeñarlo por droga y de ahí que se ganará el mito de haberme hecho perder una novia, por haberse robado una calculadora de ella, en una visita a su apartamento.
Pero regresando al libro ese que cuenta de cómo llega un periodista hasta una tumba con los huesos limpios una niña a la que se le extiende el pelo más allá de los veinte metros, ese periodista fue Gabo, que empezó una aventura al internarse en la búsqueda de piezas para su novela. Uno de los personajes más interesantes es Abrenuncio un amante de la lectura, que tenía una biblioteca inmejorable con algunos libros prohibidos por la iglesia. Pero además era un cínico metódico en el arte de hacer amigos que con el tiempo volvía incrédulos ateos. Es lo que sucedió cuando habló con Cayetano, y lo que sucedería con cualquiera que se acercara a él con la ilusión de la literatura. El libro lo leí en dos noches y, no me hubiera imaginado nunca, dormir y despertar con un fajo de hojas en los brazos. Pero es lo que amo. Un deseo tan entrañable, un gusto que sobrepasa a todos mis vicios. Desde entonces, mi biblioteca es breve, todos los libros realmente los guardo entre la sangre. Con un poco de nostalgia me voy despidiendo de la imagen de Sierva María de todos los Ángeles; cada palabra final de un libro, deja al pendiente, en el limbo a sus personajes, esa niña políglota, negra por dentro, es un personaje que me llevo también a la tumba. -
viernes, 5 de abril de 2013
BREVE EXPLICACION CONFUSA DE UN MISTERIO
Hoy vi a Wendy en una flor,
brillaba desde el fondo de todo,
y me pregunté:
¿Qué misterio es ese
qué maravilla
de arrancar desde la tierra oscura,
densa y muda
los colores ardientes del universo?
¿Qué misterio, hado o paraíso,
hablar con un dios que no vemos
con un intenso mar que no produce espuma?
Hoy, me quedo con esa flor
que me pronuncia y dice
que de acá
solo nos llevamos el amor al otro lado.
(Desde una silla plástica en el jardín de Santillana)
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FOTO:http://3.bp.blogspot.com
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martes, 2 de abril de 2013
(NO OLVIDO/NO PERDONO)
Mi papá, que aún conserva el eterno hábito de leer dos periódicos nacionales, tiene, entre otras virtudes, la buena costumbre de regalar libros o bien, prestarlos indefinidamente. Ya lo conté antes en otra nota y otro tiempo, el fue el culpable que me regaló el primer libro que recuerdo con afecto, Corazón del italiano que creí por mucho tiempo francés, Edmundo D´amicis.
Esta vez me prestó por tiempo indefinido un curioso libro: Siervo o Dictador: La verdadera historia del controversial presidente de Guatemala.
Pero no parece un libro prácticamente hablando, sino un manual positivista. Que podría ser usado para adiestrar militares en el buen hábito de la disciplina o bien, un libro de moral y ética sobre adjetivado. En la cubierta se ve la foto de un Ríos Montt maduro, viendo como al cielo, como ido, como narcotizado por una quietud particular.
Este libro está escrito con tanta y tan buena fe, que el que investigó la vida del General Ríos Montt, se creyó todos sus cuentos o, subrepticiamente, los dejó pasar como reales, pues ayudaban a la historia que querían contar. Empezando desde la historia empalagosa de cuando era niño, hasta sus contradicciones con respecto a su fracaso en 1974, el año que perdió la presidencia con el partido de la DC.
Los escritores, eso sí, son buenos y entre esas bondades terminan contando todos los artilugios militares, pero al revés, como si los dos quisieran: que así como con la buena literatura se derrocan gobiernos, de la misma forma se elevaran al cielo.
Del Ríos Montt que relata, se rescata su aparente orden mental y engañosa equidad y mesura, que junto con los demás adjetivos que lanzaron con abundancia y absoluta irresponsabilidad estos dos escritores piadosos, que sus nombres son: Joseph Infuso y David Sczepanski. Además prologado, por ese señor que miraba de pequeño, que aún desde un televisor blanco y negro se veía rosado cuando cerraba los ojos orando, frunciendo tanto el rostro, que uno pensaba que realmente estaba impulsando su voluntad como el caso de otros ilusionistas de magia o circo, Pat Robertson de Club 700.
Pues bien, el libro es entretenido y para una persona con criterio y algunos datos históricos, comentarios de gente inteligente, podría ser hasta divertido leer esta historia fantástica. Es una obra de la imaginación, donde se presenta un nombre real con hechos de un personaje que no existe, es decir, un medio mesías barato. De tanto que me lo recomendó mi papá, se lo entregué al otro día, con muchas anotaciones al margen con mi mala letra.
