domingo, 20 de octubre de 2013

INSTANTANEAS DE UNA PRESENTACION DE LIBRO



Yo iba a la Alianza Francesa con la plena certeza de que iba a salir riéndome de las ocurrencias de Juan Pablo Dardón que ya tiene una ganada fama de cínico y extravagante. Pero no fue así. A veces valen la pena estas presentaciones de libros. No siempre son esas rancias conversaciones sobre el origen arcaico de la palabra en las cuevas de Altamira hasta la entorchada obra que se presenta y se vende como la última novedad del cosmos. Este final fue tan bueno que más de alguno hubiera pensado que se había ensayado.
El libro presentado fue Fe De Rata, un blog hecho libro, algo histórico según lo demuestra el hecho original de Punto de Lectura de ir a la inversa, de lo digital a libro impreso. Toda una celebración a la que asistí desde la tercera fila del salón de exposiciones de la maravillosa Alianza Francesa. Allí rodeados de la Querida Familia, una exposición que cierra hasta el 31 de Octubre, pudimos oír los comentarios de Trudy Mercadal y Francisco Alejandro Méndez. Un muchacho al lado mío jugaba Candy Crush si ponerle atención a nada más que a esos movimientos desde su Mini-Tablet, mientras yo hojeaba el libro que me parece una miscelánea entretenidísima, tan diversa que se puede empezar a leer con la plena libertad del azar. Es pues, un libro de viaje, entretenido, que en momentos dice certezas poéticas que solo la ternura de la mente comprende. Así como dijo Trudy también se vuelve un libro histórico, un libro con pequeños cortometrajes de cierta contemporaneidad explosiva.
Francisco Alejandro Méndez me pareció un maestro en la historia de la crónica en Guatemala y fue más allá, habló de que el primer blogger fue Cristóbal Colón, ojos y oídos de los Reyes de España; pasando por Bernal Díaz del Castillo hasta llegar a Enrique Gómez Carrillo y sus crónicas de viajes. Habló del periodismo y en un momento nos trajo a la realidad de que fue cierto lo pronosticado por Humberto Eco, que el libro no pasará de moda.
Juan Pablo abordó el tema viendo desde su silla al último asiento. Leyó algo importante que sacó de algún lugar cerca de su asiento, una hoja de papel bond, blanca, pálida y doblada en cuatro que fue desdoblando conforme iba contando quién era la autora, Clarise Lispector. En ese momento me di cuenta que estaba hablando en serio. Lo demás fue épico, un ataque de tos después de terminar el último trago de vino, que estalló en una carcajada del público cuando Alejandro Méndez le ofreció un embase de licor de esos metálicos que llevan a menudo los periodista de nota roja en las películas de matones. Me imaginé a los dos cuando se conocieron en un Kareoke, pero ya no me pude reír, había empezado la tierna carta que le escribió a su hijo para su cumpleaños, una carta tan aguda como la hoja de papel que corta con su filo hábil y delgado, hasta el final, cuando se levantó a darle un abrazo a su hijo que sollozaba como todos, unos más visibles que otros, en esa sala donde resonó un largo aplauso.

HISTORIA APÓCRIFA DE LA PALABRA



Hace muchos años cuando no existía el polvo y los átomos olvidaban su nombre en explosiones silenciosas ya existía la palabra. Era dibujo de cristal, transparente como el fuego invisible. Antes de eso la boca del espacio guardó silencio hasta que pronunció la luz. Entonces dijo al hombre y el hombre entró gateando como un niño, como un viejo prematuro. La palabra entonces le hervía por dentro como un magma, pero el hombre siendo tan reciente no supo como predecir la vocal que le nacía entre los miembros, desde la sangre. Hace muchos años, el hombre por fin se puso de pie y ya grande como un gigante que se balancea sin saber a donde ir, por fin se preguntó cómo era posible que siendo de polvo y agua, tuviera largos sueños donde no intervenía el suelo. Se dio cuenta que en los sueños hablaba. El lenguaje, pensó, es divino, y así fue como entendió que no estaba solo.

La palabra se dibujaba entonces en los labios. Detrás de todo lo simple fue naciendo, y entonces las palabras eran pocas, tan pocas que la gente no podía inventar mentiras.

viernes, 11 de octubre de 2013

EFECTOS DEL DESVELO


efectos del desvelo

te perdí, 
esa historia era larga
pero la resumí una noche
en un suspiro

entonces abracé 
mi obra
la obra que hacía con mis manos
y de tanto amoldar palabras
ellas se revelaron
y al brillar me vi haciéndome
de sonidos

meridiano boca vocal
que repetías consonante

un cenicero sigue siendo la mejor palabra
para decir insomnio,
matando memorias a cada sorbo
que el agua se desperdicia a gotas
que el cielo se demora
que el cuerpo se va con la mano
hasta tocar otros bordes
otras almohadas

cerrar los ojos y abrirlos en otro mundo
es el viaje breve de la noche al día

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Corazón Exiliado

Dónde andas
cuales son ahora tus huellas...
por el valle
se oye la queja
y no cobran vuelo
los latidos esféricos
del alma de toda nubesol.

Por eso te presiento
por tu lejanía
por tu aullido
por la doble herida de hielo.

