miércoles, 30 de diciembre de 2009

PROPOSITOS MAGICOS PARA EL DOS MIL DIEZ (2010)


Me olvidaré de la aritmética del calendario en la pared y borraré de mi mente los minutos, los segundos y las horas matemáticas. Miraré al fondo de lo infinito para encontrarme con algún hermoso dibujo troglodita. Trataré de ser un árbol, una gaviota, una roca con líneas blancas, intentaré ser el agua. Voy a ejercitar el ejemplo del ave. Seré más que transparente, sin bordes ni reflejos, dejare por un lado la presencia de mí. Ejercitaré el privilegio de las nubes. Armaré ciudades esféricas que floten por algún parque central. Me adiestraré en el vaivén prismático de los mares migratorios. Veré a los recién llegados de algún viaje y les haré dibujos con algún cordel imaginario. Dibujaremos con los ojos cerrados garabatos infantiles para colgar en las más suntuosas galerías de la zona. Vagaré por la sexta avenida viendo a los poetas vender cinchos y zapatos, a los malabaristas intercambiando aretes de plata, a los carpinteros de la palabra haciendo suertes a las nueve y media, y meteré mi cabeza rodando a las iglesias, para sentirme en paz con las otras partes de mi cuerpo (porque me gustó el San Judas Tadeo de la Merced con su grupo de oradores multiplicándose en la entrada). Iré al mercado central y bajaré las gradas sucias hasta sentir el olor a incienso de las vendedoras místicas de perrajes típicos y sabanas bordadas de a miles de quetzales. Miraré con orgullo la clarividencia de las vendedoras de verduras. Caminaré, casi distante, de los mercaderes de candelas y los rostros estilizados de los santos, reyes y los mendigos canonizados por el Vaticano. Me olvidaré de ti, para soñarte por las tardes. Saldré vestido de traje de gala a sentarme a la plaza frente a la fuente del maestro Galeotti, recordando a Joaquín Orellana y su bella música flotante. Me dormiré mañana y pasado mañana soñando con tus tatuajes y tratando de volver a verte sentada en aquella banqueta, jugando a darme de comer en la boca, tratando de hacerme feliz a través de tus manos. Caminaré hacia el Gran Hotel recordando, siempre recordando, me iré al Ex –Céntrico buscando retornar y siempre volver a verte caminando en círculos mientras yo filmo tus locuras o te tomo una foto frente al edificio de Telgua. Iremos más allá y nos perderemos cada uno por la doce calle hasta encontrarnos en la diez y siete, tomarnos de la mano, y meternos a un hotel barato a fumar un poco de la vida nocturna de la gente privilegiada con el amor. Talvez me permitiré, en esta temporada de año nuevo, regalarte una estrella fugaz que nunca pasara de nuevo mientras vivamos, que no será estrella sino cometa, un cometa Halley sólo para vos imaginado.