Me reí un par de veces por los grados de absoluta inocencia. Es un libro al fin y al cabo, escrito por dos norteamericanos cristianos, que no sabían nada de Guatemala. No creo necesario decir, que no es un libro científico o sociológico como los de Regis Debray; es un libro al fin, de unos creyentes que lo único que querían terminar, era un manual ético sobre un militar cristiano, sin importarles nada más que el ejemplo inocente de hacerlo creíble a pesar de la Historia.
Tengo que anotar que me pareció ejemplar la solidaridad que ha tenido siempre Zury Ríos con su padre. La relatan acompañándolo a todos lados, desde Washington hasta Madrid y, para terminar la postal, aún ayer, la fotografía de ella en la primera fila en el juicio por genocidio que enfrenta su padre en el presente.
Pero el carácter de Ríos Montt se proyecta mejor, desde la perspectiva religiosa. Lo políticamente correcto. La doble moral de ser una imagen en la capital y ser otra en el interior de Guatemala.
Solo fueron unos días, dos fechas 1982-1983. En tan poco tiempo, es increíble que desatara la atención internacional y la ira congénita de más de la mitad del territorio nacional. Asesinatos, violaciones, extorsión, tragedia y dolor infinito, van tras esa imagen que dura menos de un minuto en la que se proyecta el discurso de un personaje que insólitamente aprobara Luís Palau, ese predicador que alguna vez vi hablar del amor de Dios en un estadio. Pero no es de asombrarse por el hecho de que un evangelista esté alejado de la realidad, es de asustarse de la falta de comunicación e informes desvirtuados que había entonces.
El cineasta y agudo documentalista Uli Stelzner, la valiente fotógrafa Jean-Marie Simon, el sereno y educado escritor Francisco Goldman, un amigo que se llama XX, lo que he visto por la calle, algunos amigos y amigas indigenas, me confirman que este libro solo puede ser una broma y de muy, muy mal gusto.
-
Lester Oliveros Ramírez
Guatemala 2 de abril del año 2013
Foto: Prensa Libre.
miércoles, 27 de marzo de 2013
DEJATE CAER /RELATO DE UN SUEÑO.
Según algunas teorías freudianas los sueños le
deben a la realidad el misterio de perderse en escenarios que podrían
ser mucho más intensos.
En este sueño que tuve, sentí el terror. Estaba en una habitación que, como siempre pasa en los sueños, la intuía mía. Pensé que despertaba, pensé que estaba solo y en realidad lo estaba pero todo se movía. Pero recordé que en algunos sueños que he tenido antes, sucede que tengo la ilusión de haber despertado realmente y entonces confié en que si me dejaba caer, no me golpearía. Me solté y fui cayendo lentamente, tan lentamente que tuve más la seguridad de que al caer completamente despertaría. Casi fue como un instante de plena certeza y paz, al llegar al suelo vi como mi cuerpo empezó a desaparecer.
Mi cuarto en realidad estaba invadido por gente que no conocía y en el sueño eran amigos míos. Una horda de ocho muchachos estirados en mi propia cama tapados con mis sábanas. Estos intrusos se fueron después de que les pidiera con muy buenos modales que por favor salieran de mi habitación inmediatamente. Se fueron riendo y sin protestar. Luego abrí la puerta, y salí al patio. Me perdí al querer entrar de nuevo a mi habitación pero el terror se apoderó de mi al ver rostros demacrados, tristes y muy viejos, como si fueran muertos sin entierro, cadáveres que aún no se percataban de que ya, en algún momento de una vida distanciada, ya eran mujeres y hombres sin vida.
Me desperté pensando que todavía iba cayendo lentamente en un silencio intenso. Era de madrugada.
foto:http://1.bp.blogspot.com/-KkSNMpXyRpo
En este sueño que tuve, sentí el terror. Estaba en una habitación que, como siempre pasa en los sueños, la intuía mía. Pensé que despertaba, pensé que estaba solo y en realidad lo estaba pero todo se movía. Pero recordé que en algunos sueños que he tenido antes, sucede que tengo la ilusión de haber despertado realmente y entonces confié en que si me dejaba caer, no me golpearía. Me solté y fui cayendo lentamente, tan lentamente que tuve más la seguridad de que al caer completamente despertaría. Casi fue como un instante de plena certeza y paz, al llegar al suelo vi como mi cuerpo empezó a desaparecer.
