La literatura es fuego.
M.V.LL.
No me considero un ratón de biblioteca porque también disfruto la fiesta. La literatura sans poésie me aburre. Desde que tenía ocho años la poesía me marcó con un fuego que aún no se ni donde se origina. Mis libros favoritos son esos que hablan de maravillas. Me gusta la magia. Me gusta llegar a una biblioteca y perderme, porque sólo en esos laberintos de papel me he visto reencontrarme. Pero no quiero quedarme. Me gusta tanto la vida más allá de las letras. Sin embargo, puedo pasarme horas leyendo. Lo comprobé ayer. No sabía que la biblioteca abre sus puertas los domingos todo el día. Lo más interesante, a parte de la selección de lecturas que hice, fue el clima. En Guatemala el clima es uno de los eventos más comentados en el mundo. Del verano podemos pasar al más terrible invierno. La primavera es breve pero eterna. Siempre hay flores, siempre hay sol y siempre hay lluvia. Ayer llovió todo el día. Pero desde la ventana del edificio de la biblioteca todo se transformó. Se volvió un espacio íntimo de introspección. Hablaba con el otro Lester de la lluvia y de lo fascinante que era imaginar otros días lluviosos en otros momentos. La sala de pronto se volvió como mi habitación. Encendí un cigarro y pude ver a Ernesto Sábato y a Cabrera Infante llevar sus sillitas y ver conmigo la lluvia de un día de Agosto. Sábato es admirable. Fue en busca de un libro suyo que tituló: Apologías y Rechazos. Hablamos de Leonardo de Vinci. Quedé fascinado.
M.V.LL.
No me considero un ratón de biblioteca porque también disfruto la fiesta. La literatura sans poésie me aburre. Desde que tenía ocho años la poesía me marcó con un fuego que aún no se ni donde se origina. Mis libros favoritos son esos que hablan de maravillas. Me gusta la magia. Me gusta llegar a una biblioteca y perderme, porque sólo en esos laberintos de papel me he visto reencontrarme. Pero no quiero quedarme. Me gusta tanto la vida más allá de las letras. Sin embargo, puedo pasarme horas leyendo. Lo comprobé ayer. No sabía que la biblioteca abre sus puertas los domingos todo el día. Lo más interesante, a parte de la selección de lecturas que hice, fue el clima. En Guatemala el clima es uno de los eventos más comentados en el mundo. Del verano podemos pasar al más terrible invierno. La primavera es breve pero eterna. Siempre hay flores, siempre hay sol y siempre hay lluvia. Ayer llovió todo el día. Pero desde la ventana del edificio de la biblioteca todo se transformó. Se volvió un espacio íntimo de introspección. Hablaba con el otro Lester de la lluvia y de lo fascinante que era imaginar otros días lluviosos en otros momentos. La sala de pronto se volvió como mi habitación. Encendí un cigarro y pude ver a Ernesto Sábato y a Cabrera Infante llevar sus sillitas y ver conmigo la lluvia de un día de Agosto. Sábato es admirable. Fue en busca de un libro suyo que tituló: Apologías y Rechazos. Hablamos de Leonardo de Vinci. Quedé fascinado.
Cabrera Infante con esa su manía por el cine nos entretuvo luego de una conversación tan profunda, contándonos de su infancia en la Habana. Como se reía de sus travesuras, pero en el fondo, en la forma en la contaba todo, cada detalle, su habano tirando lentamente, me di cuenta que era la viva imagen de su libro: La Habana para un Infante difunto. Pero nos reímos más por dentro, viendo como caía la lluvia sobre los altos cipreses y los pocos carros estacionados.
-HORARIO DOMINGO BIBLIOTECA USAC 7:00 A 18:00 horas.
PD:
“¡Caga rápido Cristo viene pronto!”*
*Frase escrita en la puerta del baño de la biblioteca de la USAC.
PD:
“¡Caga rápido Cristo viene pronto!”*
*Frase escrita en la puerta del baño de la biblioteca de la USAC.