jueves, 14 de agosto de 2008

LA CALLE







La calle es una casa sin techo,
un abrazo sin cuerpo,
un anciano sin pensión,
un camino vació de si mismo,
una madre sin entrañas,
un silencio con sonidos inaudibles.

La calle es la hermana sin zapatos,
la madre soltera que vende su piel,
el hombre sin sueldo,
el joven sin alma,
el ave sin dueño,
el perro,
las piedras,
unas huellas bajo la acera del cielo.

martes, 12 de agosto de 2008

UNA FEROZ SOBREVIVIENTE



Cuando oigo a alguien suspirar "La vida es dura",
siempre estoy tentado de preguntar: ¿comparada con qué?
(Sydney Harris)


En la primera fotografía no hay fecha, pero pudo ser del año 2002. Se puede ver su carita destrozada por la tristeza, descompuesta por el destino de una vida imposible de imaginar. A ésta fecha ha perdido completamente la vista y sufre de cambios bruscos de glucosa en su sangre (por lo que debe inyectarse insulina diariamente después de cada comida), y su aspecto en general pareciera la imagen de alguien que ha perdido la fe por completo.
La conocí una noche en 4Grados, sentada en una mesa con su hermana menor, su prima Nubia y una de sus mejores amigas. Me acerqué a saludar y les propuse que compráramos algo de tomar entre todos. Creo que hablé algo de poesía y entonces alguien dijo “habla con ella porque es la más espiritual”, la saludé y su mano divagó buscando la mía, y yo la busque comprendiendo todo en el momento (no me sorprendió de la misma forma que luego me contó que sorprendía a muchos de sus amigos).
Hablamos toda la noche. Me habló de su ceguera, y yo le decía que todos estábamos ciegos de alguna manera… Pero luego fue contándome de su recorrido por hospitales de Guatemala y sus viajes a Estados Unidos, y hasta una peregrinación a la capilla de la Virgen de Guadalupe en compañía de toda su familia en la cual los detuvo una tormenta de arena en un pueblo remoto del desierto, donde tuvieron que buscar al médico porque se estaba muriendo. Me habló de muchas veces que había estado al lado de la muerte y brindamos por ella, por la muerte desalmada, hasta que pasó el tiempo y a ella se le olvidaba mi nombre y a mí su número de teléfono. Le robé un beso y la vi sonreír (por aquel tiempo yo estaba buscándome, o quizás perdiéndome).
Ella era muy linda, y parecia una niña rebelde con el cigarro entre los dedos. Su conversación era ingenua y su voz muy fina, y su aroma era inhabitual, y la juventud y ganas de vivir se le escapaban de sus ojos, que confundian a todos, porque no parecian estar del todo a oscuras.
El destino nunca había sido más injusto con nadie. Su familia era de clase media y por momentos habían sido muy prósperos y por otros habían estado al borde, como siempre ha sido por años la clase media, pero ninguno en su familia se enfermaba más allá de una gripe. (Para un aspirante a escritor de cuentos al estilo del realismo mágico, aquello fue un grandioso descubrimiento). Por aquel tiempo para mi la poesía era como respirar y todo eso me pareció un feliz accidente del azar. Jugamos a ser novios y una noche le prometí que la haría feliz. Ella se aferraba de mi brazo y yo la llevaba a donde quiera que yo iba, viajabamos mucho a Panajachel, estuvimos en muchos lugares, fuimos a Antigua muchas veces y en cada lugar yo experimentaba nuevas formas de expresión para decirle como eran todo, y luego ella me decía muchas cosas que le había pasado cuando miraba, y nos enlazábamos en diálogos placidos y el placer de vivir era nuestro fin. Nunca nos faltaba una botella de un buena cepa cabernet sauvignon, y siempre estuvo la esperanza de que el tiempo fuera más benévolo que el destino y se volviera improbable. Ella compartió conmigo una copa y besos, la cama, y esos secretos inconfesables. Muchas veces compartí con su familia, fiestas de cumpleaños en las que yo me sentía como si sobrara, porque con la única que hablaba era con ella y los tíos me adoptaron y no me cuestionaban, aunque las tias recelosas siempre se reian entre ellas del asunto; compartí una navidad en la que me embriagué tanto que hablaba en verso profecías paganas poseídas por el delirio de la melancolía.
En su vida cotidiana, ella gritaba por todo con una intolerancia cruel. Su madre, una mujer menuda y que parecía muy ocupada para sonreír, la llamaba a comer y le daba consejos de todo lo que se le ocurría para sus padecimientos, ignoraba sus rabietas, y se acercaba a mi cuando ella estaba lejos y me pedía favor que le diera tal o cual pastilla, y sin contar que todos en su familia se entendían conmigo por medio de señas, cuando no querían que ella se enterara de algo. A mi me partía el corazón esa parodia. Y los culpé. Justifiqué muchas de las patologías de mi nueva amiga y creí que aquella tarde que crucé las calles en busca de su casa, y la encontré sentada en la oscuridad sin una sola sonrisa, había sido por algo más, algo más de ese no sé que, que uno encuentra en todos lados, y que por suerte podemos mal-llamar destino.