Mi cuarto en realidad estaba invadido por gente que no conocía y en el sueño eran amigos míos. Una horda de ocho muchachos estirados en mi propia cama tapados con mis sábanas. Estos intrusos se fueron después de que les pidiera con muy buenos modales que por favor salieran de mi habitación inmediatamente. Se fueron riendo y sin protestar. Luego abrí la puerta, y salí al patio. Me perdí al querer entrar de nuevo a mi habitación pero el terror se apoderó de mi al ver rostros demacrados, tristes y muy viejos, como si fueran muertos sin entierro, cadáveres que aún no se percataban de que ya, en algún momento de una vida distanciada, ya eran mujeres y hombres sin vida.
Me desperté pensando que todavía iba cayendo lentamente en un silencio intenso. Era de madrugada.
foto:http://1.bp.blogspot.com/-KkSNMpXyRpo
viernes, 22 de marzo de 2013
La nuit blanche/ Caminando.
Luego de una lluvia bendita de tres o cuatro horas, desde
las ventanas parecía que no era un día para el evento llamado infinitamente La
Nuit Blanche. Yo, que por tantos hilos de la fortuna amo la literatura francesa
y que algunas confunden con un deseo ciego por caminar por Champs-Élysées; fui
a caminar, no por esos campos lejanos y extintos del mejor glamour existencial
y llenos de restaurantes carísimos y vitrinas fúnebres, sino a esa calle
sencilla y real donde queda, entre otras maravillas, el Museo del Niño.
Primero que
nada, había un tráfico vial que invitaba a caminar. Caminé desde la Avenida
Reforma, pasando por el extrovertido Reloj de Flores y me adentré en los arcos
que delimitan parte del zoológico La Aurora y el aeropuerto que lleva el mismo
nombre de esta mítica finca. Al llegar ya había dejado de llover, y me sentí
transportado a una feria, a una gran fête. Al entrar a la Alianza Francesa
donde tengo tantos amigos bohemios y urbanos, me recibió Elizabeth B. con una
degustación de un vino francés. Hablamos viendo los corto-metrajes, luego
fuimos al museo de arte moderno que para mi es uno de mis favoritos. Ya saben
todo lo que uno puede sentir viendo un cuadro, golpeando el iris. Me gusta
comentar eso. Magda Eunice por ejemplo, es todo un tema. Pero el museo al que
no había ido jamás, era el de Historia Natural.
Lo que me
pareció extraordinario fue ver a familias enteras admirándolo todo, niños,
adolescentes de colegio comiendo o bailando en la calle, personas adultas y
otras más adultas, disfrutando de un momento en esa república de la libertad y
el arte que se había vuelto esa calle después de la lluvia. Una señora detrás
de mi le comentó a sus hijas “les parece que no hay frío, la noche se puso
tibia”. En efecto, la noche terminó
siendo perfecta.
Había
exposiciones de pintores en las afueras de la Alianza Francesa, además de las
actividades de la municipalidad, que colaboraban con el orden y la seguridad
del lugar. Un mundo así queremos, pensé.
Luego de todo, había buses para los que íbamos de peatones
disfrutando de los placeres de la pobreza, el aire fresco, los shucos, el paisaje nocturno de un
momento que realmente se hizo con algún deseo universal de inteligencia.
La nuit blanche, traducido quiere decir una noche sin dormir.
jueves, 21 de marzo de 2013
P0E3DAY
Walt Whitman.
Poema inspirado en Elizabeth B.
El zipper de la noche se fue corriendo suavemente
hacía abajo
dos montañas en erupción hicieron temblar la tierra
la luna
más abajo y dentro del agua
escupia rojo vivo
de su centro germinal escarlata.
Advertencia Esoterica para un Lunes
Lo que hay que leer no son las manos, ni los libros abiertos o fáciles, son el corazón apuñalado, la sangre roja, amarilla o negra, que salta y brota contando las sonrisas.
Vida de los Insectos
Las cucarachas son los jaguares de las cocinas,
leonas que comen lo que sea.
Luces buscan los caracoles
de día y de noche
las palomias que botan puertas y ventanas.
Mientras nocturna
la mariposa se siente dueña de la muerte
hormigas y estrellas van y vienen
microscópicos escarabajos
crean la noche.
El cielo y el sol
son la cena de los gusanos.
3pm.
martes, 12 de marzo de 2013
VIDAS DE PERROS
Acá, cerca
de la editorial hay un perro blanco, sobreviviente.
Su pata
izquierda, la de adelante, es un muñón que le impide caminar, sin embargo nunca
se da por vencido. Tiene tanto carácter que nunca baja la guardia.
