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viernes, 5 de septiembre de 2008

LOS FARZANTES DE LAS GRANDES LIGAS







En una entrevista Julio Cortazar dijo con suma convicción que se asombraba al ver cuantos libros había publicado y que siempre se consideraría un escritor amateur, y que en el momento que se considerara un escritor serio perdería toda propuesta y juego, el gusto y la curiosidad.
Esta escrita también una anécdota sobre William Faulkner en la cual el conversa y se divierte diciéndole a un desconocido que se gana la vida contándole mentiras a la gente. Otro farsante es Gabriel García Márquez que dijo alguna vez, que todo lo que había escrito lo había aprendido de niño, y su madre confirmo su falsedad cuando declaró que su hijo lo único que tenía era una buena memoria porque todo lo que escribía se lo habían contado. Facundo Cabral dice, parafraseando un tanto a Bioy Casares “hay que desconfiar siempre de los genios porque a veces se hacen los muertos”. Oscar Wild es un farsante también y sobran las razones para llamarlo impostor o escandaloso. César Aira dijo que para ser escritor basta con creérselo, y escribir, porque hay escritores que no escriben, tanto como cristianos que no tienen fe. En la literatura, y no en otro sitio, los farsantes y atormentados han logrado encontrarse a si mismos, he recorrido en lectura a farsantes menos ingeniosos que George Sand o Cirano de Bergerac, y he encontrado a mujeres maduras que logran libertad sexual al escribir poesía erótica; reprimidos que se desatan con novelas sobre crímenes, sexo y drogas; enfermos de diferentes categorías que logran mundos elementales y fascinantes. He visto a mujeres bellas con un libro entre las piernas y las he visto felices. He visto catedrales, he visto sanatorios mentales y artistas enclaustrados, he visto orfanatos, y siempre la sencillez de la palabra me derriba el orgullo. ¡Farsantes del mundo uníos! ¿Porque si no hallamos refugio en los versos, en dónde abrigaremos nuestros sueños más posibles?


Guatemala 05/09/08

La autoridad de la barbarie

Me ha parado la policía: ¿Documento de identificación? No lo traigo, respondo. (Los dos oficiales muy serios), uno de ellos alza un cuader...