II
La otra fotografía tiene fecha reciente Abril 2008. Resalta su sonrrisa clara, y un aura de victoria contra toda calamidad. Han pasado cinco años y aún somos amigos, cada vez más inciertos para los demas, pero cómplices los dos, como siempre. Hace unos meses estuvo de nuevo visitando a la muerte. Sus riñones dejaron de funcionar y cayó derrumbada en una cama de hospital donde doctores buscaron un tratamiento sin riesgos dado su cuadro clínico: anemia, diabetes, problemas cardiacos, complicaciones todas críticas. En sus palabras ella me dijo que había soñado que se moría. Siempre que me cuenta estas y otras hazañas entre ella y su intima muerte, me pregunto por qué le pasa todo eso precisamente a ella, y me asaltan muchas respuestas, quizás todas equivocadas. Algo es cierto, estas dos fotografías muestran lo que no explican mis palabras. Ella me dijo “...no sé si regalarte esta foto, estoy muy fea". La tomé de sus manos y pude ver su ojo borrado, su pecho parchado por la asepsia del catéter, su pelo negro, su cuerpo de mujer, y me recordé enseguida de una pintura de Picasso de su etapa azul, y le dije que era completamente bella como una obra de arte, donde la mano de un artista inquisidor ha puesto hasta el ultimo detalle con un deseo interno de cambiar la forma de ver el mundo. “Que chistoso, antes, no tenía por que estar triste, y ahora que si debo estarlo, sonrío”, me dijo, y nos reímos de nuevo, inocentes, como niños.

viernes, 8 de agosto de 2008

LATINOS EN BEIJIN










Los juegos Olímpicos 2008 se inauguraron hoy en China, en una ciudad al norte llamada Beijing. En esta ciudad se encuentra la Muralla China, erigida en el siglo III para defender la ciudad contra los comandos Xiongnu de Mongolia. El propósito del muro no era impedir que fuera atravesado, sino que no llevaran caballería con ellos.
Pues hasta este lugar se dirigieron las comitivas de los países del mundo que participan en la Olimpiadas, que tiene una tradición similar a la historia de la famosa muralla que se puede ver, según dicen, desde el espacio.
Los latinoamericanos, países como Argentina, Brasil, México han sobresalido en muchas disciplinas. En esta ocasión países pequeños y sin resonancia como Guatemala, El Salvador, Bolivia o Nicaragua, están preparándose para luchar por las medallas. Muchos países latinoamericanos no han tenido la cultura del deporte, tal como en otras naciones es ya una herencia. El caso de los alemanes o rusos que han logrado grandes marcas en competencias mundiales; el caso de EEUU que también se ha destacado en muchas disciplinas. Muchos competidores mundiales ya son los preferidos de la gente y espera que superen sus marcas. Por ahí el rumor de uno de los favoritos para lograr medalla en Tae Kwon do, no es un chino sino un peruano de nombre Meter Lopez, lo mismo en el boxeo es el guatemalteco Eddie Valenzuela que es un deportista capaz de dar sorpresas en cualquier lugar del mundo. En natación es el monstruo Michael Phelps un grandioso nadador que batió record como quien no le tiene respeto al pasado. Todo esto me recuerda a la corredora mexicana Ana Guevara que destacó en los 400 metros planos llevándose la medalla de plata y de muchos otros latinos que han superado al resto del mundo por amor a su Itaca, porque muchos no han nacido en ciudades sino en pueblos donde se camina y se corre porque atrás viene el hambre.