Entró, un
medio día como un soldado que llega de la guerra y se hechó frente a nosotros.
El dueño del comedor me contó su historia.
-
A la vuelta, hay bulldog. Una vez se pelearon. Éste iba
ganando, pero el bulldog le mordió la pata y no lo soltó hasta que llegó el
dueño. La pata ya estaba rota cuando lo logró separar.
El perro tenía muchas marcas, cicatrices y una mirada de
paz. El del comedor siguió contando.
-
Nosotros le damos algo de comer cada vez que podemos.
Pero siempre fue de la calle y aunque usted lo ve con tres patas, todavía
pelea.
-
Se nota –le respondo –.
-
Acá se mantiene la mayor parte de tiempo, le decimos Trípode.
-
Me recuerda una historia –le cuento – de un perro callejero
en una ONG de Antigua Guatemala, que terminó en Holanda, porque una joven
extranjera se lo llevó. Las maestras peleaban diciendo que en lugar del perro
se hubieran llevado a una de ellas.
-
¿Las maestras eran bonitas?
-
No tanto, pero muy trabajadoras.
-
Ha entonces… mejor no digo.
-
Dígalo.
-
Yo me llevo pero a la más bonita, pregunteles que si
quieren ir a dar una su vuelta al puerto.
-
No creo que quieran ir al puerto.
El perro se levantó y dando pequeños saltitos llegó a la
puerta y volteo a ver con hastío.
-
Es un perro valiente –dije.
-
Todos esos perros de la calle tienen unas historias
interesantes.
-
Hay gente admirable también –traté de corregir.
-
Pero no como los perros, ellos ni saben quejarse.
El perro se terminó de ir.
miércoles, 6 de marzo de 2013
PERSONAS/ Carlos Fuentes.
El último libro de Carlos Fuentes lleva, como esos barcos fantasmas,
algunos personajes que vivieron muy de cerca del autor de Cambio de
piel. Algunos tan buenos en su oficio como William Stiron o Julio
Cortazar, otros tan sobresalientes en la política y otros tan
sorprendentes como Lillian Hellman o Luis Buñuel. Pero me sorprende que
no haya dedicado un capítulo a García Marquéz, quién fue uno de los
inseparables desde su llegada a México. Esa ausencia entre los
personajes que va relatando con un gusto entrañable Carlos Fuentes, me
parece un olvido letal.
Sucede a menudo que los halagos
terminan siendo, si son con gracia y justicia histórica, pistas para
revelar caracteres, manías, gustos. Ciertos cómplices de alguna forma de
actuar específica y común. En el caso particular de este exiliado de la
muerte, adoraba con todo su corazón la entrega total a las causas de la
armonía internacional y la imaginación. Carlos fuentes
empieza hablando en su libro póstumo de Jean Daniel, un francés
parecido a los personajes de Graham Green o Eric Ambler. No es casual,
es estrictamente premeditado hablar primero de esa gente que el llamaba
“la más inteligente del mundo”. Es premeditado además, que en algunos
capítulos del libro se cruce un suceso: la toma de posesión de François
Mitterrand. Sin embargo habla con justicia de los buenos norteamericanos
y de esa Norteamérica original que dio a luz a grandes artistas.
Hay un excelente retrato, por ejemplo de André Malraux. De Pablo Neruda
casi un ensayo profundo sobre el por qué de su fama mundial. A mi no me
importan tanto los quehaceres de los políticos pero bajo la prosa
vagabunda y erudita, parecen seres de una novela donde cada uno sabe su
carga elemental de movimientos en ese tablero que se extiende desde el
Zócalo de la ciudad de México (ó desde cualquier parte del mundo).
Carlos Fuentes creía en su labor embajadora y habla de Bill Clinton como
uno de los más inteligentes presidentes de américa y, de Lázaro
Cardenas a profundidad.
Pero hay algo en el libro que me llama
la atención por su labor promocional y más que ello, por su interés,
hasta el final, por las mujeres listas y bellas. Claro que en este caso,
desde una perspectiva intelectual, pero no sin cargar cada frase de
sensual entrega a sus encantos. Los títulos son Tres mujeres
desconocidas: Edith Stein, Anna Ajmátova y Simone Weil. Y Dos mujeres
por conocer: Susan Sontag y María Zambrano
Personas, ese es el
nombre del libro. Me parece todavía curioso que comience con un
periodista y terminé con un político. Ambos hombres de acción y no de un
poeta, quizás otro olvido voluntario: Octavio Paz con quien también
conversaron alguna vez.
Lester Oliveros Ramírez.
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