sábado, 26 de diciembre de 2009

BREVES ANOTACIONES DE FIN DE AÑO/ POESIA TERRENAL


La tarea que se proponen los poetas da risa. La poesía es una gran broma cierta. Pero que alguien haya por lo menos intentado un buen poema es un buen chiste. Los poemas que he leído hasta ahora son todos unos trozos fragmentados de otra cosa que nada tiene que ver con la poesía. No hablo ahora de los buenos trozos que he leído, hablo de los volcanes de letra impresa que no dicen nada para nadie. Eso me da risa, porque sé que en el fondo esa nada es la que hace que la verdadera poesía sea válida aunque no se sepa el idioma materno en el que fueron escritas esas líneas. Por ejemplo Kipling. Por ejemplo, Pessoa. Por ejemplo, Martí, y esos no eran poetas, eran narradores de una realidad alterna insufrible. Después de esta revelación yo no quise ser poeta. Pero ser poeta es un oficio que tampoco se busca. Es un llamado como diría ese señor gordo que era pastor de la iglesia donde asistí desde niño. Los llamados a escribir poesía mueren trágicamente. Según he leído, Gerard de Nerval, ahorcado en una esquina de Paris. Romanticismo más que intolerable. Neruda, como Papa. Modernismo interesante. Rubén Darío, no sé como moriría don Rubén Darío. Lo que sé es que anoche leyendo Ortega y Gasset encontré una alabanza a tan misteriosos personaje. Pero otros han sido pose y también, por qué no, tienen su merito. Me gusta por ejemplo exaltar los defectos de otros porque sé que estaré presto a caer en ellos y hasta revolcarme en sus ideales. Así soy. No soy poeta, talvez soy un poco como tantos han dicho de mi, un adulador experimentado, quizás, no quiero decir esto, pero en el fondo creo que ese fantasma que se llama poesía es tan solo un montón de ficciones sutiles y muy bien dibujadas por el primer hombre que dijo algo con elegancia. No hablo ni siquiera de Oscar, el divino Wilde. Hablo de un personaje muy bien escondido por la Historia. Creo que esa historia que siempre nos contaron sobre el origen de la poesía es inventada. Simplemente no creo en ella. Creo que la historia debió ser otra. Un sin fin de casualidades. Usted dirá, más adelante, un sin fin de líneas cartesianas. Lo digo así, porque usted es matemático. Algunos poetas se creen que son poetas de verdad y logran escribir algunos enredos que podrían ser creíbles momentáneamente, es más, a veces, hasta logran convencerme por unos minutos, y otros hasta me conmueven, pero luego me doy cuenta, cuando los releo a los meses que se han secado. Eran rosas momentáneas, por decir una frase romántica. Pero algunos mantienen su rigidez original y entonces se vuelven peores, esas son a secas, rosas del plástico mas vulgar. La poesía, ya lo oí por ahí, es algo que aburre contar. Tratar de contar un poema es tedioso y hasta se puede meter uno en problemas por eso. No vale la pena. Pero a estas alturas, quien soy yo para juzgar a nadie. Soy acaso un académico. No. Me meto a decir estas cosas así porque he leído algunos buenos trozos de poemas. Me gusta mucho leer un poema sin nombre y que me abra un panorama. Eso es un milagro. Hoy por ejemplo amanecí con un recuerdo absolutamente dichoso, la primera vez que leí algo de Huidobro. Las mujeres que están ahí guardadas son de oro. Me gusta esa sensualidad mística, qué se yo, quizás este cometiendo un gran sacrilegio. Pero por hoy quiero desahogarme, tratar de hilvanar este gran desvarió y luego tirarlo a la basura que es a donde han ido a parar todas mis grandes ideas que de grande sólo tenían la g. Si, yo también me creo, muy secretamente alguien que puede escribir por lo menos un buen poema. Pero de poesía no sé nada. Solo voy juntando fragmentos de no sé que. Pienso a veces que mientras más incoherentes, más revolucionarios, más transgresores, innovación. Eso sé. Inventarme versos con rostros de amantes. Pero no soy realmente tan bueno. Hay mejores que yo en eso de tratar de ser artista. A veces los envidio porque se ven como artistas y yo permanezco como una persona a la que le falta el valor de decirle a todo el mundo que yo también escribo, y creo, que a veces hasta pienso que podría ser mejor que esos aparentes poetas. Lo creo porque los noto muy seguros. Y lo creo porque dudo de mí. Recuerdo cuando leí algo sobre Miguel, ese poeta que odiaba a los indios y con los que hizo tanta fama, Asturias. Me pareció un poeta fascinante. Pero luego de dos años, y tras la lectura de los Malditos y Joyce, lo vi como un buen artista del disfraz. Era lógico. El aprendió de todos. Creo que para ser artista también hace falta volverse otro, y talvez por hoy quiero ser yo mismo.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

