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Intentó recordar
le taparon los ojos
y le dieron nueve o veinte vueltas
y luego el mundo para un lado
y para el otro como marioneta
lo aventaba.
No vio pasar a esa mujer
con una sarta de piñatas
y que la gran vara parecía un
pincho de colores
cruzando sus malos años
Un tono suena hoy
fuera del objeto del deseo y el
esmartphone.
Pensó que sus padres propiciaron
el error
tal vez la idea de que el nene
hiciera pedazos
no a sus demonios sino al
héroe favorito
al enternecedor personaje tierno.
Con los ojos cerrados contra el
mundo
el villano o el monstruo de su
abismo
que no podía ser
no se volvería sentimental.
A veces el mundo es la piñata
y cada uno de nosotros insiste en
golpear
lo que no entiende
ellos ebrios de las vueltas del día
todos con los ojos vendados
aporreándonos hasta que se nos caiga
el último dulce.
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