lunes, 11 de mayo de 2009

TODA LITERATURA ES UN VIAJE POR AMOR (ENTREVISTA A RAFAEL ROMERO/CREADOR DE ALTERNATIVAS LUDICAS)


Entrevista a Rafael Romero que sólo fue posible por los milagros de la tecnología y el gusto y curiosidad infinita por la literatura undergrownd. En una respuesta se conoce el genio de una personalidad, y este escritor que se autonombra un poco anonimo, me sorprendio con una anecdota en la que conoce a Leopoldo Maria Panero, una leyenda y una lección de vida sobre el juego infinito, las alas de un viaje, una Remigton y la soledad de los magos y duendes covocados por la imaginación.

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1- ¿De dónde surgió el nombre (TPA)? Creo que ya lo han preguntado antes pero contame los detalles.

RR. Pues como muchas de las cosas que hago la frase en sí fue una ocurrencia. Me gustó, la guardé y luego pensé que podía usarla en algo. Cuando quise sacar a la luz el proyecto (blog-antología) y empecé a barajar títulos, pues no me tomó tiempo, prácticamente ya lo tenía. De alguna forma encajó con el concepto central de Te prometo anarquía: habilitar un espacio en donde el autor (poeta, escritor, fotógrafo, pintor, etc.) sea el que tome las riendas y decida qué publicar y cómo, tratando de hacer caso omiso de los ya consabidos parámetros editoriales, con un mensaje subliminal de tipo: aquí podés poner lo que se te dé la gana, lo que querrás, el único responsable sos vos. El publicado o publicada deciden y el único que tendrá derecho de juzgar será el lector. Para mí, en este proyecto, es fundamental dejar de obstaculizar, no poner más barreras de las que ya existen. Sin distinciones. Todos en igualdad de condiciones. Y claro, siempre pensando que de alguna manera el blog pudiera (y pueda) ser una especie de plataforma, defendiendo la libertad de expresión y/o artística de Guatemala. Es una frase muy sugerente, que encierra mucho. Cualquiera podría decir que es un proceso muy deliberado y que tanta libertad puede significar la circulación de propuestas de mala calidad estética o literaria. Todo esto es subjetivo, pero no deja de tener algo de cierto. Es un riesgo. Yo aquí trato de jugar un papel neutral, de no involucrarme en decir qué es bueno y que no, desde un punto de vista estético. Yo permito un espacio, abro una puerta. Lo ideal sería que quien quisiera publicar, en general, fuera honesto y tuviera la suficiente autocrítica (esta es una característica inminente en los escritores y/o artistas) para considerar que lo que escribe o hace pueda o deba ser publicado.

2- ¿Cuál fue el primer libro que leíste y qué estás leyendo ahora?

RR. Buena pregunta, especialmente porque mi memoria anda un poco atrofiada debido a los excesos etílicos más que todo. El primer libro, si no estoy mal, fue Platero y yo, de Juan Ramón Jiménez. Y lo que estoy leyendo ahora (no los he acabado) son If You Liked School, You’ll Love Work… de Irvine Welsh y The Brotherhood of the Grape, de John Fante. Soy algo inquieto y leo varias cosas al mismo tiempo. El que sí acabo de terminar de leer es Clases de dibujo de Eduardo Halfon, que recién me lo envió mi suegro con dedicatoria del autor incluida.


3- Contame alguna anécdota importante, curiosa o divertida de las publicaciones de TPA.

RR. Hay algunos detalles curiosos, la verdad. Al inicio pretendía abrir un blog en donde publicaran mis familiares y amigos escritores más cercanos, pero al parecer al único que le entusiasmaba la idea era a mí y a dos o tres más, así que tuve que replantearla y ver cómo lograba darle salida. De ahí surgió Te prometo anarquía como todos lo conocen ahora, cosa que jamás me imaginé que pasaría. Y otro detalle curioso que, a pesar de que intuyo su razón de ser, no deja de sorprenderme es la negativa (y muchas veces el silencio y/o falta de interés) de muchos escritores o poetas supuestamente consagrados a considerar TPA como algo serio o válido dentro del panorama de la literatura guatemalteca. Y aún peor, a querer aparecer publicados/as. He invitado a algunos que ni siquiera se han tomado la molestia de responder con un no, gracias. Pero a la vez, también han aparecido otros que, por x o y razones, tampoco me esperaba que quisieran colaborar y ahí están, cosa que me alegra mucho. También te puedo mencionar la vez que un italiano me escribió interesándose por el blog y mandándome sus textos. Tuve que responderle diciéndole que gracias, pero que el espacio era para guatemaltecos. Ese mismo día puse una banderita de Guatemala en el blog, a ver si quedaba claro.

