Normalmente veo la cartelera cultural de los dos periódicos.
Luego, empiezo por organizar mi día en esta jungla de papeles en donde trabajo de CopyWriter. Me gusta revisar facebook y volverme un viajero de la fotografía, un pequeño detective de las mejores sonrisas de mujeres, un piloto de un avión entre rostros de gente que no conoceré nunca ni sabran el tono de mi voz en esta corta vida que es un haz de luz incansable. Trescientos mil kilometros por segundo es la velocidad de la luz, en esa velocidad mi mente piensa un instante. No se deja en su involuntaria ruta de fuego, no se deja tomar, se escapa de todos, y entonces sucede el milagro:
LUZ: no hay otro lugar del cuerpo a donde tu luz no me refleje, soy tu sombra, soy tu luz, soy el cuerpo y soy la llama, soy el espacio fuera de todo, ya todo sucedió, quédate a mi lado acá en el Río Perla, quédate sonriente, acá no hay tiempo, es evidente que estamos girando en una canción, demos cuenta que giramos amada, mi amada del futuro, la que vuela, te giro y te digo a la espalda que el cuerpo es la brújula del alma.
Normalmente para escribir solo necesito dejar de pensar.
sábado, 21 de abril de 2012
RECONOCIENDO EL DESEO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
La autoridad de la barbarie
Me ha parado la policía: ¿Documento de identificación? No lo traigo, respondo. (Los dos oficiales muy serios), uno de ellos alza un cuader...
-
Entrevista a Patrick Suskind. No vio su bonito rostro salpicado de pecas, los labios rojos, los grandes ojos verdes y centelleante...
-
Esas sombras desaparecen en mi cuento sin personajes. A.Marre La casa de tres pisos, angosta y blanca como si la acabaran de construir, tran...
-
La memoria de las flores: Ángel Solano Siempre que uno ignore por lo menos un poco el cliché de entrar a una galería, que uno inocente...
No hay comentarios:
Publicar un comentario