lunes, 28 de julio de 2008



Las Ofensivas
Anónimas de Raúl.







La felicidad general de un pueblo
descansa en la independencia individual
de sus habitantes.
José Martí

Ahora mismo mientras escribo esta sensilla nota, y a los diecisiete días de la toma de posesión de Raúl como nuevo presidente de Cuba, hay en el mundo una nueva duda: ¿Quién es Raúl Castro?
Raúl Castro estuvo casado con Vilma Espin, combatiente y protagonista de todo el movimiento de liberación. Se enamoraron entre los sobresaltos de la guerra. Ella, una chica muy comprometida con todo con lo que Raúl estaba comprometido, aparece en muchas fotografías al lado de Raúl, Fidel y del Che Guevara. Raúl Castro siempre fue un hombre de batalla, un guerrillero sin sueldo y con una conciencia rigurosa para juzgar las injusticias. Menos glamoroso que su hermano ha combatido en todas las avanzadas de la revolución con su eterno traje verde olivo y su gorra de comandante. Esto es algo que lo caracteriza hasta en sus hábitos más personales. Pues vivía tan metido en los oficios secretos de la revolución que sólo los más especializados sabían quién era realmente y conocían sus brillantes aportaciones en el conjunto de la revolución. Es un personaje que va hacer eco en la política mundial puesto que, según muchos estudiosos del proceso cubano, Raúl es de carácter fuerte y decidido.
También afirman que es una forma del gobierno cubano para entrar en una nueva propuesta mucho más práctica que ideológica, aunque Raúl sigue consultando en todo a Fidel, y Fidel no hace más que escribir, tratando de aprender la disciplina de su hermano, con la que permaneció oculto tras su sombra por más de cincuenta años.
Va a ser difícil, pues Fidel heredó de su madre el carácter de líder y su imagen e influencia ha permeado a todo el que lo rodea y aún más allá de las fronteras. Acabo de leer una nota muy reveladora que describe a la madre de los Castro, como una española sin miedo cabalgando en las plantaciones de su marido, armada con un fusil americano Winchester.
La revolución cubana ha sido mal interpretada, pero en la lucha de contrarios es necesaria, aún con sus miserias. Cada hombre y cada mujer bajo el régimen cubano son un estandarte en llamas que arde más allá de las filosofías de izquierda o derecha, son el puente a otro ser humano que se renueva con la dialéctica del futuro. En Guatemala, como en todo lugar del mundo hay veces que quisiéramos ser parte de esa historia.



Guatemala 11/03/08

miércoles, 23 de julio de 2008

VIENDO LLOVER EN LA UNIVERSIDAD











No siempre lloverá...
The Crow, la película.