4- ¿Qué intuís en las publicaciones digitales, luego del libro de Julio Serrano (TRANS 2.0) y la difusión de muy buena literatura por medio de blogs o cualquier otro tipo de envío digital, ya sea por Ares o los nuevos e-book?

RR. Aunque no lo parezca, tomando en cuenta la cantidad de blogs que tengo, no me considero un blogger ni tampoco suelo navegar mucho. No tengo el gusto de conocer a Julio Serrano. Me enteré de Trans 2.0, lo vi y me pareció buena iniciativa. Es el tipo de propuestas que necesitamos en Guate, más intrépidas, más alternativas. El fenómeno de la Web 2.0 es trascendental. TPA no sería lo mismo sin los blogs, con eso te lo digo todo. De igual forma, siempre hay un riesgo. Una cosa es ser blogger y otra ser o querer ser escritor. Para mí no es lo mismo. Ser escritor implica muchos más compromisos que mantener actualizado un blog. De cualquier forma, las posibilidades de expresión y de encontrar buenas propuestas literarias y artísticas están a la orden del día gracias a Internet y a las nuevas tecnologías, y eso es bueno, hay más cercanía, más inmediatez, menos barreras, más variedad. Es lo que te permiten las publicaciones digitales. Y ya que parece que están al alcance de muchos, pues hay que aprovecharlas. A pesar de esas facilidades, soy fetichista del libro como objeto. Aquí en España hay muchas editoriales que, además de continuar con sus catálogos impresos, ya están preparando sus catálogos digitales. Es un buen indicio de que a pesar de la tecnología, el libro como tal seguirá vigente siempre.

5- ¿Podés contar un poco sobre tu propio trabajo literario viviendo en España?

RR. Pues yo aquí vine básicamente por motivos amorosos, pero a la vez tuve la suerte de estudiar en la Escuela de Letras de Madrid y en La Casa Encendida. Hice un curso de narrativa y participé en algunos talleres relacionados con poesía, cine, literatura. La idea siempre ha sido perfeccionar lo que hasta la fecha he escrito, pulirlo, reencauzarlo. Tengo tres novelas cortas, un proyecto empezado de una novela de mayor extensión, un libro de relatos breves y tres poemarios. Gran de parte de eso lo empecé a escribir en Guate, obviamente, y lo he ido trabajando desde aquí, pero sigue en estado inédito. Lo poco que he ido sacando lo hago a través de mis blogs personales: Cinco kilos de vacío y Epifanía doméstica de la nostalgia pura, en algunas actividades con el colectivo Cuarto Incierto (bajo el pseudónimo de Capricho Paper) y en alguna que otra publicación digital, como en Las afinidades electivas, por ejemplo. De ahí, pues trato de mantener activos tanto Te prometo anarquía como Mula que es uno, que les tengo mucho cariño y por medio de los cuales he llegado a conocer mucha gente y a apreciarla. De mi interés por el arte urbano, nació un proyecto amateur de fotos (no soy fotógrafo, aclaro), titulado La urbe habla, del que se desprende otro más reciente: Ectoplasmas en concreto. Como podrás ver, si no existiera Internet, mi condición de inédito sería realmente calamitosa.

6- ¿Podés contar alguna anécdota familiar de tu adolescencia en relación con la poesía o la literatura?

