Pareciera
que te voy
a dejar de
escribir ahora
y te
empezaré a dibujar
porque ahora
mismo
siento el
vuelco de dos corazones
del que
habla
y ciegamente
palpa en la oscuridad
a un niño.
El beso que
nos dimos
en la
infinita cama entre las sábanas verdes
fue el
molino que dio vida
a este signo
de futuras risas.
Ahora yo
que ya de
niño buscaba oscuridades
sol y
estrella me acompañan.
No me quites
este gesto
de pintar
palabras en mis manos
líneas sin
orden
he
inventado.