Caían las lluvias y se hundían en el suelo como pequeñas flechas. Los árboles cambiaban sutilmente de color en gradaciones festivas. La carrera del agua hacia los cauces mayores, la chica del paraguas saltándolos, tan sola y triste como un velo flotando por la carretera, la lluvia mojando los techos, los jardines urbanos. Estoy sentado atrás del edificio de Trabajo Social, viendo llover, acción que es un arte en si mismo, porque no estoy acostumbrado a la contemplación. Veo el parqueo vació, es sábado, los eucaliptos y pinos aguardan como estatuas, como senos naturales, y ahora cae cada gota del cielo en su lugar preciso, azar y destino llena la tierra y abre cauces como arterias por donde corre la sangre del planeta. Unos esperan, como yo que deje de llover, y presencian conmigo uno de los milagros cotidianos mas sublimes del año, otros corren como defendiéndose del invierno que lo humedece todo sensualmente, comprendemos su poder invulnerable a nuestra contemplación. Una pareja se besa sin pudor bajo la lluvia –del cielo a la piel no hay distancia –ellos lo saben sin comprenderlo, piensan en los hoteles cerrados y sus personajes subversivos, en la vida que corre bajo la misma vida pero con diferente vestimenta, en los que visitan la funeraria, y en los que nacen, y veo sus caritas llorosas en sus primeros segundos de vida, este es el mundo, piensan, sienten, dolor o placer, es la vida impredecible.
Sigue lloviendo. Un viejo de boina, intenta cruzar la calle bajo el velo de agua –que valiente pienso –ahora que no me baño de lluvia como cuando tenía diez o doce y nos gustaba tanto jugar fútbol en la cuadra sin asfalto, miraba que mi abuela o mi madre a llamarme, desde una ventanita de la puerta o abriendo la puerta mínima, brevemente, y ninguno hacia caso a eso, seguíamos corriendo pateando el balón a las porterías improvisadas con piedras. Se formaban ríos turbios de lodo y mirábamos como los gatos saltaban como panteras en los bordes de los techos, y pobres perros se refugiaban en los espacios de los portones. Sentimos una luz limpia, tibia, viviente. Un paisaje de sombrillas desfila por el boulevard, dos compañeras hablan del comienzo de clases, y un gitano recostado en un muro las desnuda con la mirada. Nunca dejo de llover.

Guatemala 12/07/08

lunes, 21 de julio de 2008

In Memoriam Mocosita.



Guatemala 20/08/07 Boletín.


La Mocosita falleció después de compartir la gracia poética de pasear su gran moco y corpulencia delante de más de tres generaciones de guatemaltecos. Era maravilloso ver aquella bestia caminar por todo aquel recinto resguardado, y su mirada llena de ternura que uno confundía con hambre, y ahí estábamos aventándole pop corn, o maní, y hasta ahora me entero que lo que ella reclamaba era el asombro de los niños. Hubo una época mágica en la que no cobraban la entrada al zoológico y podíamos ir todos los fines de semana. Mi madre era muy delgada entonces y nosotros muy pequeños, y entonces los elefantes eran gigantescos monstruos inofensivos, y las panteras, osos y leones estaban acostumbrados a dormir todo el día en sus habitaciones de rejas. Creo que uno de niño siempre soñó con tener una mascota así de colosal, como Mowgli, en la fantástica historia de Kipling. Este bestiario tierno y golosinoso es la memoria de esta abuela paquidermo que su merito supremo fue ser así de grande y haber muerto sin emitir una queja, una sola palabra de reclamo contra sus captores.

