martes, 3 de octubre de 2023

La autoridad de la barbarie

Me ha parado la policía: ¿Documento de identificación? No lo traigo, respondo. (Los dos oficiales muy serios), uno de ellos alza un cuaderno y me pide mis datos. ¿Nombre? Respondo: Mario. ¿Apellidos? Contesto: Vargas Llosa. El oficial cierra el cuaderno, y se despide con una mirada inteligente, de terrible advertencia y oscuros presagios. Le digo a mi mejor amigo, matándome de la risa: ¡hermano, si el Nobel supiera que lo ficharon frente al mercado Colón! (Y así con otros colegas guatemaltecos, o españoles, hasta Cervantes)

No hay comentarios:

Picto—grafías

Hace años, Javier Payeras me dio el consejo de leer el ABC of Reading de un exiliado norteamericano en Paris, llamado naturalmente: Ezra...