sábado, 12 de julio de 2008

HILLARY CLINTON Vrs. BARAK HUSSEIN OBAMA

Si inventáramos un mundo imaginario en donde prevaleciera el sentido común, cada uno de nosotros tendría como meta la búsqueda de la armonía. Pero, regresando a la vida diaria en los comienzos del siglo XXI, podemos darnos cuenta de la desinformación terrible que hay a pesar de lo mucho que promocionan el efecto de globalización. Internet demostró ser un monstruo con tanta información dudosa que en lugar de informar, termina, no sólo desinformando, sino contradiciendo y muchas veces falseando la verdad.
Es el mismo caso con la política norteamericana que propone a dos personajes tan interesantes como inciertos. Voy a empezar por la ex-Primera Dama. Hillary Clinton, quien estuvo en el ojo del huracán en el año 1998 por el escándalo que ya todos conocemos, que por cierto volvió muy famoso un recurso sexual para las mentes más liberales. Pero Hillary se repuso y con su corazón demócrata busca la presidencia de los Estados Unidos. Es una rubia de ojos vivaces y un temple de acero y uno de los abogados más influyentes de los Estados Unidos, además fue una gran defensora de los asuntos políticos de su marido, apoyándolo principalmente en el área de Salud Universal. Fue elegida para el cargo de Senadora del estado de New York, siendo esta la primera vez que una Primera Dama es reelegida para un cargo público. Este momento fue decisivo para ella, pues apoyo sin reservas la invasión a Irak precedida por la bestia de guerra del idiota de Bush. He aquí uno de los cayos que más le pisan. Pero al fin de todo, ya no somos uno niños, y hemos visto ya muchísimas películas de conspiraciones para poder suponer fácilmente que la señora Clinton, con el carácter que tiene, podría llevar a los EEUU a un desenlace fatal, aunque quizás me equivoque, y bien podría ser la primera mujer presidente que vuelva tras los pasos de Lincoln, que sentencio un día: “Ningún hombre es lo bastante bueno para gobernar a otro sin su consentimiento”.
Estados Unidos nos ha venido sorprendiendo desde antes que consagrara en la presidencia a un actor de cine, que había participado en una producción de Warner Bros. En el western Cowboy From Brooklyn de 1938, actuó un joven de nombre incierto: Ronald Reagan; que fue el mismo que fundamentó, sin que le temblara la mano, las bases de un gobierno explotador y maléfico que devastó literalmente la gran mayoría de tierras latinoamericanas. Luego en 1989 nos sorprendió un fanfarrón que no había hecho ninguna película de matones porque quería vivirla en la realidad haciendo su propia guerra; y ahora, luego de un gobierno que soborno al mundo entero mientras Nirvana cantaba su triste balada The Man Who Sold the World, Barak Hussein Obama aparece tras el telón. No es un afgano, ni nació en el Medio Oriente, creció cerca del mar, en la ciudad de Honolulu, uno de los lugares más paradisíacos de Norte América y podría ser el primer presidente afroamericano y, entre otras cosas, el primero en llevar un nombre tan satanizado por CNN. Los norteamericanos tan dados a la imagen pública nos han sorprendido con el apoyo a este simpático político que pone en serios problemas a sus rivales y los confronta con el arma más letal que aprendió en Harvard, la certeza en cada palabra que pronuncia. Es un demócrata templado, un sabio opositor contra las ofensivas al Medio Oriente y tiene el apoyo de los hispanos. Lo que sorprende en Obama es su aura de líder y su visión plural de las etnias que habitan en Estados Unidos. Pero ya la historia enrevesada de los Estados Unidos esta dispuesta a un tiempo de sentido común, así que podemos apostar que el personaje que gane la presidencia sea una mujer que sus dos mayores meritos fueron conservar su matrimonio contra todo escándalo y haber firmado una sentencia irrevocable contra un pueblo donde nunca había caminado; o un joven brillante, que fue hijo de un hombre que cuidaba un rebaño de cabras en Kenia mientras soñaba con el futuro. Pero la realidad impone otras reglas como en todo juego, y el ajedrez es un buen ejemplo de lucha, todo peón puede llegar a ser un rey.