Diario Paranoico: Signos de fuego de Ronald Flores

Diario Paranoico: Signos de fuego de Ronald Flores

sábado, 12 de julio de 2008

HILLARY CLINTON Vrs. BARAK HUSSEIN OBAMA

Si inventáramos un mundo imaginario en donde prevaleciera el sentido común, cada uno de nosotros tendría como meta la búsqueda de la armonía. Pero, regresando a la vida diaria en los comienzos del siglo XXI, podemos darnos cuenta de la desinformación terrible que hay a pesar de lo mucho que promocionan el efecto de globalización. Internet demostró ser un monstruo con tanta información dudosa que en lugar de informar, termina, no sólo desinformando, sino contradiciendo y muchas veces falseando la verdad.
Es el mismo caso con la política norteamericana que propone a dos personajes tan interesantes como inciertos. Voy a empezar por la ex-Primera Dama. Hillary Clinton, quien estuvo en el ojo del huracán en el año 1998 por el escándalo que ya todos conocemos, que por cierto volvió muy famoso un recurso sexual para las mentes más liberales. Pero Hillary se repuso y con su corazón demócrata busca la presidencia de los Estados Unidos. Es una rubia de ojos vivaces y un temple de acero y uno de los abogados más influyentes de los Estados Unidos, además fue una gran defensora de los asuntos políticos de su marido, apoyándolo principalmente en el área de Salud Universal. Fue elegida para el cargo de Senadora del estado de New York, siendo esta la primera vez que una Primera Dama es reelegida para un cargo público. Este momento fue decisivo para ella, pues apoyo sin reservas la invasión a Irak precedida por la bestia de guerra del idiota de Bush. He aquí uno de los cayos que más le pisan. Pero al fin de todo, ya no somos uno niños, y hemos visto ya muchísimas películas de conspiraciones para poder suponer fácilmente que la señora Clinton, con el carácter que tiene, podría llevar a los EEUU a un desenlace fatal, aunque quizás me equivoque, y bien podría ser la primera mujer presidente que vuelva tras los pasos de Lincoln, que sentencio un día: “Ningún hombre es lo bastante bueno para gobernar a otro sin su consentimiento”.
Estados Unidos nos ha venido sorprendiendo desde antes que consagrara en la presidencia a un actor de cine, que había participado en una producción de Warner Bros. En el western Cowboy From Brooklyn de 1938, actuó un joven de nombre incierto: Ronald Reagan; que fue el mismo que fundamentó, sin que le temblara la mano, las bases de un gobierno explotador y maléfico que devastó literalmente la gran mayoría de tierras latinoamericanas. Luego en 1989 nos sorprendió un fanfarrón que no había hecho ninguna película de matones porque quería vivirla en la realidad haciendo su propia guerra; y ahora, luego de un gobierno que soborno al mundo entero mientras Nirvana cantaba su triste balada The Man Who Sold the World, Barak Hussein Obama aparece tras el telón. No es un afgano, ni nació en el Medio Oriente, creció cerca del mar, en la ciudad de Honolulu, uno de los lugares más paradisíacos de Norte América y podría ser el primer presidente afroamericano y, entre otras cosas, el primero en llevar un nombre tan satanizado por CNN. Los norteamericanos tan dados a la imagen pública nos han sorprendido con el apoyo a este simpático político que pone en serios problemas a sus rivales y los confronta con el arma más letal que aprendió en Harvard, la certeza en cada palabra que pronuncia. Es un demócrata templado, un sabio opositor contra las ofensivas al Medio Oriente y tiene el apoyo de los hispanos. Lo que sorprende en Obama es su aura de líder y su visión plural de las etnias que habitan en Estados Unidos. Pero ya la historia enrevesada de los Estados Unidos esta dispuesta a un tiempo de sentido común, así que podemos apostar que el personaje que gane la presidencia sea una mujer que sus dos mayores meritos fueron conservar su matrimonio contra todo escándalo y haber firmado una sentencia irrevocable contra un pueblo donde nunca había caminado; o un joven brillante, que fue hijo de un hombre que cuidaba un rebaño de cabras en Kenia mientras soñaba con el futuro. Pero la realidad impone otras reglas como en todo juego, y el ajedrez es un buen ejemplo de lucha, todo peón puede llegar a ser un rey.


Lester Oliveros Ramírez.
Guatemala, Febrero 2008

viernes, 4 de julio de 2008

* corresponsal imaginario.



Ingrid Betancourt, un corazón dividido.

