Según algunas teorías freudianas los sueños le
deben a la realidad el misterio de perderse en escenarios que podrían
ser mucho más intensos.
En este sueño que tuve, sentí el
terror. Estaba en una habitación que, como siempre pasa en los sueños,
la intuía mía. Pensé que despertaba, pensé que estaba solo y en realidad
lo estaba pero todo se movía. Pero recordé que en algunos sueños que he
tenido antes, sucede que tengo la
ilusión de haber despertado realmente y entonces confié en que si me
dejaba caer, no me golpearía. Me solté y fui cayendo lentamente, tan
lentamente que tuve más la seguridad de que al caer completamente
despertaría. Casi fue como un instante de plena certeza y paz, al llegar
al suelo vi como mi cuerpo empezó a desaparecer.
Mi cuarto en
realidad estaba invadido por gente que no conocía y en el sueño eran
amigos míos. Una horda de ocho muchachos estirados en mi propia cama
tapados con mis sábanas. Estos intrusos se fueron después de que les
pidiera con muy buenos modales que por favor salieran de mi habitación
inmediatamente. Se fueron riendo y sin protestar. Luego abrí la puerta, y
salí al patio. Me perdí al querer entrar de nuevo a mi habitación pero
el terror se apoderó de mi al ver rostros demacrados, tristes y muy
viejos, como si fueran muertos sin entierro, cadáveres que aún no se
percataban de que ya, en algún momento de una vida distanciada, ya eran
mujeres y hombres sin vida.
Me desperté pensando que todavía iba cayendo lentamente en un silencio intenso. Era de madrugada.
foto:http://1.bp.blogspot.com/-KkSNMpXyRpo
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1 comentario:
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