Lester Oliveros Ramírez.
Guatemala, Febrero 2008

viernes, 4 de julio de 2008

* corresponsal imaginario.



Ingrid Betancourt, un corazón dividido.

Con la perspectiva de los años,
siento que era mi destino, siento
que tenía que vivir lo que viví, que
tenía que conocer lo que conocí.
Ingrid Betancourt.


Apareció con su semblante tranquilo y sólo podíamos darnos cuenta de su emoción porque hablaba en español y francés sin notar la diferencia. Yo era uno de los miles de periodistas apostados en plena intemperie sin saber muy bien en que sitio de Colombia estaba ni en que barullo de incertidumbre podíamos naufragar. Me costó trabajo llegar con la encargada de ordenar a las radioemisoras y a los canales de televisión de toda América y Europa que querían hacerle una sola pregunta a la mujer que mantuvo al mundo en tensión desde comienzos del año. Ingrid Betancourt había estado secuestrada desde hacia seis años y en muchas ocasiones corrió el rumor de que posiblemente había sido asesinada, y los familiares y amigos en todas partes del mundo movieron cielo y tierra para lograr establecer la posición y corroborar los rumores sombríos. La localizaron y establecieron su posición y fue un alivio para la familia, que buscó, por medio de la doble nacionalidad, colombiana y francesa, el apoyo del presidente Jacques Chirac, y luego, el carismático Nicolas Sarkozy, que desde una perspectiva internacional a todos nos pareció que sus intención de liberar a la señora Betancourt estaba más allá del simple hecho de colaborar con el rescate, o al menos eso me pareció a mi, que ahora oía desde abajo las primeras palabras de la liberada, con emoción, portando un chaleco militar dijo que agradecía al gobierno de su país, y cerro los ojos en una actitud de oración y suma expectación; luego habló unas frases en francés de agradecimiento, pero fue hasta que le tocó su turno a la periodista francesa que ella pudo expresar todo lo que sentía por el pueblo frances, dijo: merci á vous tous, a ma douce France, merci de m´avoir accompgnne tous ces années. Merci de jamais m´avoir laissé tomber. Je suis Colombienne mais je suis aussi française. Mon coeur est partagé.

La historia de Ingrid Betancourt es surrealista. Desde que se levanto el 4 de Febrero del dos mil dos, tras unos sueños intranquilos, siendo aún ese día candidata a la presidencia: al otro día ya era una cautiva del las FARC, luego de 6 años tras la jungla, repasando día a día la historia, comprendió que algo de predestinación habría en su deseo de ir en campaña presidencial a uno de los territorios de más riesgo subversivo en Colombia. Ahora le esperan sus hijos, ya adolescentes, su madre que, sólo Dios sabe como reacciono a la noticia de que su hija fuera secuestrada y que su esposo hubiera muerto por la conmoción, le espera a Ingrid una tarea humanitaria en busca de la solución justa para el conflicto entre la FARC y el gobierno colombiano. Ahora mismo trataba de imaginarme como estará su corazón de lleno, por un lado de todas las historias de la selva colombiana y la humildad carnicera que azota aquel país, y por el otro, la luz de Paris de lleno contra su rostro consternado. Es imposible no recordar a Calderón De La Barca y darse cuenta que es cierto, la vida es sueño.

Guatemala 4/07 2008
Lester Oliveros Ramirez

miércoles, 2 de julio de 2008


Creo en tí

Creo en tí constelación,
labio azul, lienzo tornasol,
creo que me hiciste de la nada,
me diste una palabra,
la única que te nombraba,
la exacta,
la alborada,
el paso sobre la tierra,
el cuerpo inexplicable,
el viento sin dominios.

Creo en tí que me diste
todo y soledad,
un vaso de agua de mar,
un tiempo con agujas
(la arena de antaño es ahora una ruina).

Creo en tí que me harás
Cuando el fuego me consuma,
Creo en tí, palabra, creo en tí.


Picto—grafías

Hace años, Javier Payeras me dio el consejo de leer el ABC of Reading de un exiliado norteamericano en Paris, llamado naturalmente: Ezra...