Con la perspectiva de los años,
siento que era mi destino, siento
que tenía que vivir lo que viví, que
tenía que conocer lo que conocí.
Ingrid Betancourt.


Apareció con su semblante tranquilo y sólo podíamos darnos cuenta de su emoción porque hablaba en español y francés sin notar la diferencia. Yo era uno de los miles de periodistas apostados en plena intemperie sin saber muy bien en que sitio de Colombia estaba ni en que barullo de incertidumbre podíamos naufragar. Me costó trabajo llegar con la encargada de ordenar a las radioemisoras y a los canales de televisión de toda América y Europa que querían hacerle una sola pregunta a la mujer que mantuvo al mundo en tensión desde comienzos del año. Ingrid Betancourt había estado secuestrada desde hacia seis años y en muchas ocasiones corrió el rumor de que posiblemente había sido asesinada, y los familiares y amigos en todas partes del mundo movieron cielo y tierra para lograr establecer la posición y corroborar los rumores sombríos. La localizaron y establecieron su posición y fue un alivio para la familia, que buscó, por medio de la doble nacionalidad, colombiana y francesa, el apoyo del presidente Jacques Chirac, y luego, el carismático Nicolas Sarkozy, que desde una perspectiva internacional a todos nos pareció que sus intención de liberar a la señora Betancourt estaba más allá del simple hecho de colaborar con el rescate, o al menos eso me pareció a mi, que ahora oía desde abajo las primeras palabras de la liberada, con emoción, portando un chaleco militar dijo que agradecía al gobierno de su país, y cerro los ojos en una actitud de oración y suma expectación; luego habló unas frases en francés de agradecimiento, pero fue hasta que le tocó su turno a la periodista francesa que ella pudo expresar todo lo que sentía por el pueblo frances, dijo: merci á vous tous, a ma douce France, merci de m´avoir accompgnne tous ces années. Merci de jamais m´avoir laissé tomber. Je suis Colombienne mais je suis aussi française. Mon coeur est partagé.

La historia de Ingrid Betancourt es surrealista. Desde que se levanto el 4 de Febrero del dos mil dos, tras unos sueños intranquilos, siendo aún ese día candidata a la presidencia: al otro día ya era una cautiva del las FARC, luego de 6 años tras la jungla, repasando día a día la historia, comprendió que algo de predestinación habría en su deseo de ir en campaña presidencial a uno de los territorios de más riesgo subversivo en Colombia. Ahora le esperan sus hijos, ya adolescentes, su madre que, sólo Dios sabe como reacciono a la noticia de que su hija fuera secuestrada y que su esposo hubiera muerto por la conmoción, le espera a Ingrid una tarea humanitaria en busca de la solución justa para el conflicto entre la FARC y el gobierno colombiano. Ahora mismo trataba de imaginarme como estará su corazón de lleno, por un lado de todas las historias de la selva colombiana y la humildad carnicera que azota aquel país, y por el otro, la luz de Paris de lleno contra su rostro consternado. Es imposible no recordar a Calderón De La Barca y darse cuenta que es cierto, la vida es sueño.

Guatemala 4/07 2008
Lester Oliveros Ramirez

miércoles, 2 de julio de 2008


Creo en tí

Creo en tí constelación,
labio azul, lienzo tornasol,
creo que me hiciste de la nada,
me diste una palabra,
la única que te nombraba,
la exacta,
la alborada,
el paso sobre la tierra,
el cuerpo inexplicable,
el viento sin dominios.

Creo en tí que me diste
todo y soledad,
un vaso de agua de mar,
un tiempo con agujas
(la arena de antaño es ahora una ruina).

Creo en tí que me harás
Cuando el fuego me consuma,
Creo en tí, palabra, creo en tí.


La autoridad de la barbarie

Me ha parado la policía: ¿Documento de identificación? No lo traigo, respondo. (Los dos oficiales muy serios), uno de ellos alza un cuader...