martes, 3 de marzo de 2009

La Mujer del tamaño del Mundo



Para los Iletrados, santos corrompidos.

Tenía tres bocas, dos de ellas comían imágenes de luz. La otra, la última, hablaba lo que las dos bocas primeras veían.
Eras habían pasado, talvez siglos, tras ella y delante de ella; mas ahora veía con desinterés la llegada del fin del mundo. Tenía entre las piernas una luz tierna de donde salían jinetes manchados de menstruaciones. Con una de la bocas, que también eran ojos y oían, la bestia hurgaba entre los pelos del prominente clítoris buscando pequeñas perlas que brotaban entre un flujo pestilente, que llenaba la tierra de un profano olor a muerte, desde la mañana hasta el anochecer. Grandes y maravillosas palabras decía la bestia desde sus dos orificios. Todos los hombres del mundo la veían pasearse con su cuerpo desnudo por los cinco continentes, y en todos los rincones de la tierra oyeron las palabras obscenas que le salían del culo a la ramera como pedos pútridos. Cuando se cansaba de hablar pestes, se volteaba sobre el mar y parecía una isla. Pero en los peores días de la tierra mato con sus pezones prominentes a muchos valientes que trataban de vencerla con sus encantos beligerantes. Muchos temerosos también murieron, pero sus cuerpos nunca fueron encontrados, pues se cuenta que la hembra monstruosa caza de noche hombres miedosos, pues son ellos los únicos que jamás han visto a una mujer desnuda ni por casualidad. Dicen también, la mayoría de mujeres vividas, que esta inconcebible mujer libertina, hacía en otros tiempos poemas de amor para el príncipe de los mortales. Los hombres que jamás conocieron mujer, le temieron hasta desaparecer. A mí, que me ha tocado escribir tan extraña historia, me consta su locura, pero el que tenga oídos para oír, oiga.


Lester Oliveros Ramírez 03/03/2009

2 comentarios:

Miss Penny Lane dijo...

andamos sueltas....

Lester Oliveros dijo...

Ya lo imaginaba (o debo decir intuía), que alguna mujer continuaria esta historia.

Salud por las mujeres, la más terrible visión, el más delicado ser que imagino un dios.

Y seguro que te daran todos los dias de ahora en adelante.

La autoridad de la barbarie

Me ha parado la policía: ¿Documento de identificación? No lo traigo, respondo. (Los dos oficiales muy serios), uno de ellos alza un cuader...