martes, 7 de abril de 2020

ALGUNAS POSTALES MEMORABLES I/II



1.- Ayer vi a unos reporteros de TVAzteca darles dinero a gente común para que se acercaran a comprarle bolsas de fruta a un vendedor ubicado frente al MacDonald´s de la 9na.Av. Así, contra todo razonamiento, lanzaron el discurso de apoyar la economía informal, con cámara en mano.
2.- Policías de cierta comisaría, muy razonables y sociables, aconsejaron a unos borrachitos que dormían a la par del basurero del Mercado Colón, a esconderse para mientras en una casa abandonada. Ayer me contaron que una de las chicas, casi como yo les dije en broma, bailó desnuda gritando no sabemos que oración pagana. No había una fogata a las dos de la mañana, eso fue lo único mal organizado, supongo.
3.- Las calles están limpias. Hay más carros que gente.
4.- Ayer mientras nos tomábamos la cerveza del medio día, irrumpieron al mesón dos policías amenazando con cerrar el lugar. La dueña se puso pálida, y accedió a pagar cincuenta quetzales.
5.- El aire está cada vez más limpio, pero la gente está cada vez más asustada.
6.- Mis poemas se venden como hot-dogs y por primera vez la gente los lee con calma.
7.- Ya estábamos aislados. Esto solo fue hacerlo tangible. Algunos romances necesitan de esos verdaderos despliegues de veracidad. La amistad ahora es virtual. El amor verdadero es cibernético. Solo esto puede ser totalmente aséptico.
8.- La economía ya estaba jodida. Ahora que, y dónde están ya esos doscientos treinta millones de quetzales? Acaso no eran para eso mismo pues! Por otro lado, todos los que se quedaron en casa ahorraron por lo menos en gasolina y menús Campero. Y, por otro lado, el realismo mágico va a empezar en la burbuja que ya comenzaron a inflar desde todos los medios de comunicación masivos.
- Hoy, un comunicado de prensa televisiva dio a conocer la asombrosa historia de un indigente que vive en un árbol, y pese a su situación humilde, condición de calle y menesteroso ingenio, cumple la ley. Unos minutos antes de que suenen las alarmas de las radio-patrullas Hilux, el hombre sube a su casa en el árbol en medio de la calzada Roosevelt.
Es asombroso como un noticiero nacional puede promover de una forma tan perturbadora el orden cívico y social. Risas grabadas.
- Se han incrementado los vendedores y vendedoras de mascarillas. Algunos, gracias a la ley de la oferta y la demanda, las dan un poco más caras o más económicas según la calle, la gente, la hora, la necesidad de una o de otra persona.
- Un amigo de esos de bar y cantina, de tienda y banqueta, de tugurio y altas horas de la noche, me sorprendió ayer con un grito de calle a calle:
¡Vos loco.., manito este ya es el fin del mundo,
se acabó todo, ya nos llevó la gran puta!
Yo le pregunté que por qué, sabiendo ya el número de muertos a nivel mundial, pero el me respondió fuera de la tangente, o tal vez con muchísima mayor seriedad que yo sobre el tema:
¡Está cerrada la Línea, mano!
- Esta es una guerra invisible. La gente no logra entender todavía el aislamiento al que han llegado y la desconfianza y rabia que se está incubando. El desamparo es normal, lo que está causando furor como nunca es la resignación. El hombre y la mujer ahora han sido tomados por sorpresa. Esta es una emboscada del poder, una trampa cazabobos.
- Algunos ya tomaron el control de la situación. Dentro de poco habrán discotecas a las diez de la mañana que cierren a las tres.
- Por otro lado más personal. Me están matando dos cosas: dormir toda la noche, levantarme de madrugada, desayunar a la hora y ya no ir a parrandear. Ah, y la falta de memoria.

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