BREVE HISTORIA DEL NIÑO JESUS


κα λέγει ατησος· α λώπεκες φωλεος χουσιν κα τ πετειν το ορανο κατασκηνώσεις, δ υς τονθρώπου οκ χει πο τν κεφαλν κλίν.*
Jesús
Jesús nació en un pesebre en Belén. Según cuenta la Biblia en los primeros capítulos del libro de Mateo, quien inaugura el Nuevo Testamento con la genealogía desde Abraham hasta José. Esa noche, también dicen que se les apareció un ángel a unos pastores, y una trashumante caravana de magos reyes y astrónomos llegaron hasta el pesebre guiados por una estrella. Muchos han querido adivinar estos acontecimientos y han dicho que la estrella era un cometa, un OVNI, una estela boreal, un ángel. El discípulo de Jesús, treinta y cuatro años después nos relata que era una estrella, pero no sabemos cual era su fuente de información. Imaginamos que Jesús pudo contarles estas cosas transmitidas, quizás por María y José sobre los acontecimientos extraordinarios de su nacimiento. Pero es evidente, en los evangelios, el carácter humano de Cristo a pesar de los milagros sin explicación. Uno de sus primeros prodigios fue convertir el agua en vino. También multiplicó los panes y los peces. Comía en los banquetes a los que era invitado por gente rica y bebía de su vino con una alegría que perturbaba las costumbres de los estudiosos de la Tora. La vida de Jesús siempre fue contradictoria para los fariseos que se codeaban con los más tiranos de los romanos. Al sólo verlo se turbaban. Según J.J. Benítez en su Best Seller El Caballo de Troya, Jesús media casi los dos metros de alto. Me gusta la referencia, a sabiendas que es ficción, porque también me lo imagino así por su linaje de una de las más aristocráticas familias judías. Pero me gusta más imaginarme a Jesús conversando con las prostitutas y haciendo Rock and Roll en el mar de Galilea. Jesús siempre decía cosas basadas en el universo y en leyes inmutables, habló del dar, de el menor esfuerzo, de la vida eterna. Nadie sabe donde aprendió esto, o si fue producto de una gran revelación. Facundo Cabral, dice que fueron los maestros esenios del Mar Muerto, en donde años después fueron encontrados unos royos en los que estaban escritos múchas referencias a Jesús y datos sobre su vida secreta que no aparecían luego en los evangelios publicados por la iglesia.
Lo cierto es que ahí estaba Jesús haciendo milagros por todas las ciudades de un Israel sitiado por los romanos. En un tiempo de suprema esclavitud hablando de libertad y de reinos transestelares, resucitando muertos y devolviéndole la vista a cuanto ciego se le acercaba. En algunos pasajes se nota que tenía un carácter fuerte, que con sólo hablar podía molestar a muchos, y sus discípulos lo oían hablar parábolas sin saber de que hablaba realmente. Eran doce hombres, pastores, pescadores, un recaudador de impuestos y un soplon e informante que creía en Jesús como el nuevo liberador de su pueblo que iba a motivar una revolución violenta contra el imperio Romano.
En sus últimos días de vida, estaba más que iluminado. Hablaba de un sitio a donde los discipulos no podían ir aún. Habló de que el pan era su cuerpo y que el vino era su sangre, habló de que el hijo del hombre debía pasar por una traición y que sería llevado cautivo y luego asesinado, pero que era necesario para que se cumplieran las escrituras. Imagino a estos hombres consternados a la par de este rock star de la antigüedad, que movía multitudes y hacía que se calmara el viento y las aguas del mar con solo oir su voz.
Perseguido, incomprendido, lúcido. Nacido en un pesebre en Belén, una de las ciudades más pequeñas y perdidas, no comprendería nunca que su cara se reprodujera en playeras, posters, oleos y películas por dos siglos después de su muerte, que se comerciará con las creencias y que se fuera creando, bajo los mármoles y el oro del Vaticano una religión tan errada y corrompida por estos nuevos discipulos. Imposible creer que todavía leen el milagro de Casiodoro de Reina y Cipriano Valera todos los domingos en los Megatemplos del mundo.
Tan extraños son los sucesos, de una historia tan bella, que es imposible creer que en el futuro se siga celebrando la navidad de una forma tan enferma.
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*Y Jesús le dijo: Las zorras tienen cavernas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del hombre no tiene donde recueste su cabeza.
Fotografía: Corazon Ardiente, Jam Montoya

lunes, 21 de diciembre de 2009

CINE VACIO /A BRITTANY MURPHY



El universo de
tu mano diciendo adiós,
al corazón del espectador
-son las interrogantes de una trama
que termina con un sueño actuado
en el suspenso siempre falso de un cine vacio-