Corazón, solo eras antes
una parte de este cuerpo
caja con gato
maullido de un fantasma felino
algo como un nombre extraño
que no pronuncio,
y luego la migración
lejos de esta casa de venas
resonancia pura que envejece,
sos ese tamborcito que me guiaba al
país del llanto
con menos carga que ahora.

Así fue, no lo duden
mujeres que llaman
no hay señal.

Nos vemos en el chat querido corazoncillo.
-

sábado, 5 de octubre de 2013

40R/ CUARENTA ERRE




Por el amor y nada más que por el, hay hasta fantasmas.




 El hombre se subió al bus como todos y como todos empezó a saludar. Pero este en particular tenía un halo didáctico. Se paró frente a todos, con su playera relavada, con su tez morena, con sus golpes en la cara, con sus golpes que no vimos, a enseñarle a la gente como hacer una flor con una lata de cerveza ICE.
La verdad hay cosas que sorprenden de la gente, en este momento yo estaba ya muy interesado por cierta filosofía callejera y, como suele ser la poesía callejera, esta no era menos ruda, directa o verdadera. Dijo que el encontraba tiradas las latas, si, como esta, dijo, que la encontré en un basurero, como mi vida, mi vida estaba en un basurero, dijo.

Una señora se acomodó en su asiento y le aconsejó a su nieto que hiciera silencio. Pues entonces el hombre siguió cortando la lata y dando punto por punto la explicación sencilla para hacer una artesanía con eso que para otros era una lata tirada, si, sin más valor que cinco o diez centavos, dijo, como mi vida, dijo, si, esto señores lo aprendí en la cárcel, me lo enseñó de paso un amigo mexicano, pero fíjense bien, tenemos todo para darnos cuenta de cómo actuar bien, no es necesario que lleguemos tan bajo, yo por lo menos, trataba de ganar dinero como fuera, miren hasta le lavaba los platos a otros reos, cinco quetzales por mes; y bien, luego de recortar las dos tapas, vamos a recortar los bordes del material y vamos a hacer esto para no cortarnos, ustedes saben, me dicen mirá quise hacerlo pero en el momento de cortar las tiras de un centímetro para los tallos de la flor que gran cortada me hice, mirá... me enseñan, bueno, les quiero decir que esto se logra con práctica, como la buena vida, como el ser uno bueno, hay que perseverar ejercitando el bien hasta que se vuelva fácil, pero no es difícil, como con esto, solo se requiere voluntad y la voluntad nace señoras y señores, del sacrificio y de darnos cuenta que es más fácil por difícil hacer el bien, dijo.
Las dos flores estaban ya en el florero hecho de las dos contra tapas. Empezó entonces a hablar de su mujer, de que cuando él estuvo en la cárcel estuvieron a punto de separarse. Sacó una flor de verdad y dijo, así de vulnerables somos, podemos estar hoy y mañana ya no estar, volvernos poco a poco algo que muere, pero por eso siempre cargo una flor para mostrar, no como estas, dijo, que son eternas, podrán durar más de doscientos años si usted quiere, como nuestra alma, por dentro, por medio de la experiencia, nos volvemos de acero, dijo. Pues bien amigos, yo solo vengo a saludarlos, si quieren ayudarme con un quetzal, cinco o veinticinco centavos, muy agradecido, por este lado les muestro algunos trabajitos ya terminados, esta jarrita hecha con todo mi corazón, mire, y con flores, además usted puede llegar con la novia y decirle, mira mi amor, hasta que esta flor se marchite te voy a dejar de amar (a estas alturas ya todos se ríen de buena gana).

Las seis pequeñas obras de arte las vendió en los primeros asientos a cinco quetzales. Hasta dijo que el domingo estaba en la sexta, que buscaran a un trompudito, negrito de pelo crispinudo y la gente alegre, quizás hasta inspirada. 

El hombre se bajo del bus, como todos, como todos se bajó.
 

miércoles, 2 de octubre de 2013

OBJETO VOLADOR NO IDENTIFICADO


De repente me siento vacío.
Pero vacío para siempre es triste.
Es un paréntesis sin fin que aparenta ser cárcel.
Pero yo no lo sé.

Entonces las palabras se me enredan en la lengua
y el pobre corazón padece sed
pierde peso
así es como me siento entonces
flotar sobre la ciudad como un globo blanco
tan lejano
pero tan microscópico
pero tan irrelevante
que pienso que nadie ve
que pienso que nadie ve que soy un ovni.

Me duele algo y no se dónde.

Me siento a llorar
y no encuentro el lugar de las lágrimas.
No tengo más que pensar en Dios
en el Cristo niño
un Jesús magnificado
que siendo un sujeto era verbo
que siendo Verbo andaba siendo sustantivo
que siendo una persona singular llegó a ser plural
en ese predicado pienso
vaya a saber en que más
cuando voy hecho un hombre
con cara de papel bond
de tanto miedo.

Tal vez,
resuelvo simple como si fuera fácil
que ya me cansé de tanto proponerte mentiras
que no quieres volver verdades

Picto—grafías

Hace años, Javier Payeras me dio el consejo de leer el ABC of Reading de un exiliado norteamericano en Paris, llamado naturalmente: Ezra...