Salvador Dalí fue uno de los grandes creadores españoles contemporáneos. Leí su biografía muchas veces y siempre me sorprendía más lo que no estaba escrito sobre él, o que talvez, yo no había encontrado aún en ningún libro. Fue un excéntrico y a los excéntricos les gusta el escándalo. Pude ver una de sus manifestaciones surrealistas en el Chien Andaluz, luego en YouTube pude encontrar unas entrevistas donde el artista, ya de mucha edad, defiende su teoría de la formación de todo por el acido oxiribonucleico, levanta las manos, se pone de pie, grita su nombre a la cámara y agita su báculo amenazador. Lo he visto saliendo de un huevo gigante de la mano de Gala, untándose un pomo de pintura de óleo en la cabeza y pintando tranquilamente. Dicen que fascinó a Alice Cooper porque entre todos los rockeros de aquella época, Dalí, que se hospedaba en ese hotel, era el que más escandalizaba a los huéspedes normales.
Lo que me han dicho de Salvador Dalí es, que de niño le gustaba tirarse de las escaleras y hacerse daño. Me contaron que las maestras siempre lo notaron como alguien muy anormal por esta práctica. También me dijeron que cuando miraba a alguno de sus compañeros comiendo chocolate le tiraba un puñetazo sin avisarle nada (esto no sé si es cierto). Me han dicho que murió virgen, que se masturbaba pese a los años, que le gustaba el dinero más que las mujeres, y también me dijeron que rompió una bañera en New York porque no estaba como el la quería para su muestra de arte.
Uno de los cuadros que más admiré de Dalí, cuando era su fan, era La Girafa en Llamas. Hay muchos cuadros grandiosos pero la publicidad siempre nos recordará La Persistencia de la Memoria, ese reloj de gelatina que se dobla sobre sí mismo.
No estoy seguro si todo lo que han hablado sobre Salvador Dalí es cierto, pero si fueran mentiras, creo que aún podemos inventar una más: Dalí no era de este mundo.
Lo que me han dicho de Salvador Dalí es, que de niño le gustaba tirarse de las escaleras y hacerse daño. Me contaron que las maestras siempre lo notaron como alguien muy anormal por esta práctica. También me dijeron que cuando miraba a alguno de sus compañeros comiendo chocolate le tiraba un puñetazo sin avisarle nada (esto no sé si es cierto). Me han dicho que murió virgen, que se masturbaba pese a los años, que le gustaba el dinero más que las mujeres, y también me dijeron que rompió una bañera en New York porque no estaba como el la quería para su muestra de arte.
Uno de los cuadros que más admiré de Dalí, cuando era su fan, era La Girafa en Llamas. Hay muchos cuadros grandiosos pero la publicidad siempre nos recordará La Persistencia de la Memoria, ese reloj de gelatina que se dobla sobre sí mismo.
No estoy seguro si todo lo que han hablado sobre Salvador Dalí es cierto, pero si fueran mentiras, creo que aún podemos inventar una más: Dalí no era de este mundo.
Muchos amigos de mi generacion teniamos algunos gustos en común: la musica de los Heroes del Silencio, Herman Hesse y Salvador Dalí, lo demás era moda o vanidad.
Guate 6/02/09
2 comentarios:
qué sería de este mundo sin los excentricos?? un lugar demasiado aburrido para mi gusto....
Así es penny, hay tanta gente parecida, pero un excentrico es agradable... acabo de conocer a un viejo que hace guitarras en el garage de su casa, por la zona 11, y empezo a enamorar a mi novia que lucia sorprendida que un viejito le dijera muñeca... me parecio excentrico porque hacía un trabajo artesanal de primera y tenía cinco minutos de conocernos y ya nos trataba como si fueramos amigos.
Publicar un comentario