viernes, 18 de diciembre de 2009

ALGUNOS EVENTOS EN LOS QUE PARTICIPE EN 2009


· Lectura con S.O.PA.
Uno de los primeros que me tendió la mano para dejarme participar de lecturas colectivas fue Simón Pedroza con su colectivo S.O.P.A. Me llena de orgullo decir que no lo conozco de ahora, sino de hace mucho tiempo, cuando solíamos tomar refill´s de café en los MaCdonalds de la zona 4 hasta las 11 de la noche hablando de cosas que ya no me acuerdo. Pero ahora, luego de 8 años, encuentro a este amigo, que ya es otro, con un instinto poético puntual y al mismo tiempo con el ánimo resuelto para la aventura diaria de la vida. Con este grupo de amigos, algunos compañeros de la facultad de Humanidades, conocí como se pierde el miedo palabra a palabra frente a un receptor incendiándose/.

· Obscena
Esta lectura es una de las que más me ha cambiado la vida. Fue un evento conducido por Libros Mínimos de Julio Serrano y con la participación de Roberto Alonso Trillo (un magistral violinista español), Carmen Lucia Alvarado, Luis Méndez Salinas, Pablo Bromo, y yo, en una simbiosis de voces que se cruzaban y se superponían con un violín de fondo. Para Edna Sandoval fue un evento bizarro, para otros fue una de los recitales en los que simplemente la gente se dejo llevar. Trudy Mercadal, escribió en su blog que era la primera vez que un público realmente permanecía en silencio. Y eso si es extraño, como dice Edna. Yo recuerdo que pensé desde el principio escuchar la poesía de cada uno, por lo menos la voz de Carmen me pareció madura y certera, la voz lúcida de Pablo resonó en aquel espacio y alternativamente la voz incisiva de Julio empezó de nueva cuenta el ciclo, luego Luis hasta salvar la noche. Siempre había querido leer con aquellos en el Ex-Centrico, que son realmente escritores con una trayectoria y trabajos que los respaldan. Creo que tuve mucha suerte. Ese día desde en la mañana me sucedieron eventos increíbles que en algún texto futuro transcribiré.
· Bloguicidio
Unas noches después de nuestras lecturas en el Bar Central nos fue fácil reunirnos alrededor de un litro de cerveza con Mariano Cantoral. Luego, en un acto espontaneo, pedí al Chino, amigo del Gran Hotel, que nos diera un día para presentar nuestra poesía en el ambiente. Nos dijeron que si y nos calendarizaron en el mes de Noviembre. Imaginé un eslogan, una frase que conceptualizara nuestros trabajos. Pensé que podríamos leer textos de nuestros blogs y entregar una imagen de Ciber-Poesia. Se llamó como se llamó, pero no me imaginaba aún el concepto que trazaría. Fue una analogía del universo y el ciberespacio, una plataforma donde existen estrellas muertas que han viajado en su luz desde la formación del internet, agujeros negros perdidos en los bytes y megabytes, mínimas explosiones de quantums en textos o fotografías que van expandiéndose y alejándose del primer bing bang, y los blogs y paginas web serían algo así como una gran novela escrita por millones de usuarios, por medio de correos electrónicos y comentarios en foros. Sé que le debo mucho a un gran amigo quien es el que me dio una de las primeras claves sobre la telepatía final de la literatura.
Fascinante la lectura, en la cual pude darme cuenta el efecto interesantísimo de enviar mensajes por el ciberespacio y esperar al otro día si habían llegado a su destino.
· Tonibelle Che
Yo realmente estaba tan ebrio que no sabía lo que hacía. Estaba actuando con una de las más sorprendentes actrices que interactúan con el público. Tonibelle, en esta función en el Gran Hotel armaba un Teatro Suicida, en el que según me contó Manuel Tzoc, yo hice el papel del novio que no la corresponde con su amor. Yo sólo recuerdo que empecé a bailar con ella y luego le contestaba algo en francés oyendo una canción de Edith Piaf. Lo cierto es que al otro día me sentía muy bien.
· Divino Kitch