RR. Bueno, no sé si sea anécdota, pero cuando tenía 16 o 17 años encontré un par de libros que me marcarían mucho. De los decisivos, como se dice. Tenía la costumbre de registrarle las libreras a mi papá y ahí fue donde los encontré. Te hablo de la Poesía completa de César Vallejo y de El tiempo principia en Xibalbá, de Luis de Lión. Aunque no entendía muy bien lo que leía, supe que de algún modo mi vida estaría ligada a los libros (trabajo como corrector de estilo) y a la literatura (pretendo llegar ser escritor algún día). Y así fue como empecé a escribir mis primeros intentos de poemas y de cuentos. Me apoderé descaradamente de la máquina de escribir de mi papá (una Remington, si no estoy mal) y me dio por encerrarme en mi cuarto horas y horas a supuestamente escribir. Ahorraba para papel bond, tipex y cinta para la máquina.
Mis papás y hermanos me molestaban. Cariñosamente, claro. ¿Qué tanto escribís, vos? Les llamaba la atención que en lugar de salir a la calle, me encerrara a llevármelas de poeta. Amontoné muchísimas hojas llenas de versos poco originales y cursilería en estado puro. Esos días son los que más recuerdo.

7- ¿Parece que estás muy actualizado de lo que pasa en Guatemala y desde Europa puede haber otra perspectiva de criterio general, incluso hasta optimista, qué pensás de la Guatemala actual?

RR. Mi visión sobre Guatemala no creo que sea la más profunda ni la más original de todas. Ponerme hablar de la situación social, económica, política e, incluso, literaria sólo creo que dejará al descubierto lo mal informado o desatinado que estoy al respecto. A eso hay que añadirle que optimista tampoco soy ni he sido. Es verdad que hay un problema terrible con la falta de educación, con la violencia, con la pobreza, con la ineficacia de nuestros políticos, la injusticia, la represión, etcétera, pero, ¿qué hacemos los que supuestamente hemos tenido la suerte de ser educados? Todavía hay demasiado letargo, demasiados prejuicios, demasiados tabúes, demasiada envidia, demasiado egoísmo, demasiado resentimiento, demasiado conformismo, demasiada mentalidad medieval y retrógrada. Sin embargo, es verdad también que poco a poco hay más muestras de que no todos quieren seguir viviendo así, de que hace falta un cambio. La gente joven se está implicando más, hay más movimientos y propuestas interesantes en muchos aspectos de la realidad del país. A ver qué pasa. De todas formas, insisto, no creo que yo sea el indicado para hablar y opinar al respecto.

8- ¿Has viajado a otros países de Europa?

RR. Solamente he estado en Italia y en Alemania. En unos meses me daré una vuelta por Croacia y, con algo de suerte, por Praga. Inglaterra y Francia siguen en mi lista de espera.

9- ¿Podés contar alguna fantasía erótica realizada?

RR. Sí, la tarde que conocí y hablé con Leopoldo María Panero.

10- En el Popol Vuj habla que los primeros hombres podían verlo todo, haciendo un recuento infinito, ¿qué pensás del mundo de hoy en día y el impacto en los niños, en la nueva generación y en el futuro de la humanidad?

RR. Me vienen a la cabeza las palabras “ambición” e “individualismo”. Encierran muchos aspectos que mueven el mundo de hoy en día. Me da la sensación de que el ser humano ha estado pecando de autosuficiente y se ha creído más inteligente de lo que realmente es. Si ponemos en una balanza el afán por el progreso y sus consecuencias, no sé si realmente la tendencia sea del todo positiva. Parece que las sociedades actuales, bajo la falacia de la modernidad, se escudan bajo parámetros que pretenden reafirmarnos que sólo estamos de paso, que lo único que importa es el presente, que mientras más tengamos mejor viviremos. Una especie de campaña publicitaria con aroma a carpe diem en donde los valores han pasado a segundo plano. Como sabemos, todo es relativo. Lo importante y lo que nos queda es la responsabilidad de que los niños y las nuevas generaciones, tan viciadas desde edades antes inconcebibles, crezcan y asimilen la realidad de otra forma, más integral. Que sean más perceptivos, menos indiferentes. Pero al igual que te dije un par de preguntas antes, yo no me considero apto para hablar u opinar extendidamente, y menos para sugerir soluciones. Ojalá las cosas fuera un poco menos complicadas.


