Nunca me hubiera imaginado. Es decir, bajo la tierra y sobre el cielo jamás había pasado algo más sobrenatural. Luego de varios años vino a caernos la espada de Damocles. Una suerte de paradoja para pensadores universales o para niños que juegan dados. Todo gira sobre el destino de más de 14 millones de guatemaltecos que están viendo hacía el futuro. Por un lado esta Baldizón, ya de antemano un falso profeta latinoamericano, populista, de vertiente izquierdista, que empezó su proyecto, desde donde sé en una propuesta para los adultos mayores, que ganó y fue catapultado a las ligas mayores de la demagogia electoral.
Por otro lado un militar. Que no es solamente un militar sino un actor y militante de toda una filosofía de desastre en Guatemala. Ha salido en documentales como La Isla, de Uli Stelzner, además de algunas fotografías de Jean-Marie Simón, y al lado de Efraín Ríos Montt quien es precisamente el monstruo de una terrible referencia de ignorancia, violencia y quien ha impulsado a todo un pueblo maya en campañas de resistencia y liberación. El panorama no se pinta alentador ahora mismo que vemos los porcentajes de votación. Uno se pregunta por ejemplo ¿será que al pueblo, a la gran mayoría, le agrada ser gobernado por un matón, por un asesino, o realmente no saben, nunca se han enterado quien es quien estaba en la boleta? ¿O será que hay un fraude constante, aun con los observadores internacionales, aun con toda una junta de gente honesta, culta y progresiva? Por eso mismo es que no comparto nada de política, por eso es que no me animo a participar, porque en momentos como estos me asusto tal como si acabara de llegar de algún planeta donde todo el mundo aparentemente esta despierto, y veo esto y me desvanezco. Sin embargo esperaba algo más del pueblo guatemalteco. Siempre lo esperaré, es decir, soy pesimista por religión pero ante esto solo me puede dar un sincope de sentimientos encontrados entre nostalgia, ternura, rabia, ira, amor y una dolorosa sensación de impotencia.
Al final, esto, como siempre me parece surreal, fantástico y absolutamente literario. Ahora le toca a ese animal de catorce millones de cabezas, gente trabajadora, gente que por comer no lee, gente que por vivir no piensa, gente que por ahí tan solo sabe que le deben una bolsa, un pago, una oferta miserable, gente que por la televisión se educa, programada, impactantemente impasible, esa gente ahora, tiene la fácil elección de condenarnos.
1 comentario:
El verdadero fraude ha sido el status quo que deliberadamente impide que los mejores lleguen a las candidaturas. Al no llegar los mejores al poder los peores lo harán, garantizando así la preservación del status quo.
Publicar un comentario