Bien, ahí están tus demás lectores escondidos. Entre guettos y metrópoli. Están como hace años escondiéndose del terror del medio día. La madrugada era sólo un fantasma que componía la mesa para el banquete final de las cinco de la tarde en cuanto despierte los versos de un gigante. Vamos marchando hacía el norte sin pena ni gloria. Hasta con las palabras parecemos inmigrantes. Nuestros padres cruzaron los desiertos de nieve y forjaron una civilización para otros tiempos, estos hombres niños que ahora trascienden entre cercos y nopales hasta llegar por fin a la pared infinita que los demolerá con canciones. Mira las migraciones de perras negras, de hombres entre lineas, de vidas que van a morderse la cola de nuevo al estrecho de Gibraltar.
*Nota inspirada a partir de la portada de El Boxeador Polaco de Eduardo Halfon, traducción al ingles. Reviso en los últimos renglones la migración anterior en las eras glaciales, en las que muchas tribus nómadas pasaron por el estrecho de Gibraltar, sin imaginar que muchos siglos después la migración sería en sentido contrario.
martes, 17 de abril de 2012
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