De los Eventos del Gran Hotel, este es el que más me ha dejado consternado. Divino Kitch fue un éxito y una noche de recuerdos y bebidas. Los amigos que nos atendieron nos recomendaron una radioactiva mezcla en copas de Martini que nació en su bar con el nombre de El triste. Todo mundo probo El triste y las mujeres se veían hermosas cantando a voz en cuello canciones de Amanda Miguel, Jeaneth, Pimpinela y muchas más de un repertorio que nunca amenazo con terminar. También de acá salimos más alegres que tristes a un after party en casa de uno de los insurrectos de la ley seca.
· Lectura en el Olvido
La lectura en el olvido fue un desastre para mi porque no leí con ánimo. Brillaron unos amigos Argentinos muy interesantes a los que terminé haciendo una entrevista. Para mí que fue una noche extraña, y cuando yo digo eso es por algo. Conocí a una chica Italiana que parecía norteamericana y pude tomar nota de sus gustos etílicos, aún estaba probando el Venado, la Quetzalteca y cada una de las cervezas que venden en este país. Leí un texto sobre una aventura en el restaurante chino La Estrella. Un antro más que Kitch en la 17 calle, a donde se dirigen muchos amigos a cantar canciones que le romperían el corazón a un bufalo.
· Lectura en VII Festival Manifestarte
La lectura en Manifestarte era algo que esperaba. Lilo Euler era parte de los que organizaban y se me pasó darle mi correo para la invitación formal. En fin. Fue un domingo con un cielo celeste puro. Llegué al Cerrito del Carmen, como si estuviera mi nombre en los volantes, a las 10 de la mañana. Ahí desayuné y pude ver como daban los últimos retoques al escenario donde iban a leer literatura.
Una noche antes fue la inauguración formal y pude ver con asombro el grupo de teatro Charada. Estaba tan impresionante la función que yo prometí volverlos a ver en donde fuera. Es asombroso lo que hacen con las manos y las rodillas al crear personajes vivientes que nos entretienen de una forma tan única. En la inauguración hablaron de cómo las marcas más conocidas hicieron, luego de siente años de desinterés, su aparición y de cómo habían rechazado su invasión. Pude ver a algunos amigos de otra época mientras veíamos Algunas Dimensiones del maestrísimo Efraín Recinos, que por cierto, estaba muy bien sentado hasta adelante a la par de dos bellas conquistas.
Pero el día domingo estaba sólo, en plena mañana, comiendo panes con pate y un vaso de vino tinto. Podía sentir la plenitud del aire. Pude leer, luego de recorrer las galerías al aire libre y conversar con mi ex maestra de francés, Laura Benítez y una joven princesa que no era de este mundo. Leí, de último, unos textos sobre el erotismo y la tragedia que gustaron de una forma que no me explico. Pude oír por fin la voz de Denise Phe Funchal, y su temática buscando la cofia familiar y las dendritas de las inhóspitas mademoiselles; pude almorzar con Leonel Juracán y su sobrino y seguir picando tostadas con ceviche en plena lectura en una dinámica de fraternal irresponsabilidad de la vida real.

· Lectura en 100 puertas
El Convivio Poético que organizamos con Manuel Tzoc, Lilo Euler y Mariano Cantoral fue una de las ideas más locas de Diciembre. En realidad para mi fue como un ensayo de cómo organizar una actividad. Primero que todo, la Tía fue muy amable en darnos el espacio del segundo salón. Luego vino el amplificador de Mariano, el micrófono que presto Gran Hotel a través de Manuel Tzoc y, Lilo se convirtió en un segundo en el fotógrafo asignado, pues sacó de su bolso una súper cámara que captó los instantes con una resolución fiel a las texturas sonoras y el vibrar atómico.
Javier puso una botella entera de un buen vino en el centro de la mesa. El micrófono no nos hizo falta, aunque con la lectura del primer capítulo de la novela en ciernes de Juracán si hubiera sido necesario. Todo fue una broma, una gran broma para juntarnos a celebrar el año 2009 y no dejarlo pasar en vano.

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Imagen: Marlov Barrios

La autoridad de la barbarie

Me ha parado la policía: ¿Documento de identificación? No lo traigo, respondo. (Los dos oficiales muy serios), uno de ellos alza un cuader...