Fotografía Siglo XXI

sábado, 9 de mayo de 2009

Una Frase Celebre de la Realidad en los Buses Urbanos


La realidad es la imaginación tangible.
L. O.


Regresábamos del entierro de la abuela. Íbamos en una camioneta que hacía tanto ruido al arrancar que no podíamos oírnos una palabra. La camioneta iba medio llena y mi prima había encontrado unos asientos adelante. Ella iba con sus dos hijas, que no paraban de jugar, sin darse cuenta de las caras de tristeza que llevábamos por la muerte de la abuela. La abuela había muerto de un suspiro a sus ochenta y siete años, feliz, placida, con el aspecto digno de toda muerte natural. Recordaba su rostro y miraba con desconsuelo las calles de la zona 1, los rostros de mis hermanos buscando algo de esperanza.
El bus, como todos los buses urbanos, sucio, destruido por partes, grafiteado, con agujeros de bala en los vidrios, con un chofer perdido en sus propias meditaciones, estaba a punto de ser asaltado. La primera que vio a los hombres fue mi hermana. Subieron por atrás. No habían empezado a asaltar cuando vi que mi prima se tiraba de la camioneta con una de las niñas y detrás mi hermano. La otra niña estaba sentada con mi hermana y miró todo sin saber que pasaba. Mi prima había caído sobre la acera sin golpearse aún porque el chofer no aceleraba. Nosotros, que habíamos estado ya en asaltos similares no nos movimos ni cuando empezaron los balazos. Pero antes de eso vi que mi prima subía de nuevo por su hija más grande sin percatarse lo que los asaltantes hacían y decían. “Bueno hijos de la gran puta, si no se quieren morir ni se muevan, porque al primero que levante una mano me lo quiebro, yo morirme quiero cerotes, así que miedo no tengo, celulares y todo lo que lleven de valor en las manos, porque si llevan aretes se los arranco, y si tienen dinero y no lo dan, les juro que se van desnudos o aquí se quedan pisados”. Al ver a mi prima correr para la puerta, tiraron el primer plomazo. Sonó duro contra el techo dejando un agujerito blanco. Mi prima salto sin darse cuenta que el chofer había acelerado y, por mala suerte, una de las llantas le pasó sobre la pierna. No me había percatado que mi hermano cuidaba de la niña más pequeña a una cuadra de donde mi prima estaba tirada. Aún así, la vi levantarse y caminar para una parada de bus. Mi hermano caminó a su encuentro. Nosotros nos quedamos sin saber que hacer, viendo como los dos asaltantes terminaban huyendo con el botín luego de tirar dos balazos más al techo de la camioneta.
Esa misma tarde mi prima ingresó al hospital Roosevelt.
Para no hacerles largo el cuento, pude ver a mi prima, luego de cuatro meses en una silla de ruedas, con la noticia que le habían puesto muy mal el yeso, y el hueso no le había pegado. La última vez que la vi, después de dos meses, estaba aún en la silla de ruedas. Me habló de lo mal que se había portado con un tono de arrepentimiento y resignación, porque también la vi reírse. Dentro de una semana, luego de recolectar dinero para su operación con todos los amigos y gente de la iglesia, la van a operar. La operación le va a salir en cinco mil quetzales, es posible que aún tenga que guardar reposo. De los ladrones no sabemos nada todavía.

jueves, 7 de mayo de 2009

TE PROMETO ANARQUIA (PUBLICACION)


El Legendario Blog Te Prometo Anarquia, me ha cedido un espacio a la Prosa Recortada y a unos textos Realistas. Gracias al maestro Romero Aquí estan.

Fotografía de Kurt Zierlein en Panajachel 2009, junto a mi Pequeña Malabarista entre la vida y la muerte.

martes, 5 de mayo de 2009

Xeq`ij *


Desde las fleurs du Mal
hasta los versos de Neruda
simplemente vos sos la poesía
en el Canto General, entre las letras
y la bella conspiración de los sonidos.

En la piedra está grabado tu nombre,
en los pedernales y obsidianas,
en las flores como colibríes,
el jaguar que se vuelve tu vestido,
el sabio cocodrilo y su paciente mordida,
tus piernas como cabritos
tus labios como suaves crustáceos
tu vientre como vientre de mar.

Me gusta tu compañía que es
como el viento y la nada,
los señores de la eternidad donde florecen
los universos,
pero me gusta el viento y el cielo
y tu tienes la sangre dulce y los
pechos tiernos.

De todos los misterios,
desde la Piedra de Sol hasta
la memoria de los Mayas
de tantos soles y leyendas,
el amor (de dos) siempre es
la carta de triunfo y fortuna,
el as bajo la manga,
el mejor lugar de la tierra.


*Atardecer (en lengua Kiche)
Para mi Musa del CiberSpace
en estos Tiempos de Fiebre y Crisis
Bon Aniverse mon lumiere!

miércoles, 29 de abril de 2009

LAS HORMIGAS Y EL TRABAJO


*Encontré un librito que escribí con dedicación a las hormigas. Tuve una niñez muy solitaria en la casa de mi abuela y mis amigas, con las que hablaba y confesaba mis alucinaciones eran las hormigas, que por cierto nunca me tomaron en serio porque pensaban que yo perdía mucho el tiempo, pero estaban ahí y eran tan comprensivas cuando lograban escucharme. No me enseñaron nada. Talvez la gente malinterpreta sus apresuradas carreras en fila llevando tanto para los días de escasez. Digo que son malinterpretadas porque, yo que las vi más de cerca, notaba que solo se hacían las trabajadoras en grupo, solitarias eran vagabundas y buscaban diversión.
*El día del trabajo, desde que tengo memoria es un día en el que nadie trabaja y los chicos no entienden porque tampoco van a la escuela. Muchos lavan sus carros y otros salen a trotar por las carreteras con la dignidad de los que no van todos los días a los gimnasios llenos de señoras desocupadas. Otros se levantan muy tarde y encienden la televisión para ver los programas que se pierden estando en la oficina. Otros salen a ver un curioso desfile de gente morena, sudosa, que camina tras ciertos vehículos donde un líder avienta contra la plaza un discurso que no oye nadie por el mal audio y su voz herida. Asoleados, quemados por el sol, con sed y con hambre, los obreros avivan cada año el sentir contestatario levantando una banderola con el nombre de su sindicato. Los ministros, diputados y servidores públicos preparan wiskys en sus cerradas reuniones particulares, hablan de New York o Miami, saludan a sus vecinos en el confort de sus fincas, brindan por el porvenir, ven los atardeceres hipnotizados sintiendo muy dentro de sus conciencias una placidez inmortal al ver a sus hijos jugando con A-K´s47 de plástico.
*La otra vez miraba un documental en AnimalPlanet y hablaban sobre una clase de hormiga que ordeña pulgones y de otras que pueden devorar un cabrito en menos de un día. Son como una horda multitudinaria, sin descanso, sin dejar un solo organismo vivo, limpiando el bosque en un murmullo sosegado. He oído que las hormigas acabaran con Roma, que el agua esta a punto de sepultar a Venecia y que es posible que con el calentamiento mundial Centro América termine, también bajo el agua. Pero me gusta pensar que las hormigas ya han previsto estos cambios y con lo tenaces que son podrían abrir los mismo canales de Roma para drenar un poco el agua marina.
*Celebran el día del trabajo en toda Latinoamérica. Una amiga colombiana me cuenta que en su país habrá un hermoso ocaso. Una amiga Mexicana me ha contado que la fiebre porcina se esta haciendo un juego hermoso, que los chicos ahora comen en familia y que pueden ver infinidad de características en sus familiares que ya no habían notado, que ahora conversan. Los poetas y artistas elementales están muy concentrados en el problema y preparan poemas con temas de enfermedades y otros pintan, pero los músicos beben para mantenerse asépticos.
*Las hormigas invaden esta hoja, espero que el día del trabajo no salgan de sus cuevas, mientras tanto desordenan las vocales y las consonantes como en una gran sopa de letras.

sábado, 25 de abril de 2009

DIBUJOS DE NIÑO (3)


Aquel mercado era típico. Uno podía llegar por diferentes rutas, todas de tierra ruda y seca que hería los ojos con el viento. En la entrada encontrabas los comedores siguiendo el largo corredor que llegaba hasta la otra calle. Los pasillos eran de concreto pero siempre estaban bañados por las aguas de las pollerías o carnicerías. Don Lencho era el primero, en vecino era don Rogelio, y entre los dos se disputaban a los clientes por el trato, no por el precio. La calidad de la carne, según muchas mujeres, consistía en llegar temprano. Pero también se trataba de conocer las carnes y los carniceros sabían cuando llegaba una veterana de la cocina o una simple principiante que se acababa de casar. Las pollerías estaban enfrente. Doña Martita era una mujer blanca de cara redonda, bajita, regordeta, que era buena amiga de la abuela. Me llegó a tener tanto cariño que aunque no llegara acompañando a la abuela me mandaba mis corazones de pollo. Mi abuela hacia el arroz aderezado con los corazones y luego me los daba con una predilección que no puedo olvidar. Mas adentro del mercado estaban las vendedoras de verdura y fruta, un señor de caites de llanta que vendía buena papa, y la famosa doña Julia, la vendedora de atoles. Los domingos, desde temprano, corrían los crudos al puesto de doña Julia. Los crudos eran los que habían bebido una noche antes y sabían que sólo el balsámico atole blanco con limón y sal, caliente y bebido sin cuchara al ras de la escudilla podría devolverles el gusto por la vida. Doña Julia era fea, pero muy amable, y siempre trataba de servirles a todos. Llegaba mucha gente, y algunos llevaban picheles porque ya sabían que no habría lugar. Ese mercadito era bendecido por una virgencita llena de flores de plástico y de papel, vestida con unas sencillas y escandalosas telas, y a la que le encendían diariamente una vela por la venta de todo un día.

jueves, 23 de abril de 2009

TRANS- EL ULTIMO CHASH DE BALLARD


Creo en la muerte de las emociones y en el triunfo de la imaginación.
J.G.B.



Pensar en poesía es un poco vivir un instante de desamparo, porque la poesía, lo sabe cualquier niño, esta al final del largo corredor de una muerte muy lenta. Esto ha preocupado a muchos escritores, pero los que mejor a salvado los obstáculos son los escritores de ciencia ficción. J.G. Ballard fue uno de los más reconocidos por dos de sus mayores novelas que además fueron llevadas al cine y vistas por millones. El imperio del Sol y Crash son dos testimonios de un sueño transpuesto que atemoriza a los asépticos y emociona a los románticos con tendencias estrafalarias.
Era un escritor catártico, según veo, en el tiempo que escribió Crash estaba sufriendo la muerte de su mujer, criaba solo a sus tres hijos y convivía con un extraño rencor contra la civilización. Aún recuerdo esa escena, cientos, miles de automóviles en caravanas infinitas como en una autopista perpetua, inevitable y al mismo tiempo poética y mortal. Veo, como se ve, al ver el universo, lo minúsculos e insignificantes que somos y al mismo tiempo es casi una provocación de la época hacernos sentir como unos conquistadores.
Ballard, éste hombre completamente londinense, tenía un gusto afín con Julio Cortazar, los cuadros de Paul Delvaux. También admiraba algunos de Ives Tanguy y Chirico, y el gusto de estos por develar y aún por oscurecer los misterios de la verdad. Amaba muchas cosas que otros no amaban y las revelo para que parte de la humanidad entendiera porque algunos pocos amaban eso que el también amaba, era un juego de amor y masoquismo en el que triunfaba la violencia de la matemática y la ira de la lógica, como el mismo lo dijo en secreto.
Algunas veces, ya no tanto, imagino que la humanidad hará algo contra las posibilidades apocalípticas divinas y mortales que han sido predichas y que toda esta literatura será una de las mayores fascinaciones de los niños del futuro que soñaran de nuevo con la destrucción del mundo. Pero no es así de divertido.

Picto—grafías

Hace años, Javier Payeras me dio el consejo de leer el ABC of Reading de un exiliado norteamericano en Paris, llamado naturalmente: Ezra...